Cuando llega la temporada de verano, la sandía se convierte en uno de los mejores refrigerios que podemos comer, debido a su sabor dulce y refrescante. Pero no solo eso, sino la variedad de beneficios que aporta a la salud.

La sandía es una rica fuente de antioxidantes naturales, pues contiene licopeno, ácido ascórbico y citrulina, además de vitaminas esenciales para la salud. Se sabe que estos maravillosos ingredientes protegen contra muchas enfermedades crónicas, por lo que integrarla en nuestra dieta de verano es una gran decisión.

Estas son 6 razones en específico para seguir consumiendo sandía:

Es buena para todas las personas

Con su composición de aproximadamente 92% de agua, esta fruta tropical es muy baja en calorías, azúcares y sodio, por lo que se convierte en un alimento seguro para casi todas las personas.

Nutrientes y antioxidantes

La sandía está repleta de varios nutrientes como vitamina A, vitamina C, B6, potasio y los súper antioxidantes licopeno y betacaroteno.

Buena para el corazón

Los antioxidantes ayudan a prevenir el daño celular e incluso se sabe que ayudan en la prevención de algunos tipos de cáncer. También son buenos para la salud del corazón, ayudando con la obstrucción de las arterias que producen accidentes cardiovasculares.

Piel y ojos sanos

La sandía también mantiene la piel sana debido a su contenido de agua, vitamina B6 y vitamina C que ayuda en la producción de colágeno, mejorando así la textura y la flexibilidad de la piel. Además, estudios han demostrado que el contenido de licopeno en las sandías tiene un efecto de protección solar, por lo que es menos probable que te quemes con el sol. La vitamina A también mantiene tus ojos brillantes y saludables, y puede prevenir la degeneración macular.

Buena compañera del entrenamiento

El contenido de potasio en la sandía ayuda a prevenir el dolor muscular durante y después de los entrenamientos. Un tazón de sandía antes o después del entrenamiento puede tener efectos protectores sobre la salud muscular.

Alivia las náuseas 

En el embarazo, un alto contenido de agua de esta fruta puede prevenir la deshidratación en el primer trimestre, y también aliviar las náuseas matutinas y la acidez estomacal en el segundo y tercer trimestre. Su contenido de fibra facilita la digestión, aliviando el estreñimiento durante el embarazo.

¡Consúmela en distintas formas!

  • Un tazón de sandía picada.
  • Unas buenas mordidas a la rebanada.
  • Prepara paletas de agua de sandía o helado.
  • Mézclala con otras frutas y verduras que combinan con su sabor, y prepara ensaladas.
  • Agua, jugo o smoothie.