El desodorante es uno de los productos de higiene personal más controvertidos. Su fórmula tradicional con parabenos, formaldehídos y triclosán les convierte en remedios poco atractivos para los amantes del medio ambiente. Pero es el uso de aluminio entre sus ingredientes lo que más preocupa, en tanto que bloquea los poros de la piel con el objetivo de evitar la transpiración, no permitiendo a la epidermis llevar a cabo sus funciones. Incluso remedios ‘naturales’ como la piedra de alumbre no dejan de ser minerales ricos en aluminio (además, como advierte la OCU, son poco efectivos, reduciendo la transpiración solo un 30%, frente al 50% de los desodorantes industriales).

Aunque se han desarrollado alternativas, con químicos de nueva generación, hay opciones para quienes sufren alergia o, directamente, prefieren remedios caseros o naturales, que ayudan a mantener a raya la transpiración. Son desodorantes ‘caseros’ que, a cambio de perder la comodidad de un roll-on o un spray tradicional, dejan nuestra conciencia ecológica en calma.

© Jonathan Gorrigan.
© Jonathan Gorrigan.

1. Bicarbonato de sodio. Es un remedio sencillo que combate el olor corporal. Basta con mezclar una pizca con agua, sin llegar a disolverlo, y aplicarlo en las axilas. Una opción ‘pro’ es añadir un poco de almidón de maíz, que sumará una nueva función a la fórmula: la de prevenir el exceso de humedad. En este caso, seis partes de almidón por cada una de bicarbonato; y mezclar.

2. Zumo de limón. ¿En serio hay algo para lo que no sean útiles los cítricos? Se podría decir que no, ya que incluso actúan como desodorante. El ácido cítrico de los limones mata las bacterias que causan el mal olor, lo cual es un buen remedio para quienes no transpiren demasiado pero sí quieran mantener a raya el olor. Eso sí, no es adecuado tras la depilación de la axila.

Y evitarás que pasen este tipo de 'situaciones incómodas'.
Y evitarás que pasen este tipo de ‘situaciones incómodas’.

3. Alcohol sanitario. Al igual que en el limón, encontramos otro agente capaz de matar a las bacterias del olor en el alcohol con el que nos curamos las heridas. Claro que se recomienda, más que extenderlo sin más, el vaporizarlo sobre la piel. Un buen truco es añadir al vaporizador unas gotas de aceite esencial para darle a la fórmula nuestro aroma favorito.

4. Aceite de coco. La mezcla de cinco cucharaditas de aceite de coco con una pizca de bicarbonato y otra de almidón de maíz se convierte en una pasta que se puede almacenar en un pequeño tarrito que podemos guardar e ir usando hasta que se acabe. Eso sí, siempre cerrarlo bien para que no esté en contacto con el aire. Si lo quieres más denso, habría que usar, además, manteca de karité, manteca de cacao y aceites esenciales.

Nicki Minaj lo hace de maravilla.
Así, como Nicki Minaj, tan natural ella.

5. Salvia de aloe vera. Considerado el desodorante natural por excelencia, se puede usar por todo el cuerpo, no solo en las axilas, y también hay quienes lo mezclan con aceites esenciales para conseguir un poco de aroma extra. Como en el caso del limón, el aloe es otro de los súper ingredientes, con mil funciones prácticas.

Además, en el mercado hay productos que mezclan estos ingredientes naturales, creando potentes desodorantes. Un ejemplo sería el de Salvia de Weleda, que incluye aceite de árbol de té, alcohol y aceites esenciales (entre ellos, el del limón). Una alquimia muy parecida, más rico en limón, es el desodorante Árbol del Té de MON. Y si queremos una textura diferente, en polvo micronizado, tenemos el desodorante Déor San a base de plantas de Rhatma.

desodorantes_naturales1
Salvia de Weleda (desde 10,80 €; 100 ml.), desodorante Árbol del Té de MON (7 €; 75 ml.) y desodorante Déor San a base de plantas de Rhatma (8,77 €; 75 ml.).