¿En cuántos meses se cura un corazón roto? © He Li

Hace poco mi amiga Paloma terminó una relación de cinco años. Tres de ellos, había convivido con su pareja. Todo parecía ir viento en popa, pero el barco del amor naufragó. Y allí que estábamos intentado sacarla a flote a base de rones (como los buenos bucaneros), cuando dijo: «¿Cuánto tiempo pasará hasta que deje de sentir este dolor?». Silencio. ¿Acaso existe una tabla de equivalencias en las que buscar en cuántos meses se cura un corazón roto en función del tiempo que ha durado la relación?

Y esta era yo intentando hacer cálculos para consolarla.

El pánico se había apoderado de nosotras. Sin embargo, mi amiga Alejandra cogió el timón y zanjó tanto dramatismo con mano de hierro (cual Margaret Thatcher): «Mira Paloma, ni que se te hubiese muerto alguien. A vivir que son dos días. Ya encontrarás a otro».

Sí, adorable gatete, yo también me quedé como tú.
  • ¿Se puede comparar una muerte con un desamor?

Las palabras de Alejandra hicieron que mi cerebro saliera de su letargo alcohólico. ¿Y si fuese lo mismo qué? Fue entonces cuando recordé que mi abuela Simona decía que, tras una decepción amorosa, siempre había que guardar un luto.»Para recuperarte por el amor perdido», sentenciaba.

Bueno, bueno… Un poco de calma que vamos a consultarlo con expertos.

Enredada cual princesa Disney en mis pensamientos, decido acudir al diccionario para comprobar la definición de luto. Ajá. Esta palabra no solo se refiere al signo exterior de pena y duelo en ropas, adornos y otros objetos, por la muerte de una persona, sino también a sentir pena o aflicción. Sin más. Vale. Entonces desde el punto de vista del lenguaje, una persona puede estar de luto por haber roto con alguien. Correcto.

Pero mucho, mucho. Lo sabemos.

Y lo mismo pasa con duelo. Según la RAE, la primera definición de esta palabra es la de dolor, lástima, aflicción o sentimiento. Pero, ¿qué opinan los entendidos en la materia? Paula González, psicóloga experta en relaciones sentimentales, lo tiene claro: «Romper con la pareja es una de las situaciones de duelo más difíciles de superar, por muy extraño que parezca. Piensa que tu pareja no desaparece (como cuando se produce una muerte), sino que sigue su vida, pero sin ti«, sentencia.

Y ahí comienza el sufrimiento.

Vaya, menudo planchazo me he llevado. La verdad es que visto así, tiene sentido. «Cuando un ser querido muere es una pérdida natural, por llamarlo de alguna manera. No hay marcha atrás, nada que podamos hacer», me explica Paula. Pienso en mis rupturas y en todas he sentido que podría haber hecho algo para no llegar a ese punto. Que alguna de las piezas que coloqué en el tablero no fue la adecuada y que por eso perdí la partida.

Lo sé Selena. Cuando quiero soy muy sentimental.

«Ese es el gran problema de las rupturas. Debes enfrentarte al hecho de que la otra persona ya no quiere que estés en su vida. Y eso no es fácil porque te sientes rechazado», me aclara. Cierto.

  • Los tiempos de las rupturas

Pero, ¿cuánto puede durar un duelo amoroso? Paula me dice que ella prefiere no dar datos, que cada uno tarda lo que necesita. Lo respeto, pero busco algún estudio o experto que esté dispuesto a ponerle segundos, minutos, horas o años a este fenómeno. Y así encuentro las palabras de Mario García Almeyda, psicólogo y terapeuta: «El tiempo que dure nuestro duelo está directamente relacionado con el tiempo que nos sigamos aferrando a nuestra expareja. Aunque, en muchos casos, se aferran al recuerdo idealizado de la misma. Algunos teóricos afirman que el tiempo de duelo promedio para aquellas parejas que hayan estado juntas más de siete años es de dos. Y para los que no llegaron a los siete, un año o menos.

Quizá lleva razón Paula y es demasiada presión creer que tienes un determinado tiempo para superar una ruptura para sentirte ‘normal’: «La clave está en no agobiarse y no ponerse un deadline. Se trata de volver a ser feliz, ya sea solo o con otra pareja».

La psicoanalista Mariela Michelena nos ayuda a combatir el desamor a partir de testimonios reales. © La Esfera de los libros.
  • La táctica del ‘clavo saca otro clavo’

Su última frase me recuerda lo poco transigente que soy con las personas que tienen una pareja detrás de otra. Me explico. En mi caso, siempre que he cortado con alguien he estado años sin volver a iniciar una relación seria. ¿El motivo? Necesitaba estar sola (o eso creo). ¿Tenía citas? Sí. ¿Me acostaba con otros? Por supuesto. Sin embargo, algo dentro de mí me decía que aún no era el momento de hacer borrón y cuenta nueva.

Por eso siempre me asombran las personas que tras una relación seria de X años, tarda dos meses en rehacer su vida (aunque lo mismo es envidia, también os lo digo). Siempre he creído que es porque el amor con la otra pareja se habría esfumado mucho antes de cortar. «Uno nunca puede juzgar los sentimientos de los otros. Las personas reaccionan a las rupturas de maneras muy diferentes y las solucionan como buenamente saben, pueden y quieren«, me explica Paula. Vale, vale. Cada persona es un mundo, pero, ¿entonces lo de que un ‘clavo saca otro clavo’ funciona?

¡Qué nervios por favor!

«¡Menuda pregunta!», se ríe. «No hay un remedio universal para los corazones rotos. Hay quien necesita y quiere estar solo un tiempo, otras personas vuelven enseguida a tener citas para olvidarse de su expareja, otros se van de viaje con amigos, otros necesitan que los vuelvan a amar porque no quieren (o pueden) estar solos… No hay una sola fórmula para el desamor», sentencia. Menos mal porque ya me estaba descargando los vídeos de Bricomanía.

En definitiva corazones (que diría Anne Igartiburu), esto no es una carrera contrarreloj. No hay prisa. Además, como bien dice el refranero español: «Nadie ha muerto por amor».