Repasar el historial de los pacientes que en las últimas tres décadas han pasado por los diferentes centros del doctor Máximo Ravenna es encontrarse historias de adelgazamientos increíbles. 65, 80, 25, 43, 41 kilos… las cifras y, sobre todo, el hecho de que muchos de ellos hayan conseguido mantenerse en su peso ideal años después, son la garantía de un sistema basado en tres patas: nutrición, psicología y medicina; y no solo en una simple dieta.

El logro de este psicólogo argentino fue abordar la obesidad desde un punto de vista que bien podría definirse como holístico. De hecho, su método recuerda al modo con el que otras áreas abordan adicciones tan diferentes como el tabaco, el alcohol o el juego pero que, analizadas a corta distancia, no distan tanto de la compulsión por la comida que sufren muchas personas con sobrepeso. “Cuando veo a alguien que tiene muchos kilos de más, me enfado, porque estoy convencido de que esa persona no quiere ese sobrepeso. Pero me enojo porque soy consciente de que la solución a su problema está a su alcance y no hace nada por arreglarlo”, nos explica Ravenna.

© Nicolas Menu
© Nicolas Menu

Una de las últimas en comprobar la eficacia de su método ha sido la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Se puso en manos de la Clínica Ravenna de São Paolo meses antes de su segunda proclamación en el cargo; quería llegar a la investidura, el pasado diciembre, con 13 kilos menos. No lo hizo sola: le acompañaron diferentes ministros de su actual gabinete, y se sometieron a la misma dieta que ahora mismo realizan los aproximadamente 6.000 pacientes que hay repartidos por todo el mundo en clínicas de más de siete países.

¿En qué consiste el Método Ravenna?
Básicamente, en abordar el adelgazamiento bajo tres premisas: corte (con la comida, con el exceso, con la holgazanería, con los mitos, con la desconfianza…), medida (en el plato, en el pensamiento, en las emociones, en la talla…) y distancia (con la comida y entre estas, con el picoteo, con minimizar las cosas, con nuestra historia de sobrepeso…).

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Para ello, cada paciente sigue un programa que pasa por visitas quincenales a un nutricionista, un médico y un psicólogo, que lo ven de forma individual; así como la participación en grupos de terapia con otros pacientes y, muy importante, la posibilidad de participar de gimnasia adaptada tanto al sobrepeso como a la alimentación.

Este punto es importante, pues la dieta Ravenna es hipocalórica, no superando las 800 calorías diarias, y no permite grandes esfuerzos físicos como correr una hora en una cinta de gimnasio: “Es el único tipo de dieta que permite llegar al peso ideal sin rebotar, la más segura y eficaz, así como la que mayor pérdida de peso consigue. Obliga a cinco comidas al día y el menú está compuesto por todo tipo de alimentos sanos, desde verduras a pescados blancos, pasando por frutas, carnes magras e incluso lácteos desnatados”, explica.

Jessica Alba, una de las celebrities más conciencias con su alimentación. © Cordon Press
Jessica Alba, una de las celebrities más conciencias con su alimentación. © Cordon Press

Lo sorprendente es que, una vez pasadas las 48 horas iniciales, y siempre que no se rompa, los que la hacen dejan de tener hambre a todas horas. De hecho, son muchos los que adelgazaron con este método que coinciden en afirmar que entran en un estado de relajación tal que ni tienen hambre, ni ansiedad: “Muchos, incluso, dejamos de mordernos las uñas sin saber por qué”, explica un antiguo paciente.

La dieta Ravenna asegura que no pasarás hambre ni ansiedad.
La dieta Ravenna asegura que no pasarás hambre ni ansiedad.

Ravenna le da una explicación más científica a este fenómeno. “Comiendo menos no sólo se consigue reducir la saciedad y el apetito, sino también estimular diferentes neurotransmisores para que nos sintamos más alegres, incrementar la capacidad inmunitaria de nuestro cuerpo y generar más endorfinas. De hecho, incluso hemos visto mejorar diferentes enfermedades de la piel”.

Claro que el peligro siempre acecha. “El objetivo es romper con el placer que un obeso obtiene durante el segundo que tarda en transgredir la dieta. Debemos darle herramientas para que aprenda a evitarlo porque es muy difícil parar cuando decide volver a comer lo que le engorda”. Se trata de una compulsión que no entiende de edades. De hecho, la Clínica Ravenna de Madrid, el único centro que imparte el método del argentino en España y por donde han pasado famosas como Isabel Sartorius o Marisa Jara, entre otras, acaba de estrenar este año grupos especiales para adolescentes.

Marisa Jara es uno de los rostros conocidos que han probado esta dieta. © Cordon Press
Marisa Jara es uno de los rostros conocidos que han probado esta dieta. © Cordon Press

¿Y qué se come?
Aunque no es prudente realizar el método Ravenna sin el seguimiento de los profesionales de la clínica, la dieta consiste en realizar cinco comidas diarias, sin dejar que pasen ni menos de dos horas ni más de cuatro entre una y otra.

© Cordon Press
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El desayuno y la merienda se componen de un yogur desnatado y una pieza de fruta pequeña o una loncha de pavo con queso light. Por su parte, la comida y la cena siempre utilizan un plato de postre como base para una ensalada o para verdura cocida o al vapor, junto a un filete de carne magra de ternera, pollo o pavo, o bien pescado blanco, además de una fruta pequeña de postre. A media mañana, un plátano; y es posible beber café solo (o con un poco de leche desnatada), refrescos zero e infusiones, tratando de beber un mínimo de dos litros de líquido al día. Todo se acompaña, además, de un suplemento vitamínico estándar.

Pescados al vapor, carnes  magras, ensaladas, fruta, yogur... son algunas de las cosas que recomienda la dieta Ravenna. © Cordon Press
Pescados al vapor, carnes magras, ensaladas, fruta, yogur… son algunos de los alimentos que recomienda la dieta Ravenna. © Cordon Press

La cena que compartieron Ravenna y Roussef hace pocas semanas en el Palacio de la Alvorada consistió en una ensalada, un filete de bacalao al vapor y un plátano cocido en el microondas de la residencia presidencial: “Le recalqué que puede ir más allá de su objetivo inicial. Me dijo que de joven llegó a pesar 63 kilos. Le contesté que no tiene motivos para no volver a esa cifra. Ya bajó 15 kilos, está cerca del ideal, que hemos estimado en 66”, declaró el especialista a medios brasileños.

Como no se cansa de decir, “la clave está en trabajar y comprometerse, en cuidarse para vivir mejor”.

Más información:
Clínica Ravenna Madrid.
Paseo General Martínez Campos, 15.
Tel.: 915 930 980.