La fotógrafa mexicana Luvia Lazo es una artista que ve la belleza y el arte en todo lo que la rodea. De origen zapoteca y radicando en Teotitlán del Valle, Luvia acaba de presentar el proyecto ‘Kanitlow’, una serie de fotografías que resaltan lo más bonito de la cultura oaxaqueña desde su perspectiva de una persona nacida ahí, entre la gente, en el seno de las tradiciones.

El latino Carlos Betancourt, por su parte, ha visitado México de manera frecuente en los últimos 35 años, por lo que siente amor, empatía y respeto por la cultura mexicana. Con ‘Milagro!’, el artista puertorriqueño destacó el trabajo de artesanos oaxaqueños en hojalata, a través de una exhibición pública que montó sobre la calle Española, en Miami Beach. 

“Cuando una persona empieza a desaparecer o dejar de frecuentar los lugares o las personas que solía visitar, se pierde su rostro, se desvanece su presencia, y entonces en zapoteco lo llamamos ‘Kanitlow’”, explica Lazo en el sitio web de tu obra.

“Kanitlow es un registro de cosas que se transforman y desaparecen poco a poco, de personas que suelen estar y que paulatinamente dejarán de estar, porqué lo único constante y no cambiante es el tiempo que corre, que no deja huella ni rastro, más que los vestigios humanos que logramos crear”, añade.

“Milagro! es una instalación efímera inspirada en una antigua costumbre popular que se remonta a los antiguos íberos que habitaban las regiones costeras de España. La intervención a gran escala se sitúa en la histórica Española Way, muy por encima de la calle y unida de un edificio a otro, creando una composición tipo guirnalda. La obra de arte se ensambla con cientos de amuletos presentados como símbolos de devoción, esperanza y curación. La tradición de usar estos amuletos es muy común en Grecia y en México. Muchos de los diseños de los artistas fueron hechos a mano con estaño por artesanos de Oaxaca, México. Muchas de las imágenes que aparecen en los colgantes se inspiraron en “solicitudes de milagros” enviadas a los artistas por sus amigos cercanos. La intervención sirve como mecanismo para activar la esperanza (…) Sin artesanos, no hay arte”, escribió a su vez Betancourt en su cuenta de Instagram, junto a una serie de imágenes de la exposición.

Además, ambos artistas dieron una entrevista a Artnet News sobre sus respectivos homenajes a las tradiciones culturales de México, en su trabajo.

“Nunca planeé trabajar como creativa. Soy de un pequeño pueblo de Oaxaca, donde lo primero que piensas es empezar a hacer cosas para conseguir dinero o una oportunidad para una vida mejor. Descubrí que la fotografía era la forma en que quería hacer eso. Quería compartir otra perspectiva de nuestra comunidad en Oaxaca. Quería mostrarnos como somos; tener fotos más honestas y reales de pensamientos y sentimientos, especialmente como mujer indígena. Estaba un poco cansada de vernos como una sola cosa todo el tiempo. Quería profundizar más”, dijo Luvia.

“En México, especialmente en Oaxaca, las cosas están muy conectadas: la gente está conectada a la tierra, a la naturaleza. Todo se siente vivo, cosas, lugares, y todos son creativos. Cuando la gente visita Oaxaca, puede ver que el arte realmente cobra vida en las personas y las cosas. Puede que no sepan que lo son, pero todos en México son artistas. Entonces creo que como alguien de México, eso te permite explorar”, añadió.

“Yo llamo a México ‘el continente de México’. Es un mundo en sí mismo. Es tan diferente de cualquier otra fuerza cultural que existe; está tan definido. Creo que cuando tienes una cultura que comprende sus tradiciones tan bien, te fundamenta, como artista. Te brinda una base sólida para tu trabajo. También México, es como una cultura viva; en español, lo llamamos “cultura viva”. Es arte que está vivo”, dijo a su vez Carlos.

“No vivo en México, pero llevo 35 años yendo. Es difícil competir con la cultura misma porque los mexicanos, en general, viven su arte. Están rodeados por eso. Admiro al pueblo mexicano, cómo luchan por su cultura, por sus tradiciones. Creo que sin eso, no tenemos arte”, agregó.