Si estás leyendo este texto porque has pensado que un cheat meal es una cita en la que puedes comer con tu amante, estimada Anna Karenina, te equivocas. Si sabes perfectamente que se trata de una comida semanal en la que puedes olvidar las calorías y las restricciones de una alimentación y un entrenamiento milimétricamente medidos, sigue leyendo para descubrir todos los secretos sobre ella.

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No, no estás gorda, por eso hablamos de comer sano y de seguir una dieta equilibrada.

¿REALMENTE AYUDA A ADELGAZAR UN MCMENU LOS SÁBADOS?

“Psicológicamente, es un respiro a la rutina de hacer una dieta estricta. El poder darte un capricho a modo de recompensa, ayuda a afrontar con más positividad y motivación el continuar con tu dieta”, explica el entrenador personal Peter Martín.

“A nivel fisiológico, el objetivo principal es evitar que el metabolismo se ralentice. Incorporar una comida inesperada a nuestro organismo hace que el metabolismo se acelere”, matiza Natalia Honorato, nutricionista deportiva. “No estás tirando por la borda tu dieta por UNA comida trampa a la semana. De 35 comidas semanales, saltarse una no es un pecado”, aclara la motivadora fitness Jessica Arévalo, más conocida en las redes como Jessica Fit.

Es importante aclarar que el atracón puede ser el día que quieras, pero tal y como señala Honorato, ha de ser una ingesta organizada (por ejemplo, que se haga todos los viernes a la hora de comer) en la que bebamos, a poder ser, agua. “Las calorías del alcohol son calorías vacías. En el caso de beber alcohol, se consideraría un cheat meal por sí mismo, por lo que no tendría sentido”, advierte.

Desde luego, el mundo dista mucho de ser perfecto…

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Brindemos por ello… pero con agua.

LOS BENEFICIOS DEL CHEAT MEAL

Peter Martín señala los beneficios de esta comida trampa semanal:

  • Ayuda a controlar la ansiedad de dietas restrictiva e hipocalóricas: realizar un cheat meal semanal ayuda con las “tentaciones” a lo largo de la semana. Aquellos que siguen este atajo abandonan menos las dietas que los que no lo hacen.
  • Aumenta los niveles de leptina, hormona que regula la sensación de apetito e interviene en el balance energético de nuestro organismo, favoreciendo que nuestro cuerpo queme más grasa.
  • Existe una relación entre leptina y las hormonas tiroideas. Estas, a su vez, están relacionadas con la velocidad de nuestro metabolismo. Por eso, muchos afirman que ‘sorprender’ al cuerpo con una ingesta inesperada puede dar un empuje al metabolismo y favorecer la termogénesis.
  • Cuando permanecemos a dieta hipocalórica durante un periodo de tiempo, nuestro glucógeno muscular se ve afectado, lo que puede provocar una falta de energía, sensación de apatía o cansancio. Un cheat meal puede ayudarte a reponer los depósitos de glucógeno muscular y a cargar las pilas, sobre todo psicológicamente, para seguir afrontando la dieta durante toda la semana.
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Cargar las pilas para el resto de la semana.

CUÁNDO HACER TRAMPA

“Si es posible, lo ideal es que el día posterior coincida con un entrenamiento en el que se incluya ejercicio cardiovascular, para aprovechar las reservas de glucógeno”, recomienda Natalia Honorato. Tu cuerpo utilizará estas calorías para llenar los depósitos y minimizará las calorías dirigidas a las reservas de grasas, ya que es entonces cuando tu organismo absorbe los nutrientes con mayor eficiencia.

“Según el objetivo de la persona y preparador que tenga, se manda en día de entreno o no entreno. En el caso de una chica que solo pretende tener una vida sana y saludable, se suele usar el día de no entreno para así poder disfrutar de la familia o pareja, que suele ser el sábado o domingo, ya que las rutinas de entreno suelen ser de cinco o seis días. Si fuera antes de entrenar, se recomienda hacerla como mínimo dos horas antes. Si fuera después, el mismo tiempo”, matiza Peter Martín.

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La JessicaFit aclara que no hay que adaptar el momento del cheat al tipo de alimentos que sueles ingerir habitualmente a esa hora. Es decir: si tu cena consiste en proteínas y ensalada, sin presencia alguna de hidratos, no pasa nada si tu cheat coincide a la hora de cenar y te tomas una hamburguesa con patatas. “Es importante respetar la dieta el resto del día, pero no únicamente en el sentido de seguir las pautas. Hay chicas que comen menos el resto de las comidas del día para compensar, y esto deviene en ansiedad”, explica la motivadora fitness.

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© Mondadori Photo

QUÉ COMER

Si os he de ser sincera, todos los entrenadores consultados recomiendan optar por comidas nutritivas, no necesariamente por festines fast food. Todos abogan por la moderación (no es cuestión de terminar en urgencias) e incluso algunos diferencian los cheat estivales de los del resto del año. “En verano, elige comidas más limpias y nutritivas. Si vas a comer una hamburguesa, mejor que sea artesanal”, explica Jessica. La entrenadora Sasha Fitness recomienda introducir proteínas para que el empuje metabólico sea mayor y utilizar el cheat para compensar una dieta. Si tu alimentación es baja en hidratos, suma hidratos en tu comida trampa.

Lo ideal es tomar refrescos light, aunque lo recomendable es prescindir completamente de ellos y beber mucha agua. No solo te ayudará a saciarte, sino que te ayudará a luchar contra ese exceso de sodio y retención de líquidos.

¡Ah! y nunca te peses al día siguiente, porque vas a pesar más sí o sí. Pero tranquila: se trata de un exceso de agua, por lo que es algo puntual.

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Pizza, siempre pizza.

Lo recomendable es tomar ese plato que nunca puedes incluir en tu dieta, y este no ha de ser necesariamente una pizza, pero la que firma este texto entrena cinco días a la semana, pesa la comida y quiere reconocer públicamente que su cheat meal consiste en una ingesta de verduras a la plancha, gyozas y sushi que harían a la OMS bajarse del barco.

*Imagen: Vía Gigi Hadid