Moda

Refrescante, vegetal, dulce y con historia. La horchata no es solo esa bebida blanca que se sirve bien fría en verano. Es cultura, es campo, es tradición mediterránea. Y, aunque hoy se la asocia con momentos informales y meriendas de infancia, su origen se remonta a la nobleza medieval y sus beneficios conquistan hasta al más escéptico del mundo healthy.
El 9 de julio celebramos el Día de la Horchata, una fecha que reivindica la autenticidad de este brebaje vegetal hecho a base de chufa valenciana. ¿Sabías que está reconocida como Denominación de Origen desde 1997? Pues sí. Y eso lo cambia todo.
De bebida noble a placer popular
La leyenda dice que fue el rey Jaume I quien, tras probar esta leche vegetal ofrecida por una joven campesina, exclamó: “¡Això no és llet, això és or, xata!” (“Esto no es leche, esto es oro, chata”). Y de ahí… horchata.
Más allá de la anécdota, lo cierto es que la horchata se remonta a tiempos egipcios, pero fue en tierras valencianas donde encontró su fórmula definitiva, a partir de la chufa —ese tubérculo con forma de almendra arrugada que se cultiva en la huerta con mimo y paciencia.
Hoy, Valencia sigue siendo su capital mundial y degustarla en una auténtica horchatería, con fartons al lado, es casi un rito sagrado del verano. Por si no lo sabes, en este día la localidad de Alboraya (Valencia) volverá a llenarse de “oro blanco” con la celebración del tradicional Día de la Horchata. Durante toda la jornada, se repartirán litros de horchata y fartons para rendir homenaje a uno de los sabores más icónicos de la terreta.
Beneficios que (sí) importan
En tiempos donde todo lo vegetal parece nuevo, la horchata llega con la frente bien alta. Porque ella ya estaba antes. Y lo hacía con argumentos:
- Es rica en minerales y vitamina E
- Tiene propiedades digestivas, antiinflamatorias y antioxidantes
- No contiene lactosa, ni gluten, ni cafeína
- Ayuda a regular el colesterol y es saciante
Además, su sabor es suave, ligeramente dulce, con notas de tierra y almendra. Si se toma sin azúcar añadido, es un tentempié ideal entre comidas, y si se sirve bien fría, puede competir con cualquier frappé del mundo beauty sin despeinarse.
Cómo tomarla (y acertar)
- Clásica: fresca, servida en vaso de cristal, acompañada de fartons (mejor si están recién horneados).
- Granizada: para los amantes del frío y los veranos largos. Refresca sin agotar.
- En versión cóctel: con ron, vodka o incluso café. Algunas coctelerías la reinterpretan con alma valenciana y espíritu internacional.
- ¿Y en versión tarta?
Sí, has leído bien. Si eres tan fan de la horchata en verano como nosotros, toma nota porque hay una pastelería en Valencia que ha convertido esta bebida tradicional en tarta. Se trata de Pepina Pastel y su Tarta de Horchata y Fartons (34 euros). Un postre que sabe a tradición, a verano y a Alboraya, ideal para darse un capricho en el día más valenciano del calendario.
Su receta mantiene la esencia de siempre: capas de fartons empapados en auténtica horchata de chufa de Alboraya, intercaladas con una crema suave y artesanal elaborada con chufa y un toque justo de canela. El resultado es una tarta con textura esponjosa y sabor a merienda de verano.
Además, está disponible también en formato mini, perfecto para regalar o darse un capricho tú solo (10,50 euros). Se suma al tamaño grande, ideal para celebraciones, sobremesas con amigos o, simplemente, para quienes creen —como en Pepina Pastel— que la horchata y los fartons deberían ser patrimonio universal.
Y si no te atreves a darle un bocado, hoy es un buen momento para visitar una horchatería de tradición, como Daniel (en Alboraya) o El Siglo (en Valencia). Te servirán horchata con D.O., hecha en el día, con chufa valenciana certificada.
La horchata es la bebida vegetal más auténtica de nuestro recetario. Una joya refrescante que combina historia, salud y sabor. Que no necesita disfrazarse de moda porque ya lo fue, lo es y lo será. Y este 9 de julio, en su día oficial, toca celebrarla como merece: en vaso frío, con fartons, y ojalá al sol… o al atardecer. Porque pocas cosas saben tanto a verano español como una buena horchata.
*Imágenes: Getty Images y cortesía