Moda
Uno piensa que no hay nada más ridículo que vestir el mismo conjunto que su hermano gemelo (o no gemelo, o no hermano), ir a tono con el estilismo de su madre y/o el del padre e incluso el de los abuelos, los primos y los tíos, lucir corbata a juego con el vestido de raso de la parienta en las bodas o tener que llevar el mismo uniforme que tu compañero de celda y, de repente… pumba ¡ciclogénesis explosiva! Aparecen los coreanos con el matchy matchy en pareja. Traducido al castellano: novios que deliberadamente preparan sus looks de forma coordinada. Muy coordinada. Demasiado coordinada, quizá.

No se trata de compartir armario, ni de vestir exactamente igual. Es una corriente que nada tiene que ver con la androginia, tan de moda; sencillamente consiste en ir conjuntados hasta el extremo de fusionarse en un mismo ente de estilo.
Estos enamorados son como los mellizos: se parecen porque son orientales hermanos pero no son fotocopias porque no son gemelos. Aunque, a veces, como pasa con las Azúcar Moreno, parece que llevan la misma prenda. Forma parte de su embrujo bandido.
Eso sí, no nos vayamos a confundir: el matchy matchy por amor no es nuevo. ¿Quién ha podido olvidar el lookazo denim de Britney Spears y Justin Timberlake que posteriormente homenajearon Katy Perry y el rapero Riff Raff? El que lo haya hecho no tiene perdón. O la aparición de Kim Kardashian junto a su marido Kanye West, ambos de negro con botones como monedas de oro. Nadie en su sano juicio ha borrado esta imagen de su cabeza, y menos en España, porque después la Reina Letizia le copió el vestido-esmoquin a Kardashian. Fuerte #CopyLeti.

Siendo justos, los coreanos poseen un rasgo distintivo que les hace únicos: su obsesión, su incapacidad para salir a comprar el pan sin ir combinados. Cuenta la leyenda que un miembro de una pareja matchy matchy lo intentó y ahora es agorafóbico. Lo juro. Prueba de ello son @coutotheple que, como no encontraban más ropa melliza para lucir en Instagram, han sacado a la venta su propia línea para parejitas conjuntadas. ¿Cómo no adorarlos?
