Todos queremos evitar hacer una limpieza pero es muy necesaria. Ahora que tienes una nueva oportunidad para empezar de cero y hacer una limpieza: de clóset, de redes sociales, una limpieza emocional o psicológica, de tu cocina, de tu coche… de todo. Empecemos con el clóset. Piensa que hacer esto de una vez te ayudará a estar más organizada y saber realmente qué piezas necesitas agregar antes de que te vuelvas loca con los descuentos.

Aquí te dejamos seis pasos para que la tarea resulte más sencilla:

1. Saca todo

Esto además de ser la única forma de empezar es satisfactorio. Saca todo lo que tengas en el clóset y tus cajones y ponlo en tu cama, en la silla o en tu sillón. Designa un espacio para poner tus zapatos. La idea es que veas a qué te estás enfrentando y una vez que des este paso, tendrás que acabar a menos que quieras dormir entre tu ropa.

2. Separa

Conforme vayas sacando la ropa, evalúa qué prendas no has usado en mucho tiempo y ponlas en una pila a parte. Ya sea que las vendas, las intercambies o las dones empecemos la limpieza con las piezas que ya no te vuelven loca o que compraste por un impulso.

3. La decisión más difícil (o la parte más divertida)

Ya que estás frente a las prendas que si quieres conservar es tiempo de hacer otra evaluación. ¿Lo has usado en el último año? ¿Te queda bien? ¿Necesita arreglos? ¿Lo tienes que llevar a la tintorería? Recuerda que la mejor forma de armar un guardarropa funcional es con los básicos, esas piezas que puedes usar todos los días y que sirven como canvas para que otros accesorios sean los protagonistas. También recomendamos deshacerte de prendas que tengas duplicadas como dos pares de jeans exactamente iguales o una de las cinco camisas blancas que tienes. Te aseguramos que no los extrañaras.

4. Limpia

Este es el momento en el que organizas los ganchos, te aseguras de que todos funcionen, sean del mismo estilo o sean suficientes para toda tu ropa. También es aquí donde limpias el espacio y separas la ropa que quieres conservar pero que necesita ser lavada o llevada a la tintorería.

5. Organiza

Es recomendable que todas tus prendas estén a la vista para que cuando decidas qué ponerte tengas todo frente a tí. Si eso no es del todo posible, pon las que más usas a la vista y los que menos en otros espacios como ropa de temporada y para alguna ocasión especial (vestidos de fiesta o chamarras de frío). Crea un espacio para tus accesorios como cinturones, bolsas o bufandas.

6. Compromiso

Ya que llegaste al final y tienes un closet organizado y es un buen momento para analizar cómo serán tus próximas compras. Yo sigo la regla conocida como 5 Piece French Wardrobe que se trata de agregar solamente cinco cosas a tu clóset por temporada, si consideramos como temporadas primavera/verano y otoño/invierno significa que al año agregaras diez piezas a tu clóset. Los básicos (T-shirts, camisas, unos jeans o un pantalón negro) no cuentan. Es solo para accesorios (zapatos y bolsas) o prendas que tienen un precio más caro de lo normal o que sabes que son tendencia. Esto me ha ayudado a consumir menos y hacerlo mejor.

*Imagen: Sexo en Nueva York