Chiara Ferragni, conocida por ser de las primeras influencers en la industria, ahora está atravesando un torbellino de malas noticias. La empresaria y figura mediática acudió a una audiencia al Tribunal de Milán, después de que el fiscal adjunto Eugenio Fusco y el fiscal Cristian Barilli solicitaron una condena de un año y ocho meses para ella —y a otras manos derechas de Chiara—.

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Chiara Ferragni, ¿en la cárcel?

Chiara Ferragni, Francesco Cannillo (presidente de CrealItalia) y Fabio Damato (compañero de Ferragni) están acusados de una estafa agravada llamada ‘Pandoro-gate’, cuyos hechos se remontan a 2021 y 2022, cuando hubo una presunta publicidad engañosa en promoción del Pandoro Pink Christmas y un fraude fiscal con ello.

“Todo lo que hicimos, lo hicimos de buena fe; ninguno de nosotros obtuvo lucro”, fueron las declaraciones de Chiara en Milán. De acuerdo con medios oficiales, el 19 de diciembre se presentarán los abogados de la influencer para tomar de nuevo la palabra y esperar a una sentencia definitiva el 14 de enero.

“Entre los principales acusadores que retiraron la denuncia tras llegar a un acuerdo económico con la influencer se encuentran el Codacons, la asociación Adicu y la señora Adriana de Avellino, quien recibió 500 euros”, explica Grazia Italia. Hasta ahora, Ferragni ha pagado más de tres millones de euros por vía extrajudicial.

Tiempo atrás, la influencer italiana se disculpó por engañar a los consumidores sobre la compra del pastel navideño —que supuestamente ayudaría a financiar un hospital infantil en Turín—. Entonces fue multada con 1,075 millones de euros por afirmar que la venta del pastel beneficiaría a un hospital con equipamiento médico para el tratamiento de niños con osteosarcoma y sarcoma de Ewing.

La marca productora del pastel – Balocco – había dado dinero al hospital meses antes de su lanzamiento, según descubrió un organismo gubernamental. Por lo tanto, junto con una disculpa pública, Chiara prometió donar 1 millón de euros al hospital Regina Margherita. Al borde de las lágrimas, dijo que apelaría el fallo de la autoridad antimonopolio AGCM y la multa “desproporcionada e injusta”.

El organismo de control AGCM dijo que la publicidad engañosa había explotado la “sensibilidad de los consumidores hacia las iniciativas caritativas, especialmente aquellas que ayudan a niños con enfermedades graves. Esto viola el código de consumo de Italia y constituía una práctica comercial desleal”. Balocco fue multada con 420,000 euros y una multa de más de 1 millón de euros a dos empresas que gestionan las marcas y los derechos de Chiara Ferragni.