La 59ª edición de los premios Grammy nos tuvo en vela bueno, a vosotras no, solo a mí por una muy buena razón (aunque no la única). ¡Ver la primera actuación de Beyoncé tras anunciar embarazo! Y no defraudó. No solo porque cantó dos temas durante una performance de lo más preciosista y cuidada que se ha visto en mucho tiempo, sino porque la encargada de presentarla fue su madre, Tina Knowles.

Normal que estés orgullosa, cari.

Tras este momento tan adorable, Beyoncé comenzó un mini-show de nueve minutos donde interpretó las baladas Love Drought y Sandcastles.

Impresionante.

Con un vestido que nos recordaba a Las mil y una noches (pero en versión cuqui-embarazada) y con el que nos dejó ver su más que incipiente barriguita, Beyoncé  sorprendió con un show alejado de saltos, cabriolas y poses sexys. Normal, lleva dos seres vivos en su interior.

Así pues, la diva se sentó en una silla que se movía al borde de una enorme mesa copada por más de una docena de bailarinas.

¿Creías que era broma lo de la silla?

Y después, a otra… (el caso era estar cómoda)

Esta vez no se movía. Menos mal.

Sin embargo, Beyoncé demostró que su éxito no se basa en sus bailes, sino en su voz. Y de eso va sobrada. Además, el look que utilizó le daba un aire de diosa de otra esfera que nos encanta. (Y que puede que copiemos para carnaval).

Nadie como ella para lucir un estilismo tan complicado y original.

Y sí, reconozco que hubo un momento en el que creí estar ante uno de los números musicales de la película de Disney, Hércules.

Aquí Bey con sus bailarinas…
… y aquí las bailarinas de Hércules.

Una vez terminada la actuación, Beyoncé miró a un lado y mandó un beso a su marido, Jay-Z, y su hija, Blue Ivy, quienes la miraban embobados. ¡Puro amor!

Mira que es dulce.

Y sí, claro que voy a ponerte la fotografía de Blue Ivy, quien, además, iba vestida con un traje de Gucci tributo a Prince (¿se puede ser más molona? Ya te lo digo yo: no).

Ojito al bolso de purpurina que lleva.

Y sí, por supuesto que también te dejo el vídeo al completo para que lo disfrutes una y otra vez.

Pero la actuación de Beyoncé no fue el momento más comentado de la noche. Y no porque no fuera lo suficientemente buena, sino porque, una hora más tarde, Adele cometía un tremendo error durante el homenaje al cantante George Michael.

Al empezar la música, la británica comenzó a cantar pero no encontraba el tono. Sin dudarlo (y con cara de circunstancias) paró y dijo: «Lo siento. Tengo que empezar otra vez. Él no se merece este desastre. Jod*r. Y me disculpo también por la palabrota».

Una vez terminada la actuación, el público se deshizo en aplausos hacia la cantante, pero Adele no pudo más que contener las lágrimas.

Si a Rosa de España le pasó y se lo perdonamos, a ella también. Punto.

¿Lección? Hasta una diva con una voz angelical puede tener un mal día. Pero como dicen en el mundo del espectáculo, the show must go on y estos son los otros 10 momentazos que nos dejaron los Grammy.

1. El ‘apolillado’ tatuaje de Lady Gaga

Una polilla gigante en la espalda. Como lo lees. Tras publicar una fotografía en Instagram y Twitter de su nueva adquisición en la piel, la cantante lo lució con orgullo sobre la alfombra roja.

Tu madre, seguramente, no lo aprobaría. La suya, no sabemos. © Getty Images

El motivo de este diseño habría sido su colaboración en la gala junto al grupo Metallica, cantando Moth Into Flame, el último hit de la banda de rock.

Y aunque llegó de las últimas a la alfombra roja (las divas siempre llegan tarde), tuvo tiempo de interrumpir a Celine Dion durante una entrevista, saludarla y hacerle el gesto de la paz.

Señores y señoras, hay dos divas en la sala.

Y Celine, que es muy educada, le dedicó unas palabras.

A esto se le llama tener clase.

2. Katy Perry es la ambición rubia del pop (bye,bye, Madonna)

Con un vestido de Tom Ford que ya quisiéramos nosotras tener en nuestro armario que nos lo pusiésemos ya es otra cosa, la cantante presumió de rubio platino. ¿Por qué este cambio? “Era el único color de pelo que me quedaba por probar”, confesó. Y bromeó con un “todavía no me he rapado la cabeza”.

¡Ni se te ocurra! Aunque seguro que le queda bien…

Y su actuación, aunque no tan esperada como la de Beyoncé, fue de las mejores de la gala. Atentas a su puesta en escena y al vestuario. Pop en estado puro.

3. La petaca de Rihanna

Vale que la gala se hace cuesta arriba porque son varias horas, pero de ahí a beber algo que no sea un té hay un paso. Pues Riri no piensa igual. La de Barbados quiso mantenerse hidratada y decidió llevarse la petaca para no gastar. Telita.

Y si creéis que somos unas mal pensadas por sospechar que lo que hay dentro de la petaca no es agua, aquí una frase de Riri que aclarará vuestras dudas.

4. ¿Una piscina de bolas para Blue Ivy?

No. Era una persona. Vaya, una chica que se vino arriba con las manualidades. Otra idea para carnaval.

Original es. Pero para unos Grammy… como que no.

La valiente que luce este diseño no es otra que la cantante Girl Crush. ¿Cómo pudo sentarse durante la gala? Un auténtico misterio. ¿Quién es el autor de esta creación? Ni lo sabemos ni creemos que quiera que su nombre salga a la luz. Bendito anonimato.

5. Twenty One Pilots, en ropa interior

“Si algún día ganamos un Grammy, lo recogeremos en calzoncillos”. Dicho y hecho. El dúo formado por Tyler Joseph y Josh Dun tiró sus pantalones al suelo y presumió de piernas para recoger el premio a mejor actuación en grupo. ¡Bravo!

Así se los quitaron…
… y así recogieron el premio.

6. Demi Lovato Kardashian

Es oficial. La cantante lleva tiempo mutando en una Kardashian (no tenemos muy claro en cuál) y su llegada a la alfombra roja nos dejó claro que en breve podrá pasar por una de ellas (de espaldas). Atentas.

No me digáis que no, por favor. © Getty Images
No te enfades cuqui, que para decir palabrotas ya está Adele.

7. Adele le pide a Beyoncé que sea su madre

Tras arrebatarle varios de los premios a los que ambas optaban, la británica le dijo a Queen B: «Te quiero tanto que quiero que seas mi mamá».

¡Y nosotras! A la cola, guapa.

Y Beyoncé le devolvió el piropazo.

Es más maja que las pesetas.

8. Los padres de James Corden, dos ligones empedernidos

Cuando el presentador quiso agradecer a sus progenitores que estuvieran en la gala apoyándole, ¡sorpresa! Heidi Klum estaba sentada sobre las rodillas de su padre

¡Qué pillín!

…mientras que su madre hacía lo propio sobre las de Nick Jonas.

¡Qué pillina!

9. El vestido pro-Trump de Joy Villa

El diseñador Andre Soriano realizó este diseño en exclusiva para la cantante y compositora, quien defendió poder expresarse libremente a través de su vestuario.

10. Solange Knowles gana su primer Grammy

Va a tener complicado superar a su hermana, pero Queen B estará muy orgullosa de ella. Solange se llevó a casa el premio a Mejor performance R&B por Cranes In The Sky (uno de los muchos Grammy que se anuncian horas antes de la gala ‘oficial’). Un momento que no olvidará nunca, no como su look en la alfombra roja que se nos ha quedado clavado en las retinas. Poneos unas gafas de sol para observarlo.

Llamativo es un rato, pero bonito… © Getty Images

Ah, que con tanto jaleo se me olvidaba. Adele hizo pleno y se llevó a casa los cinco gramófonos a los que estaba nominada: Mejor grabación por Hello, Mejor canción por Hello, Mejor álbum por 25,  Mejor álbum de pop vocal por 25 y Mejor interpretación de pop solista por Hello. Beyoncé, que optaba a nueve premios, solo consiguió dos: el de Mejor video musical por Formation y Mejor álbum urbano contemporáneo por Lemonade.

  • Y, además, una alfombra roja en la que triunfaron los excesos y la incorrección:

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