Gisele Bündchen dio a luz a su primer hijo, Benjamin, en la bañera de casa. Y no es la única: Julianne Moore, Meryl Streep, Pamela Anderson o Demi Moore también pueden presumir de experiencias similares. En España, sin embargo, la alternativa de parir en casa es una opción minoritaria: en 2013 apenas 800 mujeres se decantaron por esta opción. Aquí existe cierto recelo entre parte de los profesionales de la sanidad, una mentalidad que va cambiando, eso sí, conforme aumenta la cifra de partos fuera del circuito convencional.

En 2010 el colegio de enfermería de Barcelona publicó una guía para atender el parto en casa en la que se explicaba que no era algo tan excéntrico en el entorno presuntamente civilizado: en Holanda una de cada tres mujeres no da a luz en el hospital; ambas opciones están cubiertas por la sanidad pública. En Reino Unido la mujer elige si quiere parir en el hospital, en su domicilio o en una casa de partos con muy baja intervención (las tres alternativas también quedan cubiertas por la sanidad pública). Algo parecido sucede en Dinamarca, donde se ofrece el parto en casa como una elección más.

Entonces, ¿por qué en nuestro país la práctica está tan rodeada de mitos y desconocimiento? Hoy desmontamos algunas de las leyendas urbanas más comunes:

Patricia Ramos dando a luz en casa. © Estefanía Abad

1. LAS DOULAS SON LAS RESPONSABLES DE LOS PARTOS EN CASA: FALSO

Cuando algunos piensan en parto en casa piensan en hippies dando a luz en medio de un salón, rodeadas de velas aromáticas y con doula al lado, «una flipada que se limita a acariciar la espalda y cobrarles 1.500 euros [sic]». Lamentamos estropear el chiste, pero las doulas no atienden partos. Los alumbramientos en casa los atienden, por norma general, una o varias matronas. Ellas son las que deciden si efectivamente el parto puede llevarse a cabo en casa o no y, una vez metidos en faena, las que toman las decisiones médicas. Valoran la necesidad de acudir al hospital en caso de anomalías en la frecuencia cardiaca del bebé o si hay hemorragia postparto.

Nada de conocimientos de dudosa procedencia o rigor científico: la de matrona es una especialidad de los estudios universitarios de enfermería. Además, muchas veces son las propias profesionales que atienden en hospitales las que también lo hacen en las casas. Tal es el caso de Raquel Luque, que compagina su trabajo en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza con la atención de partos en casa: «Mi trabajo como matrona es intentar, además de garantizar la seguridad, que la mujer tenga el parto que desee, con la información adecuada», explica. «Me adapto a lo que quieren: si es epidural, se lo intento dar; si quiere vivir el parto de manera más activa, pues lo mismo», añade la matrona, que confirma que los partos en casa no se producen al margen de la sanidad.

  • Entonces, ¿qué son las doulas?

Contra ellas se han vertido acusaciones hasta de canibalismo (¡!), pero las doulas ni atienden partos, ni tampoco comen bebés. Como explican desde El parto es nuestro, «una doula es una persona, generalmente una mujer, que informa y acompaña en el proceso vital de la maternidad». La doula no es una matrona, no atiende partos, no hace diagnósticos, no realiza terapias ni recomienda tratamientos; son mujeres que ofrecen soporte emocional para afrontar el dolor del parto sin medicación y que colaboran en cuestiones logísticas tras dar a luz. Tan simple como eso. En España la profesión no está oficialmente reconocida.

Una doula realizando su trabajo tras el parto.

2. LAS QUE DAN A LUZ EN CASA NO CREEN EN LA SANIDAD: FALSO

«Dar a luz en casa no está reñido con la sanidad. En casa te atiende un sanitario que tiene recursos que utilizaría igualmente en un hospital: puede ponerte una vía, administrarte medicación si hiciera falta, controlar la frecuencia cardíaca del bebé… etc. Obviamente en sus funciones también está decirte cuándo no está indicado el parto en casa», explica la Doctora Carmen Vega, médico de familia y madre de cuatro hijos que nos cuenta entre risas que ella es «de esas locas» que ha dado ha luz ¡dos veces! en casa.

La periodista Diana Oliver ha tenido recientemente a su hijo Leo en casa y añade que eso no quita para que no se salte ni una de sus citas con el médico: «Durante el embarazo he seguido todas y cada una de las pruebas. Me he hecho mis ecografías, me he vacunado de la tosferina, he vacunado a mis hijos… De hecho cuando Leo nació en casa recibió los mismos tratamientos que en el hospital: test de Apgar, colirio en los ojitos, vitamina K, le pesaron, midieron…», aclara.

Aquí somos muy fans de la sanidad.

3. LAS QUE DAN A LUZ EN CASA SON UNAS HIPPIES: FALSO

Como en todo en esta vida: habrá personas muy místicas y otras que no. ¿O decimos que como Cindy Crawford parió en casa todas las que lo hacen son modelos?

Ni de coña, bonita.

Las mujeres que dan a luz en casa son personas normales en su mayoría, que seguro que alguna rarita también habrá, como en las mejores familias. Tampoco tienen por que ser especialmente místicas. Patricia Ramos, productora de televisión, cuenta con humor cómo se desarrolló su segundo parto en casa: «En el parto de Martina estábamos todos en silencio. Eran las 4 de la mañana cuando decidimos hinchar la piscina. ¡Y menudo escándalo montamos! El motor empezó a hacer mogollón de ruido y a esas horas… ¡imagina! Nos empezamos a reír pensando que vendría cualquier vecino».

La matrona Raquel Luque apunta: «Aunque no tengo estadísticas, en mi experiencia las mujeres que paren en casa suelen ser universitarias o con un alto nivel cultural, capaces de recabar información, y tomar una decisión consciente. Una decisión que, por cierto, se toma muy a contracorriente, muy mal vista para sus familias».

Patricia Ramos recibiendo a Martina en casa. © Estefanía Abad

4. EL PARTO EN CASA ES EN EL AGUA: FALSO

El agua es una manera de ayudar a soportar el dolor en los partos sin anestesia, pero no es una práctica exclusiva de los partos en casa: hay varios hospitales públicos y privados que ya ofrecen la dilatación en el agua.

«Yo no me sentía cómoda imaginando un parto en el agua. Yo quería movimiento y eso es lo que tuve. Un parto respetado en el que hubo libertad de movimiento, acompañamiento, intimidad«, recuerda Diana Oliver. En realidad la única premisa de un parto en casa es que la mujer ha de elegir cómo se encuentra más cómoda. 

Patricia Ramos cuenta cómo se metió en el agua para aliviar las contracciones, pero su necesidad de moverse le hizo salir para terminar dando a luz en la cama: «Con mi tercera hija, con una señora piscina en el salón pensaba que terminaría ahí, pero tampoco fue así. Sentí la necesidad de irme a mi cama. Está claro que mis hijas son de secano», bromea.

El agua es una opción, nada más.

5. TRAS EL PARTO TE COMES LA PLACENTA: FALSO

Comer la placenta es algo que al común de los mortales nos da un asco que te cagas no nos seduce demasiado. Que te dicen así en abstracto que si quieres carne, pescado o placenta y por lo último no te decantas, vamos. Para unos comer la placenta tiene muchos beneficios y otros como Julio Basulto lo desaconsejan. Pero para Oliver, «la placentofagia es el gran mito del parto en casa junto a otros como vegetarianismo, homeopatía o no vacunación. ¿Van emparejados? Rotundamente NO. De hecho en un hospital también tienes derecho a hacer con la placenta lo que te dé la real gana».

Algunas de las personas que hemos entrevistado para este reportaje lo hicieron, otras no e incluso alguna de las que han repetido han hecho algo diferente en cada uno de sus partos. Es el caso de Patricia Ramos: «Culturalmente no me sentía a gusto con ello y en el parto de mi segunda hija (mi primer parto en casa) no lo hice; rechazaba completamente la idea. En cambio, cuando nació mi tercera hija sí que me apeteció hacer la prueba».

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NECESITAMOS saber a qué diantres sabe. Nos lo cuenta Gisela Soroka valiente, que eres una valiente, que terminó dando a luz en su estrecha bañera: «Si te soy sincera, no sabría decirte muy bien a qué sabe. Te ponen un trocito mínimo, la mitad de una cucharita de café, en un batido enorme de frutas. Lo único que se nota es un color rojizo en el batido, pero si no te lo dicen ni te enterarías. Además, ¿no comemos carne y vísceras de animales que no conocemos constantemente?». Errrrr sí pero todo para ti .

La prueba gráfica de que Gisela tomó batido de placenta.

6. LAS QUE ELIGEN ESTA OPCIÓN SON UNAS INCONSCIENTES: FALSO

Dar a luz en casa sigue siendo en España una opción minoritaria y poco entendida: «Algunas hasta optan por ocultárselo a sus familiares y presentárselo como hechos consumados», reconoce la matrona Raquel Luque. Quizá porque las mujeres que se deciden por esta opción tienen que escuchar desde el minuto uno que son unas inconscientes.

Cuando la videobloguera Verdeliss compartió un vídeo en YouTube en el que explicaba su decisión de dar a luz en casa a sus mellizas recibió miles de comentarios, algunos bastante apocalípticos, la mayoría, juzgando su decisión. Patricia Ramos, con mucha sorna dice: «Cuando le contaron a mi padre que iba a dar a luz en casa dijo ‘Imposible, mi hija no es una inconsciente de esas’. Y era verdad. Di a luz en casa y creo que nunca he estado mejor informada que cuando tomé esa decisión». La Dra. Carmen de la Vega recuerda algo similar: «Mis padres también se echaban las manos a la cabeza, sobre todo la primera vez, pero al ser yo médico les podía rebatir con estudios científicos y eso les tranquilizó… algo».

¡Hagámoslo!

7. DAR A LUZ EN CASA NO ES SEGURO NI PARA LA MADRE NI PARA EL BEBÉ: FALSO

Los datos no dicen eso: «Los estudios científicos que disponemos en la actualidad indican que dar a luz en casa es igual de seguro para madre y bebé que hacerlo en el hospital (en el sentido de mortalidad) pero que además, los bebés que nacen en su domicilio tienen menos riesgos de intervenciones del parto como ventosa, forceps, cesárea, etc.», relata la Dra. Carmen de la Vega. ¿Y en qué circunstancias se aconseja el parto en casa? Siempre en partos de bajo riesgo. En principio no es la opción aconsejada para partos con el bebé de nalgas o con algún problema durante la gestación. Tampoco si la distancia a un hospital es demasiado.

8. DAR A LUZ EN CASA ES UNA OPCIÓN PARA TODO EL MUNDO: FALSO

El debate no está en si las mujeres deberían dar a luz en casa. Nadie niega los avances de la ciencia ni la necesidad de los hospitales, faltaría más, pero sí sería interesante que ambas opciones pudieran coexistir, para que cada cual decidiera. «Entran en juego varias cuestiones: que se den los requisitos de seguridad y que la mujer esté realmente informada y segura de su decisión. No se trata de parir en casa a toda costa, se trata de informarse y, con esa información, ser libre para poder decidir. Influye también si tu pareja te apoya y tus prioridades económicas. En nuestro caso lo teníamos claro, ya prescindiríamos de otras cosas», recuerda Oliver.

Lo dice Chris Pratt y lo dice Alaska: ¿a quién le importa (dónde des a luz)?