Moda

El mundo de la moda, la cosmética y el lujo se ha volcado de una manera extraordinaria en estos días de crisis sanitaria que vive el mundo. En todos los países y desde todos los puntos del planeta, hemos conocido historias de solidaridad que nos han emocionado. Las empresas españolas no se han quedado atrás en este momento en el que más se necesita de todas las manos, desde los grandes nombres como Inditex, Mango o El Corte Inglés, pero también con iniciativas más personales y pequeñas, pero no por eso igual de grandes.
Una de esas iniciativas maravillosas y llenas de color la está protagonizando Maya Hansen, quien no dudó en sumarse a la petición de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) de confeccionar mascarillas hechas en España. Pero la iniciativa de Maya comenzó antes, y quisimos que nos contara cómo están siendo estas semanas de trabajo y reinvención, dejando a un lado la confección de esos corsés que han lucido mujeres como Lady Gaga o Kylie Jenner.
«Todo empezó hace unas tres semanas cuando una amiga de la infancia me pidió ayuda para la residencia donde estaba ingresada su madre. Sin dudarlo, hicimos unas 30 y se enviaron esa misma semana a la residencia«, nos comenta la diseñadora.
Maya también nos cuenta que una de las preocupaciones iniciales fue la elección de los materiales. Al inicio las hicieron con un material llamado TNT, un tejido similar al que se utiliza en las mascarillas higiénicas, pero no era un tejido homologado como el que es necesario. Como ella misma confiesa, no han estado exentos de críticas por parte de algún sanitario, así que ante una situación así «lo mejor era dejar de hacer hasta encontrar el material homologado para que esta ayuda pudiera llegar a todo el mundo». Mientras, desde la marca fueron de los primeros en compartir su patrón para que todo el mundo pudiera tener acceso a él.
La búsqueda de tejido homologado era la prioridad principal desde la marca, pero ese tejido no tardó en llegar, para seguir ayudando a los más necesitados, unas mascarillas que después se han entregado por un lado en el hospital de campaña de IFEMA y por otro a Cáritas.
«A la vez que nosotros buscábamos por nuestro lado, la ACME estaba haciendo lo mismo y gracias a sus contactos Modesto Lomba consiguió que una empresa textil que se dedicaba a productos de higiene (Textil Sontara, en Asturias) donara material homologado apto para la fabricación de 70.000 mascarillas. Como el lote de tejido era grande se decidió dividirlo en varias lotes mas pequeños de 8.000 mascarillas cada uno y nosotros fuimos una de las marcas que asumimos su confección».
Una de nuestras dudas era saber cómo estaban haciendo en el taller para poder hacer frente a ese volumen de 8.000 mascarillas y esta es la respuesta: «Como nuestro taller estaba bajo mínimos, solicitamos la ayuda del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid (CSDMM) (donde soy docente en la asignatura de lencería) y del Ies para la confección de las 8000 mascarillas. En total han participado 54 voluntarios, entre estudiantes, profesores, y diseñadores ex-alumnos que decidieron poner cada uno su granito de arena con la confección desde sus talleres y casas. Una de las condiciones que se ponían a los voluntarios era que lo hicieran con la máxima higiene posible (aunque luego las mascarillas fueron esterilizadas) tanto con el uso de guantes como con mascarillas».
Sabemos que no eran mascarillas ni homologadas, ni de tejidos técnicos. Eran mascarillas bonitas que servían para proteger la boca y sobre todo pensadas para ese uso puntual. Queríamos cargar de energía positiva a todos los que nos ayudaban
Las mascarillas tuvieron tanto éxito en Instagram, y tantas peticiones, que han decidido arriesgar y también ponerlas a la venta, algo que no solo va a permitir reflotar la economía de la empresa. El éxito fue tal que en los primeros 4 días se agotaron todos los tejidos estampados, y han sumado algunos tejidos más básicos, que incluyen además un bolsillo interior para poder meter un filtro homologado. Hoy hay varios packs que se pueden comprar a través de la web de la firma, y los pedidos siguen y siguen llegando, que han tenido que volver a comprar una segunda remesa de tejidos.
No sabemos muy bien cuánto durara, pero están gustando y eso es lo que mas agradecemos. La gente quiere ir protegida y con estilo