A pesar de que el cuidado corporal es el gran olvidado de la rutina cosmética, parece ser que cada vez somos más conscientes de la importancia de mantener la piel sana, saludable y elástica después de la ducha, tanto por la mañana como por la noche.

Sin embargo, todavía son muchas las personas que aún prescinden del cuidado corporal, ya sea por falta de tiempo, pereza o por evitar una incómoda sensación pegajosa antes de vestirse. Es hora de empezar a romper estos tabús y cuidar la piel de tu cuerpo con el mismo mimo y esmero con los que cuidas la de tu rostro.

Leche o aceite, ¿cuál elegir?

Si te has decidido a empezar a cuidar tu cuerpo (tu templo que te protege de todas las agresiones y agentes externos), es hora de elegir la textura que mejor se adapte a ti. A pesar de que las cremas y leches corporales siguen siendo las más elegidas, el abanico de texturas es cada vez más amplio, en el que se encuentran formatos en espuma, bálsamo y aceite.

Desde Karicia, mantenemos en las texturas de nuestros productos corporales la misma filosofía que en el resto de la marca: ofrecerte texturas lo más asimilables posible con los nutrientes que necesita la piel, sin elementos sintéticos ni apariencias lejanas a la naturalidad. Por eso, nuestros productos se basan en tres texturas básicas: crema y leches o aceites.

¿En qué se diferencian y cuál elegir a la hora de cuidar la piel de tu cuerpo?

“Las fórmulas en leche y crema son una emulsión mezcla de agua y aceites y, según la proporción de agua o de aceite, resulta una textura más o menos espesa: cremas, mantecas y pomadas contienen más cantidad de lípidos y las leches más cantidad de agua”, explica Nati Vitórica, responsable de Formación de Karicia Cosmética Natural. Y continúa: “Los aceites, por el contrario, solo contienen una única fase en aceite”.

En este sentido, debido a este alto contenido en lípidos de los aceites, no solo hidratan la piel, sino que también ayudan a sellar esta hidratación, ya que el aceite forma un escudo protector en la barrera natural de protección que impide la pérdida de agua transepidérmica.

Por su parte, a pesar de que las leches no aportan este escudo protector a base de lípidos, debido a que su textura es más ligera, consiguen una hidratación a capas más profundas de la piel.

Entonces, ¿cuándo elegir una leche y cuándo un aceite corporal? Teniendo en cuenta las diferentes funciones de ambas texturas, Nati Vitórica recomienda no elegir entre uno u otro, sino usarlos ambos,

¿Cómo aplicar cada uno?

Como las leches corporales aseguran la hidratación diaria que necesita la piel para mantenerse saludable y elástica, además de absorberse más rápido, lo ideal es usar estos productos por la mañana, que es cuando solemos tener menos tiempo y buscamos una absorción más rápida.

 

Leche corporal con lavanda y azahar: 44,95 euros

Por otro lado, los aceites deben aplicarse con la piel húmeda para ayudar a atraer y retener las moléculas de agua hasta capas más profundas, por lo que necesitan más tiempo de absorción. Por esta razón, es ideal aplicarlos por la noche, momento en el que puedes dedicarte tu momento Karicia de calma, relax y bienestar.

Aceite corporal con lavanda y azahar: 44,95 euros

Lo ideal es usar ambos productos para asegurar tanto la hidratación como la nutrición de la piel. Y lo más sorprendente: lo perfecto es aplicarlos en la misma rutina, primero el aceite y después la leche corporal, de manera que este último paso se centre en sellar y retener tanto los nutrientes como la hidratación. Sin embargo, si crees que usarlos a la vez es demasiado para ti, puedes usar la leche corporal en un momento del día y el aceite en otro.

*Imágenes: cortesía