Son las 10 de la mañana. Estamos a 30 de Julio de 2022 y he venido a pasar el día en el café y en la tienda pop up de Dior, en el restaurante Sundara, del hotel Four Seasons at Jimbaran Bay, en Bali.

A la sombra de una tela gigantesca en toile de Jouy estampada de la colección Dioriviera, observo el mar de la costa de Jimbaran. Estoy rodeada de los clientes de la alta sociedad indonesa, y, mientras tomo un sorbo de un café que lleva el logo de una de las maisons parisinas más icónicas de la historia de la moda, pienso que ‘el lujo de los veranos en la riviera francesa debe saber a esto’.

El camarero me sonríe, mientras deja en mi mesa un delicioso Mille-feuilles de frambuesa. Con delicadeza, aparta las servilletas marcadas con las siglas de la firma, para poder dejar el plato en su sitio. Una pareja procedente de Jakarta saborea un plato de pescado y una ensalada que les acaban de traer (en Indonesia, lo que se come en el desayuno no se diferencia de la comida ni de la cena ).

Sus platos tienen tan buena pinta que pienso en copiar su elección. El menú del café pop up de Dior es de edición limitada. ¡Hay que aprovecharlo!

Una chica me llama la atención, ya que aparece con unas cuatro bolsas relucientes. Su enorme sonrisa refleja su alegría por haberse comprado ‘lo último’ de la colección más sporty-chic del año. Ya está: me he vuelto a despistar. Le doy otro mordisco al Mille-feuilles y, descalza (estamos en Bali, no soy tan rara), me adentro en la tienda pop up de Dior, situada en un lateral del café-terraza.

De repente, ya no estoy en Bali. Me teletransporto a l’avenue Montaigne con solo unos pasos y mis pies me llevan, casi de forma automática, hacia unas sandalias rosa flúor con tiras estampadas sport de la colección Dioriviera del verano 2022 que me dejan enamorada. Toda la tienda expone la colección y, tanto los accesorios como las prendas de swimwear me hacen replantearme mi minimalismo isleño fashion.

Tras disfrutar de mi desayuno, decido bajarme a la piscina. El restaurante Sundara, que acoge el café y la tienda efímeros durante unas semanas, puede presumir de tener la mayor piscina de Bali en primera línea de playa. ¡Y es impresionante! Sus 57 metros de largo han sido customizados con los prints de la colección de Dior, que cubren los azulejos de su fondo (y son el resultado de 4 días de trabajo) y dos colchonetas de la marca flotan sobre sus aguas.

Además, todas las camas balinesas, los cojines y las tumbonas que la rodean también llevan el sello de la colección, al igual que unas cuantas estatuas de animales selváticos situdados en distintos puntos del lugar. ¡Todo un lujo en clave tropical! Decido quedarme hasta el atardecer, por eso de que ‘estas cosas solo se viven una vez’. Y reflexiono sobre Bali, su evolución, y sobre todo lo que esta isla sabe ofrecer. ¡Bien lo sabe Dior!

Y es que Bali no ha decidido ni quedarse dormida, ni ceñirse a ofrecer experiencias ‘clásicas’ a sus turistas. La isla es un hervidero de proyectos inovadores, de experiencias y de hoteles que se convierten en destinos por sí solos. El hotel Four seasons de Jimbaran es uno de esos hoteles. Su constante esfuerzo por inovar y ofrecer experiencias únicas y de lo más especiales se transmite una vez más, con esta colaboración tan ideal.

El turismo está cambiando, tras unos años muy retadores para el mundo y para la industria, y este tipo de proyectos son los que piden unos viajeros cada vez más exigentes. El traslado efímero del microcosmo de Dior a las playas de Bali es, sin duda, toda una experiencia. Y merece la pena vivirla. Vaya que si merece la pena.

*Puedes visitar la tienda-café pop-up Dioriviera en Bali hasta el 12 de Agosto de 2022.