Dior no defrauda, eso ya lo sabemos. Incluso en las circunstancias vividas este último año y medio, la casa francesa nos ha seguido haciendo soñar, desfile tras desfile, propuesta tras propuesta.

Hoy se presentaba su colección Alta Costura, la primera presencial desde que se desatara la crisis sanitaria que todos vivimos, y una vez más su directora creativa, Maria Grazia Chiuri, nos ha hecho soñar llevándonos de la mano a un bosque de ensueño. Hace apenas escasas semanas, Dior nos llevaba de viaje a Grecia para vivir un desfile espectacular de su colección Cruise 2022, y hoy la Alta Costura ha regresado y lo ha hecho en el Museo Rodin de París, donde la artista francesa Éva Jospin han convertido la pasarela en una recreación de la Sala dei Ricami del Palazzo Colonna de Roma, decorada con bordados artesanales.

Desde siempre el bordado ha sido uno de los códigos de la maison, y en este colección toma protagonismo en piezas únicas y delicadas, repletas de detalles que deslumbran y nos hacen no saber bien cuál de todo lo que vemos desfilar es nuestro favorito. Por esa pasarela recubierta de bordados han desfilado vestidos con sus magníficos pliegues, trenes y cadenas tejidas a mano que componen patrones en el cuerpo.

La alta costura despierta deseos insospechados y revela la existencia de lo que no conocíamos. Como la vanguardia, hace visible lo que no se ve. A través de una mezcla de arte y savoir-faire extraordinario, define los anhelos de un mundo en medio de una profunda transformación (comparten desde Dior)

La mítica silueta New Look, que supuso un antes y un después en la moda, está presente en esta colección a través de volúmenes, cinturas altas y por supuesto su Bar Jacket, siempre marcando la historia de la casa de modas. Junto a ello, y a los bordados, telas preciosas conviven con tejidos más clásicos como el tweed (algo habitual ya en Dior) y con otras propuestas más arriesgadas y casi futuristas, como la rejilla. El tul, uno de los nuevos códigos de Maria Grazia y Dior, también está presente, porque en los cuentos de hadas, no pueden faltar vestidos de ensueño.

El libro ‘Threads of life’ (‘Hilos de la vida’) de Clare Hunter, artista textil, ha sido fundamental para esta colección y nos ha permitido adquirir una conciencia crítica de la materialidad del bordado y del valor esencial del tejido, tan queridos por Maria Grazia Chiuri, porque transmiten memoria, gestos de protección, cuidado y protesta (afirman desde Dior)

Mangas abullonadas, gabardinas, capas con capucha en donde las curvas de la silueta femenina es más que presente. Drapeados, encajes, conjuntos dos piezas y por supuesto vestidos largos, suaves que vuelan por la pasarela, tejidos sinuosos y líneas que nos recuerdas a las diosas romanas, en tonos empolvados como el nude, el rosa e incluso el azul más romántico.

«La alta costura despierta deseos insospechados y revela la existencia de lo que no conocíamos. Como la vanguardia, hace visible lo que no se ve. A través de una mezcla de arte y savoir-faire extraordinario, define los anhelos de un mundo en medio de una profunda transformación«. Así define la casa francesa la Alta Costura, su Haute Couture en donde el savoir faire francés y la herencia italiana de Maria Grazia se fusionan en una colección

Si te perdiste el desfile, puedes volver a verlo completo aquí:

*IMÁGENES: cortesía Dior