Tras el ‘primer presidente negro de la historia’, los estadounidenses, en un giro de guión digno de las mentes más perversas de Hollywood, han elegido al ‘primer presidente misógino de la historia’ (al menos de la historia reciente). O por lo menos al primer presidente abiertamente misógino, porque hombres que odian a las mujeres liderando países habrá muchos, de eso no cabe duda, pero nadie hasta ahora había hecho alarde de ello con la impunidad de Trump.

Y ahí está el verdadero problema: en que el líder del peluquín ha ganado no pese a sus declaraciones machistas, si no gracias a ellas. Porque, que a nadie le quepa duda, Trump no es la enfermedad, es solo un síntoma de una sociedad que nunca ha llegado a curarse de una dolencia que se llama machismo y que nos lleva afectando ya durante varios milenios.

Una masa de casi 60 millones de personas (que vendrían a ser todos los habitantes de España y Portugal juntos) está de acuerdo con la mentalidad del nuevo presidente. Un hombre que en 30 años frente a las cámara se ha despachado a gusto retratando una ideología en la que aquello del ‘pussy’ es de lo más suavecito.

Donald junto a su actual esposa (y ya primera dama), Melania. © Cordon Press
Donald junto a su actual esposa (y ya primera dama), Melania. © Cordon Press
  • “Tengo días en los que, vuelvo a casa y, no quiero sonar demasiado chovinista, pero si vuelvo a casa y la cena no está lista, me subo por las paredes”, revelaba en una entrevista en 1994 con ABC News.
  • “Creo que poner a una esposa a trabajar es muy peligroso. Cuando ellas se convierten en la estrella la diversión para mí termina. Es un proceso de creación, casi como construir un edificio. Es muy triste”, se lamentaba en la misma intervención en ABC News, dejando muy clara su visión sobre el papel de cualquier amante esposa en un matrimonio.
  • “Hay básicamente tres tipos de mujeres: la buena mujer que ama mucho a su futuro esposo pero se niega a firmar un acuerdo prenupcial porque le quiere solo para ella. Esto lo entiendo, pero el hombre tiene que tomar el control pese a ello. La mujer calculadora que se niega a firmar el acuerdo porque está esperando a aprovecharse del pobre que tiene entre sus manos. Y luego está la mujer que firmará rápida y abiertamente para dar un golpe rápido y quedarse con el dinero que se le ofrece”, sintetizaba el sabio Donald en el capítulo dedicado a acuerdos prenupciales de su manual de vida Trump: The Art of the Comeback.
  • “Belleza y elegancia, ya sea en una mujer, en un edificio o en una obra de arte, no es solo algo superficial”, filosofaba en otro de sus libros Trump 101: The Way to Success.
  • “Nunca le compraría a Ivana joyas o cuadros decentes. ¿Para qué darle activos negociables?”, confesaba en una entrevista a Vanity Fair en 1990. En 1991 Ivana, su primera esposa, pedía los papeles del divorcio.
  • “Sabes, en realidad no importa lo que escriban de ti, siempre que tengas un buen culo, joven y hermoso, a tu lado”, comentaba en la revista Esquire en 1991, mientras hablaba sobre los medios de comunicación.
  • “Si Ivanka no fuera mi hija, probablemente saldría con ella”, se le escapaba en el programa de televisión The View en el 2006.
  • La violencia sexual en el ejército está completamente justificada porque, ¿a quién se le ocurre juntar a hombres y a mujeres? ¡¿A qué mente loca?!

  • “A ver, podríamos decir lo políticamente correcto, que la apariencia no importa, pero evidentemente que sí. Como si fueras a tener este trabajo si no fueras guapa”, le explicaba a una periodista en Last Week Tonight.
  • “Si Hillary no pudo satisfacer a su marido, ¿qué nos hace pensar que podrá satisfacer a América”, se preguntaba en otra de sus estelares apariciones en Twitter.
  • “Puedes amarlo u odiarlo, pero Donald Trump es un hombre seguro de lo que quiere y que se propone conseguirlo, sin que nada le pare. Las mujeres encuentran atractivo tanto su poder como su dinero”, dijo de él mismo. Porque sí, Trump es de esas gentes que hablan de sí mismos en tercera persona.
  • “Tengo un trato con ella”, revelaba a New York Daily News en 1999, “tiene 17 años y está muy bien [Ivanka, su hija], pero me ha hecho prometerle que no saldría con una chica más joven que ella. ¡Y según envejece el campo se va haciendo demasiado limitado!”. En aquel momento salía con la que ahora es su tercera esposa, Melania, que entonces tenía 29 años.
  • “Todas las mujeres de The Apprentice [su reality] tontean conmigo, consciente o inconscientemente. Es de esperar”, declaraba muy modestamente a Daily News en el 2004.
  • “Realmente entiendo de belleza y te diré una cosa, ella no lo es. Soy el dueño de Miss Universo, soy el dueño de Miss Usa, quiero decir, soy el dueño de muchas cosas y realmente entiendo de eso. Ella no lo es”, decía en el show de Larry King en 2007. ¿Que con quién se metía entonces? Con la ‘fea’ de Angelina Jolie.
  • Pero que nadie se lleve las manos a la cabeza, que en realidad es un tolerante: “He estado con mujeres con verdaderos desastres de operaciones de pecho”, le contaba a Howard Stern en 2008.
  • “Arianna Huffington es poco atractiva, tanto por dentro como por fuera. Entiendo perfectamente por qué su ex marido la dejó por un hombre, tomó una buena decisión”, explicaba en otra de sus apariciones por Twitter.