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“Una quinta parte de nosotros interrumpe el sexo con su pareja para leer un email o contestar una llamada de teléfono” , afirma el periodista canadiense Carl Honoré, autor del libro Elogio de la lentitud, el best seller que le encumbró como gurú del movimiento slow. El experto asegura que nuestra sociedad se ha contagiado con el “virus de la prisa. No solamente en el despacho o en el trabajo, también cuando leen cuentos a sus hijos o hacen el amor con su pareja… Es algo que nos afecta a todos”.
Un 40% de los trabajadores piensa en abandonar su empresa y el 41% se muestra insatisfecho con el equilibrio de la vida profesional y personal. El llamado efecto blurring o ausencia de separación entre estos dos ámbitos. Además, un 37% de los empleados asegura sentirse muy estresado en el trabajo.
En 2003, el estrés sustituyó al dolor de espalda como la principal causa del absentismo laboral, cuenta en su libro Carl Honoré. Un problema cuyas consecuencias han llevado al extremo en Japón, donde han acuñado un término, karoshi, para referirse a la ‘muerte por exceso de trabajo’, que en 2001 se cobró 141 vidas. “Si estás súper estimulado, si nunca desconectas, no puedes vivir el presente”. Tampoco tienes tiempo de soñar o reflexionar sobre tu vida . “Somos adictos a la velocidad y superar esta adicción lleva su tiempo”, concluye Honoré. No se puede ralentizar rápidamente, pero tenemos las 20 claves de Carl Honoré para iniciarte en el movimiento slow.
Movimiento Slow life
1. Respira. Cuando sientas ansiedad, para y haz unas respiraciones profundas. Tiene un efecto calmante instantáneo entre cuerpo y mente.
2.Control de velocidad. Escoge algunos momentos a lo largo del día para parar y preguntarte si estás actuando de manera acelerada. Si es así, realiza unas respiraciones profundas y retoma la tarea más lentamente.
3. Come bien. No lo hagas en tu mesa de oficina. Incluso si sólo tienes 20 minutos, toma un sándwich en la cafetería o parque más cercano.
4. Usa los espacios slow. Muchas empresas han creado espacios para relajarse: practicar yoga, meditación, rezar o incluso dormir la siesta. Si en tu oficina hay uno, úsalo. Si no, propón su creación.
5. Bloquea unas horas a la semana sin planes. Cuando llegue el momento, haz lo que te apetezca o disfruta de no hacer nada.
6. Medita. La meditación es una poderosa herramienta para disminuir la velocidad. Frena el estrés, promueve la calma y agudiza la concentración. Serás más feliz y creativo.
7. Haz puzzles. Extiende las piezas del rompecabezas y observa cómo se convierten en un oasis zen para todo el que pasa a tu lado.
8. Haz descansos. Por cada hora de trabajo, tómate un respiro. Si es necesario, ponte una alarma que te lo recuerde. Pero sé flexible, si estás en medio de una tarea o pensamiento importante, pospón el descanso hasta que estés listo.
9. Crea tu lista ‘not to-do’. ¿Puedes cancelar la reunión? ¿Posponer la cena? Traslada estas tareas a tu listado ‘not to-do‘ y continúa con el resto.