Moda

Es un día como otro cualquiera en la ciudad de Nueva York. Amaneció nevando, pero muy poco, sólo unos cuantos copos de nieve.
Hoy Mr. X se ha despertado un poco más temprano de lo normal, en su rutina diaria vive muy acelerado para llegar al trabajo, pero hoy no es el caso, tiene tiempo de sobra, hasta se siente relajado algo que le es extraño y refrescante a la vez para Mr. X.
Sale de casa y al ver todo el tiempo que tiene, decide disfrutar su mañana tomando la ruta escénica por Central Park.
Nada como caminar a través del parque y respirar aire fresco, escuchar como el viento atraviesa las hojas de los árboles y a los pájaros cantando. Tratando de ignorar a uno que otro deportista madrugador que interrumpe el momento zen de Mr. X.
Mr. X regresa a su mood Zen al caminar y siente como el sol calienta lo frio de su cara, con uno que otro rayo de sol que logra atravesar entre los árboles y al bajar la mirada abre los ojos y un destello casi cegador deslumbra a Mr. X.
¿Qué sucede? ¿Qué es eso? Se pregunta sorprendido Mr. X
Tallándose los ojos para lograr recuperar la claridad de lo que está viendo. Por fin logra enfocar y ve un gran cubo brillando con el reflejo del sol, un brillo como ningún otro. Se acerca confundido a intentar tocar y ver de qué está hecho este cubo, en ese momento siente una mano que le impide acercarse, es un guardia de seguridad, voltea a su alrededor y de inmediato sale del trance en el que estaba y ve a muchas personas observando el cubo.
En eso escucha la voz del guardia diciéndole que es una obra de arte de Niclas Castello y señala en dirección al artista, que se encuentra a unos metros de él.
Mr. X se acerca para enterarse más sobre la obra. Y escucha al artista que su obra se titula “The Castello Cube” que es de oro sólido de 24 kilates, con un valor de 11.7 millones y un peso de 184 kilos.
Mr. X le pregunta ¿cuál es el objeto de dicha obra? El artista le contesta: “al presentar mi obra de esta manera podré hacerla lo suficientemente viral y famosa para lograr un mejor resultado de la subasta que se llevará a cabo el 21 de febrero, donde no sólo subastaré la obra como NFT, sino también presentaré mi crypto moneda Castello Coin”
Mr X. se despide deseándole suerte a tan ocurrente artista alemán, dejándolo disfrutar de su momento.
Al empezar a tomar su camino pasa junto a dos señoras, las típicas del Upper East y no puede evitar escucharlas ”qué mal gusto tanta ostentación y con tanto homeless en el parque…” Mr. X sólo sonríe y piensa como nunca falta el comentario negativo y que no se puede complacer a todos…
Al llegar por fin a su oficina Mr. X se sienta en su lugar, respira profundamente y es en este momento que Mr. X se ríe y capta como en Manhattan suceden a diario estas anécdotas tan bizarras, que sólo un manhatanite logra entender que, así es esta ciudad en donde todo y nada pasa en tan sólo un momento.