Hablamos mucho del envejecimiento de nuestra piel, pero no tanto sobre el envejecimiento capilar. Sin embargo, con la edad, el cabello tiende a volverse delgado, opaco y quebradizo. Estos son los consejos de la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia y nutrición para cuidarlo.

Cabello más seco, fino, con canas y pérdida de volumen y densidad. Después de los 50 años, más precisamente alrededor de la menopausia, que también puede tener lugar antes, la naturaleza y la calidad del cabello pueden cambiar. ¿La razón? El envejecimiento capilar. De hecho, muchos estudios demuestran que, con la edad, la densidad del cabello se reduce en un 22%, el crecimiento se reduce en un 12,6 %, la resistencia del pelo se reduce en un 18 % y la porosidad aumenta en un 50%.

¿Cuáles son los síntomas?

“El pelo se vuelve canoso. En la base del folículo piloso, los melanocitos responsables de la pigmentación del cabello secretan menos melanina y de ahí la aparición de canas. Además, también pierde volumen. Eso dependerá del capital genético de cada persona, el número y grosor de los cabellos varía con el tiempo, provocando esta pérdida de densidad capilar. El crecimiento del cabello es más lento. Alrededor de los cincuenta años, el ciclo capilar se deteriora porque la microcirculación es menos buena en el cuero cabelludo y, por lo tanto, en el bulbo piloso. Luego asimila menos los nutrientes necesarios para un buen crecimiento del cabello”, asegura la farmacéutica.  Además, las glándulas sebáceas secretan menos sebo, y eso hace que el pelo se vuelva más seco.

¿Por qué envejece el cabello?

“Hay muchas causas que producen el envejecimiento capilar. Desde las variaciones hormonales, una mala circulación sanguínea en el cuero cabelludo y una baja producción de queratina, hasta una disminución en la producción de sebo y, por tanto, mayor sequedad. Estos factores internos y genéticos pueden explicar una peor calidad del cabello. Además, con la edad, los folículos pilosos son menos activos y el pelo crece más lentamente”.

Además, en muchas ocasiones, lo anterior se ve agravado por agresiones externas, como los rayos ultravioletas, la contaminación, los lavados capilares con productos demasiado agresivos o, incluso, los tratamientos químicos repetidos (coloración, alisado, decoloración), que realizamos en más ocasiones para tapar las canas. Estos factores ambientales conducen al estrés oxidativo. Esta producción de radicales libres a nivel celular conduce a daños en el ADN y, en última instancia, a una disminución de la renovación celular, a una ralentización del ciclo del cabello y a la destrucción de los melanocitos” cuenta Belén Acero.

Consejos para evitar el envejecimiento capilar

Prevención. Ante los primeros signos, se debe anticipar el envejecimiento capilar haciendo hincapié en utilizar activos que estimulen la microcirculación, como puede ser el minoxidil, que lo encontraremos en la farmacia en forma de lociones. También favorecemos las fórmulas que proporcionan nutrientes para promover el crecimiento del cabello como, por ejemplo, péptidos, prodizia y ginseng.

Una dieta sana y equilibrada. La alimentación es crucial para mantenernos sanos en general (y evitar el envejecimiento capilar en particular). ¿La recomendación? Una dieta rica en vitaminas A, E y B, y en nutrientes, aminoácidos y oligoelementos para estimular el crecimiento del cabello. Además, los complementos alimenticios son ideales para aportar nutrientes, como vitaminas y minerales, que actuarán en el corazón del folículo piloso para estimular el crecimiento.

Productos específicos. A la hora de la limpieza capilar, debes cambiar tu champú tradicional por una fórmula redensificante enriquecida con nutrientes, como las vitaminas A, B6 y B8, selenio y cobre y con activos que estimulen la microcirculación sanguínea. Y para la fibra, ya que el cabello estará más seco, recomiendo utilizar siempre acondicionador y/o mascarillas nutritivas con mantecas, aceites…etc.

Protección eficaz contra las herramientas de calor y los rayos UVA. Por último, conviene protegerlos de las agresiones limitando los gestos de peinado agresivos y aplicando tratamientos protectores de calor.

*Imagen: cortesía