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Bangkok se ha convertido en uno de los grandes referentes gastronómicos del mundo. Más allá de su legendaria street food, la ciudad alberga una impresionante oferta de alta cocina, con restaurantes dirigidos por chefs de renombre internacional, muchos con estrellas Michelin en distintos países. Gran parte de estos templos gastronómicos se encuentran en los hoteles más exclusivos de la ciudad, donde la experiencia va mucho más allá de la mesa. Alojarse en ellos es sumergirse en un mundo de diseño exquisito, servicio impecable y hospitalidad de otro nivel. En esta guía ‘gastrolujo’, exploramos los mejores hoteles de lujo y sus restaurantes insignia.
Liu, KiSara y el Conrad Bangkok
En Bangkok, la diversidad de sabores y tradiciones coexisten en cada rincón de la ciudad. El hotel Conrad de Bangkok es un reflejo de esta riqueza culinaria, ofreciendo a sus huéspedes (y a los que no lo son) dos experiencias gastronómicas opuestas pero complementarias.
Liu: la sofisticación de la alta cocina cantonesa
El restaurante Liu nos transporta a la China más refinada, donde la tradición cantonesa se reinterpreta con un enfoque contemporáneo. Con un diseño elegante y un ambiente sofisticado, Liu es un referente gastronómico en la ciudad, atrayendo tanto a huéspedes del hotel como a locales, especialmente de la comunidad china residente en Bangkok.
Bajo la dirección del chef Andy Fung, nacido en Hong Kong, el restaurante ofrece una experiencia que fusiona recetas centenarias con un giro moderno. Su plato estrella es el Pato Pekín estilo Hong Kong, servido de manera tradicional o con un toque tailandés, acompañado de pancakes caseros y la icónica salsa hoisin del chef. También destacan las carnes asadas, como el Pork Char Siew, el crujiente Pork Belly y el Cochinillo Asado, todos preparados con la meticulosidad propia de la alta cocina cantonesa.
Pero si hay algo que convierte a Liu en una parada obligada, es su experiencia de dim sum ilimitado, disponible a la hora del almuerzo. Más de 32 variedades de dim sum elaborados artesanalmente, desde los clásicos dumplings al vapor de langostino y vieira con mayonesa de wasabi, hasta opciones innovadoras como el puff de pato crujiente con setas silvestres. Un festín que se disfruta en un entorno donde cada detalle está cuidado al máximo, con una atención impecable y un servicio que realza la experiencia gastronómica.
KiSara: un viaje a Japón a través del kaiseki y el teppanyaki
Mientras que Liu nos sumerge en la esencia de la cocina cantonesa, KiSara nos lleva a Japón con una propuesta gastronómica que equilibra la precisión de la alta cocina nipona con la teatralidad del teppanyaki. Ubicado en un espacio íntimo y elegante, el restaurante se divide en salones privados con horigotatsu, mesas bajas tradicionales japonesas donde se cena en el suelo con cojines, y un comedor central presidido por una gran parrilla de teppanyaki, donde los chefs convierten la cocina en un espectáculo en vivo.
La experiencia en la mesa de teppanyaki es vibrante y envolvente. Con un dominio absoluto de la técnica, los chefs preparan cada ingrediente con movimientos precisos y coreografiados. Entre las opciones más destacadas del menú, el black cod (gindara) se lleva todos los aplausos: un pescado de textura sedosa y sabor profundo, cocinado con maestría para potenciar su umami natural. El sushi, elaborado con ingredientes premium como hamachi, toro y vieiras frescas, mantiene la pureza de la tradición japonesa con una ejecución impecable.
KiSara ofrece también menús kaiseki, una oda a la estacionalidad de la cocina nipona. Desde el Kaisen Don, un tazón de arroz cubierto con atún, salmón, hamachi, vieira y huevas de salmón, hasta su selección de carnes como el Wagyu A4 y el Kurobuta Pork Loin, la propuesta de KiSara es una invitación a explorar Japón a través del paladar.
Con una bodega de sakes y vinos japoneses seleccionados con precisión, el restaurante se posiciona como una referencia en la gastronomía nipona de Bangkok. Su capacidad para atraer a comensales más allá de los huéspedes del hotel refuerza su reputación como uno de los templos culinarios más destacados de la ciudad.
De la mesa a la cama: un lujo urbano con un toque inesperado
Ubicado en pleno distrito financiero de Bangkok, el Conrad Bangkok se define como un «urban hideaway», un refugio dentro del bullicio de la ciudad. A solo cinco minutos a pie de la estación de BTS Phloen Chit, su ubicación es perfecta para moverse con facilidad, aunque el hotel ofrece un shuttle cada 15 minutos para quienes prefieren evitar la caminata.
Grand Premium Room: comodidad moderna con un toque de ingenio
Nuestra habitación, una Grand Premium Room, destaca por su amplitud y diseño contemporáneo, con un ambiente elegante y funcional. Los grandes ventanales de suelo a techo ofrecen vistas panorámicas de la ciudad. La sensación de amplitud y la luminosidad natural aportan un toque de sofisticación al espacio.
Uno de los detalles más curiosos, y sorprendentemente prácticos, es el sistema de sonido del baño, que está conectado directamente con la televisión de la habitación. Puede parecer un pequeño extra sin importancia, pero la comodidad de poder seguir escuchando las noticias mientras nos arreglamos por la mañana, o continuar viendo una película sin interrupciones, es un detalle que eleva la experiencia diaria. Además, el baño de mármol con bañera profunda y ducha separada ofrece un espacio de relajación a la altura de un hotel de esta categoría.
Piscina tropical y un gimnasio de otro nivel
Aunque el Conrad Bangkok es un hotel con un claro enfoque urbano, cuenta con espacios que rompen con esa imagen y ofrecen un respiro inesperado en medio de la jungla de cristal que es el centro de Bangkok. Uno de ellos es su piscina al aire libre, rodeada de palmeras y diseñada para parecer un oasis tropical. Es fácil olvidar que estamos rodeados de rascacielos mientras nos relajamos en una tumbona junto al agua.
Justo al lado de la piscina se encuentra uno de los espacios más llamativos del hotel: un bar de estilo tropical, donde los cócteles con coco y las bebidas refrescantes refuerzan la sensación de estar en un resort isleño, más que en el centro de una metrópoli asiática.
El gimnasio Bodyworx es otro de los puntos fuertes del hotel. No se trata de una simple sala de fitness, sino de un espacio amplio, perfectamente equipado con máquinas de última generación y un diseño moderno que lo convierte en un lugar ideal para entrenar sin sentir que estamos en un hotel.
Executive Lounge: un punto de encuentro antes de la cena
El Executive Lounge, ubicado en el piso 29, es un espacio exclusivo para huéspedes de las categorías superiores. Aquí se sirven desayunos privados, afternoon tea y cócteles con canapés antes de la cena. Sin embargo, es un lounge que gana especial protagonismo en la franja del aperitivo, cuando se convierte en un auténtico punto de encuentro antes de salir a cenar por la ciudad. En nuestra visita, el espacio estaba notablemente concurrido, lo que refuerza su popularidad entre los huéspedes que buscan un momento de desconexión con vistas a Bangkok.
Nahm y la paz del COMO Metropolitan Bangkok
Nahm y su cocina moderna tailandesa con estrella Michelín
Ubicado en el COMO Metropolitan Bangkok, Nahm no es solo uno de los restaurantes tailandeses más prestigiosos de la ciudad, sino también un referente mundial en la reinterpretación de la cocina tradicional del país. Bajo la dirección de la chef Pim Techamuanvivit, el restaurante ha mantenido su estrella Michelin durante ocho años consecutivos, consolidándose como una parada obligatoria para los amantes del gastrolujo.
El ambiente de Nahm envuelve a los comensales en una experiencia sensorial desde el primer momento. Una iluminación tenue y un servicio impecable crean el escenario perfecto para descubrir un menú que sorprende con cada plato. El menú degustación del restaurante es un viaje por los sabores de Tailandia, servido al estilo familiar, pensado para ser compartido en la mesa. Cada plato está diseñado para revelar una combinación equilibrada de dulce, ácido, salado y picante, con presentaciones sofisticadas y una ejecución impecable.
Los entrantes sorprenden con combinaciones delicadas como el Plaa Hoy Shell, donde las vieiras se fusionan con flores de roselle, o el Khao Mun Gaeng Gung, un arroz glutinoso infusionado con cúrcuma y acompañado de una cremosa salsa de curry de langostinos. Las sopas, profundas y aromáticas, incluyen el icónico Tom Yum Gung, con langostino de río y setas silvestres, y el Gaeng Jued Ped Rom Kwan, una reconfortante sopa de pato ahumado con tapioca de palma de sagú.
Los relishes aportan intensidad y contraste, con opciones como el Kua Gapi, una pasta de coco con bagre a la brasa y jengibre silvestre, o el Namprik Maak Maad, un relish picante con carrillera de cerdo. En la sección de curris, los sabores se vuelven complejos y llenos de matices, desde el Gang Pu Bai Cha Plu, un curry del sur con cangrejo azul y lima calamansi, hasta el Gaeng Kao Suea Rong Hai Rom Kwan, un curry blanco de brisket de res ahumado. Los platos salteados destacan por su ejecución precisa, como el Gung Pad Chakram, langostinos de río salteados con salsa de salicornia, ajo y chalotas, o el Pla Muek Pad Kai Khem, calamar a la brasa con huevo salado y brotes de cardamomo.
Dada la exclusividad de la experiencia y la alta demanda, las reservas son altamente recomendadas. Nahm no es solo un restaurante, es un viaje culinario que reinterpreta el pasado con la mirada puesta en el futuro.
De la mesa a la cama: el COMO Metropolitan Bangkok
Ubicado en Sathorn Road, en el distrito financiero de Bangkok, el COMO Metropolitan Bangkok se distingue por su enfoque en el lujo sereno, con un diseño minimalista que combina la sofisticación contemporánea con la calidez de los materiales naturales. Su ubicación estratégica, a pocos pasos del parque Lumpini, permite una conexión rápida con el resto de la ciudad sin renunciar a un ambiente de absoluta tranquilidad.

Metropolitan Room: una experiencia de calma y equilibrio
Desde el momento en que cruzas la puerta de la Metropolitan Room, te invade una sensación de paz y calidez. La elección de los materiales—madera de teca negra, textiles suaves y tonos neutros—crea un ambiente zen que invita a la desconexión.
Hay algo en la disposición del mobiliario, la altura de la cama y la disposición de los elementos en la habitación que recuerda a la estética japonesa, evocando un equilibrio armónico que bien podría estar inspirado en el Feng Shui.

El baño, amplio y funcional, cuenta con una ducha de lluvia y una bañera separada, acompañadas de productos COMO Shambhala, la exclusiva línea de bienestar de la marca. Cada detalle está pensado para potenciar la experiencia de relajación: desde las zapatillas cuidadosamente colocadas hasta la iluminación tenue que realza la serenidad del espacio.
COMO Shambhala Spa: un viaje a otra dimensión sensorial
Si hay algo que distingue a los hoteles COMO, es su compromiso con el bienestar holístico, y en Bangkok, esto se materializa en el COMO Shambhala Spa, un santuario de 1.200 m² dedicados al equilibrio del cuerpo y la mente. Con 10 salas de tratamiento, un estudio de yoga y un circuito de hidroterapia, es un espacio diseñado para quienes buscan algo más que un simple masaje. Nuestra experiencia en el spa fue excepcional. El masaje, realizado por un terapeuta con una precisión casi artística, fue una de las mejores experiencias sensoriales que hemos tenido en Tailandia.
El spa también ofrece tratamientos inspirados en terapias asiáticas ancestrales, diseñados para desintoxicar, energizar o relajar profundamente, utilizando ingredientes naturales y aceites esenciales de la más alta calidad. Es fácil entender por qué el COMO Shambhala Spa se ha convertido en un referente dentro de la industria del bienestar.
Piscina y gimnasio: un refugio de calma en la ciudad
Además del spa, el COMO Metropolitan Bangkok cuenta con una piscina de 25 metros, perfecta para nadar o simplemente relajarse lejos del bullicio urbano. La integración de la piscina en un entorno de diseño minimalista refuerza la sensación de exclusividad y serenidad que define al hotel.

El gimnasio está completamente equipado, con máquinas de última generación y un estudio de yoga donde se ofrecen sesiones diarias gratuitas. Es un espacio pensado no solo para entrenar, sino para conectar con el concepto de bienestar integral que caracteriza a la filosofía de COMO.
El COMO Metropolitan Bangkok es más que un hotel: es una invitación a desconectar del ritmo acelerado de la ciudad y sumergirse en un mundo donde el diseño, el bienestar y la hospitalidad se encuentran en armonía.
Salathip y el Shangri-La
Sabores reales junto al Chao-Phraya
Cenar en Salathip, el restaurante tailandés del Shangri-La Bangkok, es transportarse a otra época. Ubicado en la ribera del Chao Phraya, este espacio diseñado por Bill Bensley recrea la esencia de una casa tradicional siamesa, con tres pabellones de madera de teca tallada, rodeados de exuberantes jardines tropicales. La iluminación tenue, la arquitectura clásica y la brisa del río crean un ambiente íntimo y evocador, que se completa con un espectáculo de danza tailandesa clásica cada noche, añadiendo un toque cultural único a la experiencia.
La propuesta gastronómica de Salathip se basa en los fundamentos de la cocina tailandesa, utilizando ingredientes seleccionados de los Royal Projects, una iniciativa sostenible promovida por la familia real tailandesa. Su menú refleja la diversidad y la riqueza culinaria del país, ofreciendo una combinación equilibrada de sabores dulces, ácidos, salados y picantes, con una presentación cuidada hasta el último detalle.
Nuestra cena comienza con una ensalada de papaya verde, vibrante en sabor y frescura, y continuó con el Whole Steamed Sea Bass with Chili and Garlic Lime Sauce, un pescado al vapor increíblemente jugoso, infusionado con lima, ajo y un toque de picante. Para quienes buscan una experiencia más completa, Salathip ofrece menús de degustación que permiten recorrer los sabores más representativos de Tailandia. La carta de vinos es extensa, con etiquetas de todo el mundo, y también se pueden disfrutar cócteles tropicales y zumos de frutas frescas que complementan a la perfección cada plato.
De la mesa a la suite: el Shangri-La y el arte de la hospitalidad tailandesa
Un oasis de lujo con vistas al Chao Phraya
El Shangri-La Bangkok es mucho más que un hotel de lujo: es un refugio tropical en plena ciudad, un espacio donde la sofisticación y la calidez tailandesa se encuentran en perfecta armonía. El entorno del hotel, a orillas del río, es tan impresionante como su historia. Inaugurado en 1986, mantiene ese encanto clásico de los grandes hoteles asiáticos, con una elegancia que resiste el paso del tiempo.
Desde el momento en el que cruzas su imponente lobby, sientes que estás entrando en un lugar que forma parte del alma de la ciudad. Es uno de esos hoteles que no solo son para los huéspedes, sino que también funcionan como puntos de encuentro para locales y viajeros, un epicentro de reuniones y eventos donde se percibe el dinamismo de Bangkok. Su diseño, con techos altísimos y una mezcla de elementos contemporáneos con detalles tradicionales tailandeses, recuerda a los grandes hoteles clásicos del mundo, pero con una personalidad única.

Habitaciones con vistas inigualables
Nuestro check-in coincide con la hora dorada, y al entrar en la Premier Balcony Room, nos encontramos con una escena difícil de olvidar: el sol descendiendo sobre el Chao Phraya, pintando el cielo con tonos naranjas y violetas mientras los barcos avanzan lentamente por el río.
La habitación, amplia y sofisticada, está diseñada para aprovechar al máximo las vistas, con ventanales panorámicos que abarcan toda la estancia y una bañera estratégicamente colocada para disfrutar del paisaje. La terraza privada añade un extra de exclusividad, permitiéndote absorber el ambiente de Bangkok con total privacidad.

Un resort al borde del río
El Shangri-La Bangkok es un destino en sí mismo. Su extensa área de jardines tropicales, repleta de palmeras, buganvillas y orquídeas, crea la sensación de estar en un resort aislado, cuando en realidad estás en el corazón de una de las ciudades más vibrantes de Asia. Dos piscinas exteriores, una exclusiva para huéspedes del Krungthep Wing, permiten refrescarse mientras se observa la vida del río, y su club de salud es uno de los más completos que habrás visto en un hotel.
Una amplia oferta gastonómica
Uno de los mayores placeres del hotel es su experiencia gastronómica. Desde la alta cocina tailandesa de Salathip hasta el aclamado Shang Palace, donde los chefs de origen chino preparan platos refinados en un entorno elegante, cada restaurante es una ventana a una cultura culinaria distinta. Pero el mayor espectáculo tiene lugar cada mañana en el NEXT2 Café, donde se sirve un desayuno buffet legendario. La variedad es abrumadora: desde platos tradicionales tailandeses hasta repostería francesa, opciones saludables y una estación de cocina en vivo donde preparan huevos, noodles y especialidades locales al momento. Todo con el servicio impecable que define la hospitalidad asiática.

El Horizon club: zona para privilegiados
Para quienes buscan un nivel extra de exclusividad, el Horizon Club, situado en los pisos superiores, ofrece beneficios exclusivos como un lounge privado con vistas panorámicas, check-in personalizado y cócteles al atardecer. Diseñado por Wilson Associates, su interior está inspirado en las barcazas reales tailandesas, con una decoración que mezcla lujo contemporáneo con detalles de la artesanía local.
El Shangri-La Bangkok no es solo un lugar donde alojarse, es un refugio exclusivo sin perder el alma vibrante de Bangkok.
Sra Bua by Kiin Kiin y el Siam Kempinski
Sra Bua by Kiin Kiin: la vanguardia de la alta cocina tailandesa

Si la gastronomía es un arte, Sra Bua by Kiin Kiin es una galería de innovación y sorpresa. Con una estrella Michelin y un concepto que fusiona la tradición tailandesa con la gastronomía molecular, este restaurante redefine la manera en que experimentamos los sabores clásicos del país. Ubicado en el Siam Kempinski Hotel Bangkok, su interior combina elegancia contemporánea con guiños a la estética tailandesa, creando un ambiente sofisticado y casi teatral, donde cada plato es una puesta en escena.
Una cena-viaje
El nuevo menú, ‘Legends of the Lotus – The Blooming Dawn’, es un viaje gastronómico en sí mismo. Todo comienza en el lounge con una serie de aperitivos diseñados para despertar el paladar: un merengue de soja con anacardos y wasabi tailandés, satay en forma de crema wafer y una pequeña joya marina en forma de caracol de mar con aderezo especiado.
Una vez en la mesa, los platos principales son una obra de precisión y equilibrio: la sopa de pescado ahumado ‘Tom Klong Pla Grob’ juega con contrastes de temperatura y texturas, el cóctel de bogavante con espuma de bisque es pura elegancia, y la terrina de pulpo y espárragos con aderezo de tamarindo aporta un toque ácido y vibrante. Pero el verdadero espectáculo llega con el pato, servido en dos texturas, con piel crujiente y una intensa XO sauce.
El broche final es un postre inspirado en los viajes del chef en Tailandia: un parfait de maíz con granizado de coco tostado, que reinterpreta sabores locales con un refinamiento inesperado. Todo esto puede disfrutarse en un menú degustación de cinco tiempos, con la opción de maridaje de vinos o cócteles de autor.
Aquí, la comida no se come, se experimenta. La tradición se encuentra con la innovación, y cada plato tiene la capacidad de sorprender hasta al comensal más experimentado.
De la mesa a la cama: el Siam Kempinski.

La Duplex Cabana: un oasis escondido entre palmeras y piscinas
Bangkok es una ciudad de contrastes, y el Siam Kempinski Hotel Bangkok es la máxima expresión de ello. En plena zona de Siam, rodeado de centros comerciales como Siam Paragon y Siam Square, este hotel de lujo parece un universo aparte. Nada más cruzar sus puertas, el bullicio urbano se desvanece y te recibe un hall de dimensiones palaciegas, donde la elegancia clásica se fusiona con la calidez tailandesa. Siempre hay una pianista o incluso una arpista tocando en vivo, añadiendo un toque de sofisticación a la atmósfera.

Pero la verdadera sorpresa llega cuando descubres tu habitación: la Duplex Cabana, la mejor del hotel. Situada en un rincón apartado, con acceso directo a la piscina y rodeada de vegetación tropical, es un refugio de dos pisos que te transporta fuera del caos de Bangkok. Es imposible no quedarse boquiabierta al entrar: un salón de doble altura con ventanales panorámicos, una decoración que mezcla mármol, madera y fibras naturales, y ese columpio de ratán suspendido en el dormitorio, que le da un aire orgánico y acogedor a la estancia.
Lo que más impresiona, tal vez, es el detalle de cobertura: en lugar del clásico chocolate sobre la almohada, el hotel recrea un ritual de spa en la propia habitación. Al lado del columpio, te dejan un bol de cobre con agua caliente, sales aromáticas, flores y aceites esenciales, acompañado de un hervidor de agua para calentar más si lo deseas.
Emula esos rituales de los spas asiáticos, donde antes de un masaje te sumerges los pies en agua perfumada para comenzar la relajación. Un gesto inesperado y absolutamente memorable, que agradeces mucho tras recorrer la ciudad todo el día sin parar.

Durante el día, puedes acceder a la piscina directamente desde la terraza, disfrutando de un ambiente sereno y exclusivo, completamente alejado del ritmo frenético de la ciudad. La habitación en sí está pensada para el descanso absoluto: en la planta baja, un amplio salón con un sofá en L, una mesa de comedor y un baño con ducha efecto ‘fountain rain shower’, ideal para refrescarse tras un baño en la piscina.
En la planta superior, el dormitorio con una cama enmarcada en madera y un baño de mármol con amenities de lujo, que se siente más como un santuario privado que como una simple habitación de hotel.
El Executive Lounge: la joya oculta del hotel
Uno de los mayores privilegios de la Duplex Cabana es el acceso al Executive Lounge, y en el caso del Siam Kempinski, es uno de los mejores que hayamos visto. Más allá del desayuno exclusivo, la verdadera magia ocurre en el afternoon tea y en el servicio de aperitivos antes de la cena. Mientras que en muchos lounges ejecutivos sirven una selección sencilla de canapés, aquí la oferta es digna de un restaurante de lujo.

Uno de los detalles que más sorprenden es su menú interactivo de ‘bibimbap’ coreano, donde puedes preparar tu propio bol con ingredientes frescos y salsas artesanales. Además, hay una selección de dim sum, quesos internacionales y postres de alta repostería, todo servido con cocktails de autor y champagne. No es solo un lounge, sino una experiencia gastronómica en sí misma.
El Siam Kempinski Hotel Bangkok logra algo único: te hace sentir como si estuvieras en un resort tropical, mientras te encuentras en el epicentro de la ciudad.
Khum hom y el Movenpick Wellness Resort
Khum Hom: la joya escondida de la alta cocina tailandesa contemporánea
En Bangkok, la oferta gastronómica es inagotable, pero hay restaurantes que sorprenden por su elegancia discreta y su propuesta culinaria impecable. Khum Hom es uno de ellos. Escondido dentro de un hotel de lujo, este restaurante es una auténtica joya gastronómica, donde la tradición tailandesa se reinterpreta con una visión moderna y sofisticada.
La cocina de Khum Hom está bajo la dirección del célebre chef Ian Kittichai, uno de los nombres más influyentes de la gastronomía tailandesa contemporánea. Conocido por su enfoque innovador y su dominio de los sabores de Tailandia, esta es su primera colaboración con un hotel en el país, lo que hace que el restaurante tenga un carácter exclusivo dentro de la escena culinaria de Bangkok.
Un recorrido por las cuatro regiones de Tailandia
El concepto gastronómico de Khum Hom se basa en una reinterpretación moderna de platos tradicionales, abarcando las cuatro grandes regiones de Tailandia:
- Norte, con sus influencias birmanas y especias suaves.
- Noreste (Isaan), famoso por su cocina intensa, ácida y picante.
- Centro, donde predominan los curris equilibrados y los platos aromáticos.
- Sur, con sus sabores especiados y el uso destacado del coco y los mariscos.
El menú degustación es la mejor forma de experimentar esta diversidad, con una selección de platos que reflejan la esencia de cada región pero con una ejecución moderna y técnica impecable.
El servicio en Khum Hom está a la altura de la experiencia culinaria: atento, elegante y con un conocimiento profundo del menú, permitiendo a los comensales descubrir cada plato con el contexto y la historia que lo acompañan.
Khum Hom es sin duda una de las grandes sorpresas ocultas de Bangkok, perfecta para quienes buscan una experiencia refinada, innovadora y auténticamente tailandesa.
De la mesa… A un Resort Wellness
El Mövenpick BDMS Wellness Resort de Bangkok es un verdadero oasis urbano, en el que cada detalle está pensado para el autocuidado, la relajación y la salud integral. Ubicado en Wireless Road, a solo 600 metros de la estación BTS Ploenchit, el hotel logra un equilibrio perfecto entre conectividad y tranquilidad, rodeado de jardines tropicales y con una atmósfera que invita a la desconexión.
Desde el momento en que penetras en tu habitación, queda claro que este no es un hotel convencional: es un resort wellness diseñado para optimizar el descanso y el bienestar físico. Las habitaciones están equipadas con detalles únicos que refuerzan esta filosofía:
- Un sistema de colchón regulable, donde cada mitad de la cama puede ajustarse a la firmeza deseada mediante un control remoto, permitiendo personalizar la experiencia de descanso.
- Un balón de yoga y pesas pequeñas, facilitando el movimiento y el ejercicio dentro de la habitación.
- Un libro sobre nutrición y salud, reforzando el enfoque del hotel en el bienestar holístico.
- Un dispositivo de sonidos relajantes, ideal para conciliar el sueño con ruido blanco o sonidos naturales.
Bienestar desde la mañana: un desayuno diseñado para nutrir el cuerpo y la mente
El desayuno en Nourish Restaurant es una experiencia en sí misma, con un enfoque claro en la alimentación saludable. Aunque se trata de un buffet, la selección de productos y la manera en que están presentados lo elevan a otro nivel. Destacan los corners especializados en alimentación saludable, con opciones keto, veganas y low-carb, además de un puesto de zumos detox, donde cada bebida viene acompañada de una explicación sobre sus ingredientes y beneficios.
Para los más golosos, el hotel también ofrece una experiencia única: el Chocolate Hour en Bittersweet Bar, donde cada tarde los huéspedes pueden disfrutar de una selección de chocolates y postres elaborados con cacao de alta calidad. Una propuesta que combina indulgencia y placer, sin perder el foco en la experiencia sensorial.
Un resort donde el bienestar está en cada detalle
El hotel está directamente conectado con la BDMS Wellness Clinic, un centro médico de prestigio especializado en prevención y recuperación de la salud, lo que refuerza aún más su compromiso con el bienestar. Además, su gimnasio Be Fit Fitness Center está abierto 24/7, ofreciendo sesiones de Muay Thai y yoga en los jardines.
El Be Well Spa eleva la experiencia de relajación a otro nivel con un enfoque que combina terapias tradicionales con innovaciones de bienestar de vanguardia. Diseñado para restaurar la armonía entre el cuerpo y la mente, el spa cuenta con siete salas de tratamiento, donde se realizan masajes y rituales personalizados que integran técnicas asiáticas y occidentales.
Entre sus tratamientos más exclusivos se encuentran la Ice Treatment Room, una terapia basada en frío diseñada para mejorar la circulación y reducir la inflamación, y la Dry Floatation Experience, una técnica avanzada que simula la ingravidez para aliviar la tensión muscular y favorecer un descanso profundo. Además, el spa ofrece programas de bienestar a medida que incluyen terapias holísticas, técnicas de relajación guiada y tratamientos rejuvenecedores adaptados a las necesidades de cada huésped.
Celadon y el Spa del maravilloso hotel The Sukhothai
Celadon: la esencia de la alta cocina tailandesa en un enclave atemporal
Si hay un lugar en Bangkok donde la gastronomía tailandesa tradicional se experimenta en su máxima expresión, es Celadon, el restaurante insignia del hotel Sukhothai de Bangkok. Este icónico espacio no solo ofrece un festín de sabores auténticos, sino que lo hace en un entorno que transporta a otra época, dentro de un conjunto de pabellones tailandeses rodeados de estanques de loto, evocando la estética de los templos antiguos y la artesanía del país.
El nombre Celadon hace referencia a una de las cerámicas más valiosas de la historia de Tailandia. Originaria del siglo XIV, esta porcelana vidriada en tonos verdes y marfiles, conocida como «Sankhalok», fue durante siglos un símbolo de refinamiento y prestigio. Como homenaje a esta tradición, el restaurante se inspira en la filosofía de la artesanía tailandesa: perfección en los detalles, respeto por las técnicas ancestrales y una elegancia sin ostentaciones.
Un festín de sabores tailandeses con un toque de arte escénico
La experiencia en Celadon es un recorrido por los sabores más auténticos de Tailandia, con platos que reflejan la riqueza gastronómica de todas las regiones del país.
Entre sus platos estrella, la Tom Yum Goong destaca por su caldo especiado con langostino de río, hierba de limón y lima kaffir. El Lamb Massaman Curry es una versión refinada de este clásico del sur de Tailandia, con cordero, patatas y semillas de loto.
Para los amantes del marisco, el Grilled River Prawn se presenta a la parrilla con madera de ciruela y salsas tradicionales, mientras que el Deep-Fried Whole Grouper combina un exterior crujiente con una salsa agridulce de tres sabores. La Pomelo Salad with Grilled Prawn juega con texturas y contrastes, mezclando pomelo, coco tostado y langostinos a la parrilla. Y como broche final, el Pad Thai with Crab and Giant River Prawn eleva este plato clásico con cangrejo y langostino de río.
Además de la gastronomía, la cena en Celadon se convierte en una experiencia cultural, con presentaciones de danzas tradicionales tailandesas que sumergen a los comensales en la riqueza artística del país. Celadon es mucho más que un restaurante: es una oda a la historia y la identidad de Tailandia, donde el entorno, la arquitectura, la gastronomía y la hospitalidad tailandesa convergen en una de las experiencias culinarias más memorables de Bangkok.
De la mesa… al Spa del Sukhothai
El hotel Sukhothai de Bangkok es un hotel que transporta a otra época, donde la grandeza de la tradición tailandesa se fusiona con el lujo contemporáneo. Esta identidad se refleja con precisión en The Sukhothai Spa, recientemente renovado para ofrecer una experiencia que va mucho más allá del bienestar: es un auténtico santuario urbano, diseñado para desconectar del mundo exterior y sumergirse en un estado de armonía absoluta.
Desde el momento en que cruzas sus puertas, el spa te envuelve en un ambiente de exquisita serenidad. Inspirado en la arquitectura del Wat Sri Chum, el diseño del espacio evoca la sensación de un pueblo escondido dentro de un jardín tropical, con un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. La paleta de colores, basada en tonos marfil y verde apagado, recuerda la cerámica tailandesa Sangkhalok, mientras que los elementos en madera natural y bronce aportan una calidez sofisticada. La sensación es inmediata: has entrado en un lugar que trasciende la idea convencional de un spa.
Tratamientos exclusivos: la fusión entre Oriente y Occidente
El spa combina terapias ancestrales con técnicas modernas, ofreciendo tratamientos diseñados tanto para la relajación profunda como para resultados visibles y efectivos. El Sukhothai Signature Massage equilibra cuerpo y mente a través de técnicas relajantes y estiramientos inspirados en los meridianos energéticos orientales, restaurando el flujo energético natural. Para un efecto rejuvenecedor, el Gua Sha Lifting Facial utiliza herramientas de jade y extracto de caviar para mejorar la circulación, reducir la inflamación y tonificar la piel, dejando un brillo saludable y una sensación de frescura inmediata.
El Ginger Renewal Ritual es una experiencia sensorial completa que comienza con una exfoliación en seco, seguida de un masaje con piedras calientes infusionadas con jengibre y finaliza con una envoltura corporal que revitaliza y aporta calidez. En el ámbito del cuidado de manos y pies, el Bastien’s DUO eleva la manicura y pedicura a otro nivel con un tratamiento realizado a cuatro manos, logrando una sincronización perfecta.
Para quienes buscan un enfoque más clínico, el spa ofrece tratamientos avanzados de bienestar, incluyendo IV cocktails, terapias anti-envejecimiento y tratamientos con células madre, combinando ciencia y lujo en un entorno diseñado para la máxima serenidad.
Cada tratamiento se realiza en salas privadas para parejas o en la Presidential Suite del spa, un espacio exclusivo de 65 m² con vistas a un jardín privado, pensado para quienes buscan la máxima personalización y privacidad. The Sukhothai Spa no es solo un espacio para recibir tratamientos; es una experiencia inmersiva, donde el diseño, la atmósfera y la excelencia en el servicio convierten cada visita en un ritual de bienestar.