Alta Costura se estrenaba en cines el pasado jueves 8 de diciembre. El filme dirigido por Sylvie Ohayon, guionista y directora francesa, muestra el trabajo artesanal y la tradición de las petite mains, que son las costureras de los talleres de la maison que crean prendas de lujo.

“Quería filmar a las costureras en su trabajo y mostrar que detrás de toda esa opulencia hay gente normal que sabe hacer magia”, comentó la directora.

La historia protagonizada por Nathalie Baye, que da vida a Esther, está al final de su carrera como jefa de costura en el taller de la Maison Dior. Un día, una mujer de 20 años, Jade, interpretada por Lyna Khoudri, le roba el bolso en el metro. 

Abrumada por el remordimiento, decide devolver lo que robó. En lugar de llamar a la policía, Esther decide cuidar de Jade, pues ve en ella la oportunidad de transmitir sus habilidades en el oficio de la confección. 

En el frenético mundo de la Alta Costura, Esther le dará a Jade la oportunidad de ir más allá de sí misma.

La directora expresó reconocerse a sí misma en la relación de ambos personajes, Esther y Jade: “Trabajaba como una loca. Llevaba dentro de mí la rabia que anima a Jade porque no quiere que nadie la pisotee. Y, al igual que Esther, me mataba a trabajar”, comentó.

“Pensaba que saldría adelante gracias al trabajo. Un día alguien me dijo: ‘En el amor, nadie nos garantiza que nos amen como nosotros amamos. Y lo mismo ocurre en el trabajo, donde no te devuelven todo lo que has dado’. Y tenía razón”, agregó.

Este largometraje de 101 minutos, es un homenaje a las mujeres que están tras bambalinas de las grandes creaciones de ensueño.

*Imágenes: cortesía