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Shannen Doherty, la actriz conocida por sus roles memorables en los dramas televisivos de los años 90, falleció el sábado a la edad de 53 años debido a complicaciones relacionadas con el cáncer. Su publicista, Leslie Sloane, confirmó la noticia en un comunicado enviado por correo electrónico.
Nacida el 12 de abril de 1971 en Memphis, Doherty comenzó su carrera actoral a una edad temprana, consolidándose como una estrella infantil en series como “Little House on the Prairie” y “Our House”.
Sin embargo, fue su papel como Heather Duke en la película de culto “Heathers” (1988) lo que la puso en el mapa, antes de convertirse en un ícono cultural como Brenda Walsh en “Beverly Hills, 90210”.
Este último papel la catapultó a la fama, donde interpretó a una adolescente rebelde con un corazón de oro, un personaje que resonó profundamente con una generación.
El éxito de “Beverly Hills, 90210” vino acompañado de una intensa atención mediática. La prensa sensacionalista no tardó en capturar las controversias y los conflictos que surgían tanto en el set como en su vida personal.
A pesar de su talento innegable, Doherty fue despedida del programa en 1994 tras múltiples reportes de comportamiento problemático. Sin embargo, su carrera continuó con papeles significativos en “Mallrats” (1995) y “Jay and Silent Bob Strike Back” (2001), ambas dirigidas por Kevin Smith.
En 1998, Doherty regresó a la televisión con otro éxito, “Charmed”, donde interpretó a Prue Halliwell, la mayor de tres hermanas brujas. A pesar de su salida abrupta después de tres temporadas, Doherty dejó una huella imborrable en la serie.
La vida personal de Doherty estuvo marcada por turbulencias, incluyendo tres matrimonios y una batalla pública contra el cáncer de mama, diagnosticado en 2015.
A pesar de su enfermedad, continuó trabajando y compartiendo su lucha con el público, mostrando una valentía admirable. En 2020, anunció que el cáncer había regresado y se había extendido al cerebro. En noviembre de 2023, reveló que también se había diseminado a los huesos.
A pesar de estos desafíos, Doherty nunca dejó de luchar ni de trabajar. En noviembre pasado, inició un podcast, demostrando su compromiso con su carrera y su público hasta el final.
Shannen Doherty no solo fue una actriz talentosa, sino también una luchadora incansable, enfrentando cada obstáculo con determinación y gracia.
Shannen Doherty deja un legado profundo y una influencia perdurable en la cultura popular. Su madre sobrevive a la actriz, y aunque los detalles completos de sus sobrevivientes no se han divulgado, su impacto en la industria del entretenimiento y en sus seguidores será recordado por siempre.
En sus propias palabras, “En algún momento, hay que seguir adelante”, y Doherty lo hizo hasta su último aliento.
