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En época de vendimia los viñedos del Loira cobran vida. Sus pueblos están en fiesta, sus viticultores se activan y sus bodegas esperan a los visitantes con ganas de compartir su saber hacer. Esta tierra de castillos y de vinos acoge a quienes tienen tiempo y quieren vivir una experiencia única en este momento tan especial del año. Cruceros, degustaciones, vendimia manual y paseos en bici por las bodegas subterráneas de esta zona cavernosa forman parte de los buenos momentos que ofrece este rincón de la región del Loira Atlántico.
Maridajes bajo tierra
La experiencia de la casa Ackerman empieza por la visita guiada de las galerías subterráneas de su histórica bodega. Siguiendo este recorrido bajo tierra, encontramos dos siglos de historia de elaboración de vinos espumosos. Durante 1h30, nos adentramos en este universo llamado troglos del Loira y sus vinos. Al final de la visita llega el momento de la degustación. Guiados por un sommelier, vamos a alegrar nuestro paladar con cuatro cosechas de alta gama y descubrir las variedades regionales de uva (Chenin blanc, Pineau d’Aunis, Chardonnay, Cabernet franc) acompañadas de especialidades culinarias locales. Unos maridajes deliciosos surgidos de la colaboración entre los enólogos de esta bodega y un chef local. Gracias a la degustación de un espumoso y de tres vinos tranquilos, el visitante podrá conocer los secretos del carácter de los distintos vinos del Loira.
Crucero desde Saumur hasta la bodega Bouvet-Ladubay
El río Loira es la columna vertebral de esta tierra de castillos y viñedos. Navegar por sus aguas permite descubrir los encantos de sus pueblos de piedra de toba y de tejados de pizarra al compás de su curso. La bodega Bouvet-Ladubay propone cruceros originales que permiten compaginar un paseo por la ciudad de Saumur con la visita y la degustación en su bodega.
Al zarpar desde el corazón de Saumur a bordo del Saumur Loire y navegar durante 50 minutos hasta la bodega Bouvet-Ladubay se disfruta de unas vistas excepcionales de las frondosas orillas del Loira. Esa travesía permite entender por qué este es considerado el último río salvaje de Europa.
El paseo fluvial se termina en la prestigiosa bodega de vinos espumosos del Lora Atlántico, Bouvet-Ladubay. La famosa casa propone una visita apasionante de 1h30 por su bodega cavada en la piedra de toba. Uno descubre 160 años de historia que se reflejan en sus paredes y en sus vinos espumosos y tranquilos (blancos, tintos y rosados)
Una vinoteca flotante en Angers
Frente al castillo más viejo del Loira y a la catedral de Angers, el Barco Vino, una peniche convertido en vinoteca, espera a los paseantes deseosos de disfrutar de las vistas y de los mejores vinos del Loira. Con más de 200 referencias de vinos biológicos, biodinámicos y naturales, el Barco Vino de Mathilde y Wolfgang está abierto durante todo el año. Esta embarcación de 1930 y de 31 metros de eslora acoge a los que no tienen prisa y quieren disfrutar de una copa en su terraza o en su bodega mientras son mecidos por las aguas del río Maine.
Participar en la cosecha de Louis
La época de la vendimia se puede vivir de varias formas en el Loira. Los viñedos se animan y los viticultores se preparan para una de las etapas más importante de la elaboración de su vino. El 11 de septiembre de 2022, la casa Louis de Grenelle propone disfrutar de una experiencia ancestral, una iniciación a la vendimia manual del Château de la Durandière. Tras disfrutar de un desayuno generoso, los participantes dan un paseo por los viñedos para descubrir la historia de estas tierras que acaba con una primera inmersión en el trabajo de la vendimia. Un momento alegre en el que se aprenden los gestos tradicionales. A esta mañana tan lúdica le sigue la comida con una degustación de vinos, la visita de la bodega y de la prensa. La jornada acaba con la degustación de las primeras prensadas de la vendimia.
En bici por la bodega subterránea Bouvet- Ladubay
Subido a una bici retro, equipado con una lámpara frontal, empieza un paseo a través de la increíble red de galerías excavadas en la roca. Esta sorprendente exploración de las bodegas Bouvet-Ladubay llega hasta cuarenta metros bajo tierra y recorre salas que pueden medir hasta 15 metros de altura (otras, en cambio, solo dos). El olor de la piedra se mezcla con el de las barricas mientras el guía va desvelando los secretos de este lugar histórico a lo largo de 1h30 de paseo y de sus 8 kilómetros de recorrido. Al ritmo del pedaleo, van aflorando restos inesperados de ruinas.
El artista Philippe Cormard diseminó por el itinerario fragmentos monumentales de una catedral enterrada, y puso luz y sonido a una parte del trazado, un guiño a la extracción de toba que se utilizó para construir muchísimos monumentos. Al final, se ofrece una cata de cuatro añadas para descubrir el producto acabado de este minucioso trabajo.
*Imágenes: Turismo de Francia y cortesía
