Como técnica, la acupuntura lleva formando parte de la medicina tradicional china desde hace milenios. Utilizadas para controlar y mejorar todo tipo de dolencias, esas pequeñas agujas, colocadas en unos puntos muy concretos de nuestro cuerpo, permiten una alternativa a los fármacos, así como complementarlos, si lo que queremos es combinar diferentes tratamientos.

El dolor que sufren con cada regla muchas mujeres también puede ser tratado con acupuntura. De hecho, su efectividad es defendida por quienes prefieren usar métodos alternativos, naturales y, sobre todo, libres de medicamentos como el ibuprofeno. Máxime si de lo que se trata no es atajar un dolor puntual, sino de una terapia con efectos más duraderos.

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Todas hemos sido Emma Roberts.

No hay un perfil concreto de mujer a la que se le recomiende especialmente la acupuntura. “Cualquier mujer que sufra dolor menstrual, previamente valorado por su ginecólogo, puede beneficiarse de esta técnica”, explica la doctora Raquel Vélez, codirectora de la Clínica Médica de Acupuntura de Málaga. “Eso sí, antes se examina su historia clínica completa para descartar contraindicaciones”, prosigue.

El estudio previo permite conocer con exactitud cada caso y decidir los puntos en los que se aplica la técnica. “En general, para el dolor menstrual tomamos puntos en el bajo vientre, las manos, los pies y en la espalda, sobre todo en la zona lumbosacra”, dice la doctora Isabel Giralt, directora de Energimed, en Barcelona.

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Más o menos como a Homer.

Los resultados no deberían tardar en llegar. “Puede ser atajado inmediatamente, o al menos disminuido”, explica la doctora Giralt. Sin embargo, no hay garantía 100% de éxito. “Si en cuatro o cinco sesiones no hemos visto ningún cambio en los síntomas que pretendemos mejorar, dejamos el tratamiento y aconsejamos otra vía”, añade. “Lo habitual es que comiencen a verse durante el primer mes, una sola sesión no es suficiente”, comenta la Dra. Vélez. “Hay factores, como que el dolor sea un efecto secundario de otra enfermedad subyacente, que retrasa los beneficios, o los acorta en el tiempo”.

Los expertos plantean la acupuntura como una terapia preventiva. Un ciclo completo puede durar entre tres y cuatro meses, con sesiones que poco a poco van espaciándose, según la respuesta obtenida. “Hay pacientes a las que el efecto les dura meses o incluso años, y otras requieren algunas sesiones de mantenimiento al cabo de cierto tiempo”, dice la Dra. Vélez.

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Así que paciencia, que el dolor no desaparece por arte de magia.

El éxito de la terapia también depende de nuestro estilo de vida. “Cuidar la dieta, regular la salud emocional y el estrés son factores muy importantes para conseguir el alivio del dolor y la estabilidad de los resultados terapéuticos a largo plazo”, explica Dardané González, terapeuta de Medicina Tradicional China en el Instituto Meridians de Barcelona. “El sedentarismo, las preocupaciones excesivas, el cansancio… empeoran los cuadros de dolor menstrual”, añade Isabel Giralt.

Además, se puede complementar con el tratamiento de otras dolencias. “La medicina tradicional china es holística y no solo se tiene en cuenta la historia ginecológica, sino que es mejor observar más allá: cómo está la mujer a nivel digestivo, de sueño, emocionalmente…”, dice Dardané. Eso sí, tampoco podemos exagerar las expectativas. “El dolor menstrual puede coexistir con ciclos irregulares, ansiedad, dolor lumbar, síntomas digestivos o cefalea, que es posible aliviar al mismo tiempo. En cambio, una ciática, una neuralgia o un cuadro de rinitis alérgica no se podrán tratar a la vez. Será necesario priorizar y elegir cuál tratar antes y cuál después”, añade Raquel Vélez.

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Por lo que vemos, Zoey lo tiene claro.

En España, el precio de una sesión de acupuntura suele estar en un rango de entre 25 y 35 €. Sin embargo, son muchas las clínicas y centros que cuentan con bonos, ofertas y diferentes promociones que abaratan el precio final. Además, cada paciente necesita de un número de sesiones diferente (o abandonar el tratamiento si considera que los resultados no son los esperados), por lo que, si decidimos iniciarnos, será aconsejable pedir una valoración completa al experto, que nos permita calcular el presupuesto.

El mejor momento para empezar es antes de que duela. “Lo ideal es hacer el tratamiento antes de que aparezca el dolor, y una sesión cada semana o dos veces por semana, según la gravedad de la sintomatología”, dice la doctora Giralt. A partir de ahí, será la respuesta del propio cuerpo a las agujas la que dicte la evolución de la terapia.