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Cuando entra uno al Rijksmuseum en Holanda lo primero que nos recibe es uno de los cuadros de gran formato de esa época La ronda de noche (Night Watch) de Rembrandt, un cuadro representativo de su obra pictórica, entre los cuadros de gran formato tenemos La rendición de Breda de Velázquez y El entierro del Conde de Orgaz de El Greco y ya más moderno, el Guernica de Picasso.
Curiosamente el nombre del cuadro se debió a una interpretación equivocada, pues el cuadro estaba tan sucio que parecía que era de noche y cuando se restauró se sorprendieron con que la escena sucedía de día. Curiosamente también el nombre original del cuadro era muy diferente: La compañía del Capitán Frans Banninck Cocq y el Teniente Willem van Ruytenburgh se prepara para marchar (De compagnie van kapitein Frans Banninck Cocq en luitenant Willem van Ruytenburgh maakt zich gereed om uit te marcheren).
Durante la restauración del cuadro, que tardó dos años y medio, obtuvieron una nueva visión del proceso de elaboración del cuadro por Rembrandt, utilizando técnicas de tecnología por imágenes descubrieron un boceto oculto bajo la pintura revelando la composición original a la cuál el pintor sólo le hizo pequeños ajustes, por ejemplo agregando unas lanzas que luego quitó, una espada, las plumas en un casco. Dibbits, director del museo declaró que siempre sospecharon que Rembrandt debía haber hecho un boceto para una pintura tan compleja. pero no tenían la evidencia. De la investigación surgió el uso en la pintura de un pigmento conteniendo arsénico venenoso, estamos hablando de 1642, creo que no debe sorprendernos su uso.
La pintura ha sufrido diferentes afrentas, en una la recortaron para que cupiera en el ayuntamiento de Amsterdam quitándole dos personajes, dos veces ha sido apuñalada y en otra ocasión fue rociada con ácido, pero a pesar de todas esas vicisitudes la Ronda de Noche sobrevive y esperamos que nos siga recibiendo cuando visitemos el Rijksmuseum.