Aunque jugando un poco con las fechas (hubo rumores de que la celebración sería en abril), Beatice Borromeo y Pierre Casiraghi por fin se han dado el ‘sí, quiero’. El primero de dos, concretamente, ya que la periodista y el hijo de Carolina de Mónaco han decidido disfrutar (a pares) de su gran día con dos eventos: uno civil en Mónaco y otro religioso en Italia (el próximo fin de semana). ¿Que estamos indecisos sobre el dónde celebrarla? Pues ea, ni para ti ni para mí, ¡una boda para cada uno!

Beatrice y Pierre junto a Carolina en un evento monaguesco el pasado 11 de julio. © Cordon Press
Beatrice y Pierre junto a Carlota en un evento monaguesco el pasado 11 de julio. © Cordon Press

El pasado sábado 25 de julio, los Grimaldi se pusieron sus mejores galas (como si no las llevaran todos los días, a todas horas) para acompañar a Pierre (27) y Beatrice (29) en su día más especial. De carácter íntimo, los novios solo quisieron reunir a 70 invitados durante el enlace, entre los que se encontraban familiares de ambos: Carlota, su pareja y su hijo Raphäel estuvieron entre ellos. La hermana del novio, eligió para la ocasión un vestido de largo cóctel estampado en blanco y rojo, zapatos nude y pamela.

Aunque, si nos vamos a poner a hablar de vestidos, mejor hacerlo centrándonos en el gran protagonista de la jornada, un diseño etéreo en seda, de color rosa palo firmado por Valentino. El secreto mejor guardado vio la luz a través de la cuenta de Instagram de la casa italiana, primero en forma de boceto y, después, en una instantánea que celebraba el enlace de la pareja, ya como marido y mujer, saludando desde el balcón.

© Valentino
© Valentino

«La casa de Valentino se complace en anunciar que Beatrice Borromeo vistió un Valentino Alta Costura diseñado por los Directores Creativos de la firma, Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, para su boda con Pierre Casiraghi el 25 de julio en el Palacio de Mónaco. El vestido fue creado en seda rosa palo y encajes dorados», escribieron desde la firma junto a la imagen.

Desde primera hora de la mañana comenzaron las celebraciones en el Principado. Antes del enlace, Paola Marzotto, madre de Beatrice, organizó un desayuno para los invitados en el Hotel Fairmont, donde se alojaban los familiares cercanos de la pareja. Con el estómago lleno y a 3 kilómetros de allí, en el Palacio de los Grimaldi, todos ellos asistieron al primer ‘sí, quiero’, de Pierre y Beatrice. El ministro de Justicia de Mónaco, Philippe Narmino, fue el encargado de oficiar una ceremonia civil que apenas duró 20 minutos.

El boceto del vestido, compartido también por la casa italiana en sus redes sociales. © Valentino
El boceto del vestido, compartido también por la casa italiana en sus redes sociales. © Valentino

A eso de las 12, los jardines del Palacio recibieron a los novios y a sus invitados, que ascendían a esta hora a unas 500 personas. La primera de las fiestas post-enlace era de carácter distendido: un picnic al estilo monaguesco a modo de convite, con juegos tradicionales como la cucaña o la petanca. Para no desentonar, los novios y sus allegados vistieron trajes regionales. Tras unas horas de diversión al aire libre, los recién casados abandonaron el palacio en un Bentley blanco que conducía Pierre, amante del motor, con su mujer en el asiento del copiloto.

Al caer la noche, los novios y su troupe nupcial se reunieron en el Hotel de Paris para cenar en clave más formal. Beatrice, brillante una vez más, eligió un diseño con falda voluminosa blanca y detalles en plata que podría asemejarse a otra de las piezas Alta Costura de Valentino para este verano:

Al parecer, la novia lució un vestido que podría ser ese, también de Valentino  Alta Costura. © Mondadori Photo
Al parecer, el vestido de noche de la novia podría haber sido también de Valentino Alta Costura. © Mondadori Photo

Para el fin de fiesta, un nuevo traslado hasta Jimmy’z, el club nocturno más selecto del Principado. Allí, seguro, bailaron hasta dolerles los pies, como ya hicieron hace unos meses en el Baile de la Rosa a ritmo de Lily Allen (demostrándonos que, junto a Carlota, llevan la etiqueta cool por excelencia de todo Móncaco).

Ahora, tendremos que esperar hasta el próximo sábado para conocer los detalles del enlace religioso, que se celebrará en el lago Manggiore, en una de las islas que posee la familia de Borromeo al norte de Italia. Y entonces, por fin, podremos empezar a comprobar si Beatrice se mantendrá fiel a sus valores y a su oficio como periodista ahora que en su dedo anular viste un anillo de los Grimaldi