Moda

La visión de Daniel Roseberry, director creativo de Schiaparelli, ha cobrado vida en la última colección de alta costura para el otoño 2024. La casa de moda, que alcanzó su apogeo en las décadas de 1920 y 1930, encuentra en Roseberry a un curador que no se conforma con la gloria pasada, sino que la reinventa con una perspectiva moderna y audaz.
Para esta temporada, Roseberry ha querido que su colección evoque una era diferente, centrándose particularmente en los años 50, una década reconocida por su simplicidad y frescura en la moda.
“Quería que la gente sintiera que la colección hacía referencia a una época distinta… y había algo en los años 50 que encajaba perfectamente con mi visión,” comentó Roseberry.
Este enfoque se refleja en cada pieza, donde la elegancia de mediados de siglo se fusiona con la innovación contemporánea.
Los diseños presentados por Schiaparelli este otoño son una obra maestra de artesanía y creatividad. Roseberry ha logrado combinar siluetas arquitectónicas con tejidos lujosos, resultando en prendas que son a la vez etéreas y dramáticas.
Destacan los trajes estructurados con detalles metálicos y los vestidos fluidos adornados con elaborados bordados, cada uno más impresionante que el anterior.
La paleta de colores es una celebración de la opulencia, dominada por tonos dorados y metálicos, complementados con negro profundo y destellos de azul y rojo. Estos colores no solo evocan una sensación de lujo, sino que también refuerzan la idea de que la moda de Schiaparelli es para ser admirada y celebrada.
Los accesorios, una parte esencial de cualquier colección de Schiaparelli, no han defraudado. Joyas escultóricas, guantes elaborados y sombreros que desafían la gravedad complementan los atuendos, añadiendo una capa adicional de dramatismo y fantasía.
Estos detalles no solo realzan la ropa, sino que también cuentan una historia, transportando a los espectadores a un mundo donde la moda y el arte se entrelazan de manera inseparable.
Uno de los aspectos más fascinantes de la colección de este año es cómo Roseberry ha jugado con la idea de la nostalgia y la modernidad. Al inspirarse en la década de 1950, ha logrado crear una colección que es a la vez un homenaje al pasado y una declaración de innovación.
Cada prenda refleja una meticulosa atención al detalle y un profundo respeto por la herencia de la casa Schiaparelli, mientras que al mismo tiempo, introduce elementos que son atrevidos y sorprendentes.
La colección es una celebración de la moda en su forma más pura y artística, y una promesa de que Schiaparelli seguirá siendo una fuerza creativa en el mundo de la alta costura.
*IMAGEN: Schiaparelli