La vulnerabilidad es todo un tema y Selena ha decidido no callar.

 

Selena Gomez: My Mind and Me, es un nuevo descubrimiento y abordaje a una estrella mundial como ella. Pero no en su faceta galmorosa o pública, sino en su lado más vulnerable, humano.

 

El documental ,que se estrena el 4 de noviembre en Apple TV+, Selena admite muchas cosas: “Mi cuerpo es muy joven”, por ejemplo.

 

Está hablando de la forma en que cierto atuendo enfatiza, o no, su figura, haciéndola parecer, como ella dice, “como una niña de 12 años”. Pero es más que una simple evaluación de su disfraz y, también es un gesto hacia una de las tensiones centrales de la carrera de la estrella de esta película: la presión precisa que puede imponer la autoconciencia de la conciencia de otras personas”. 

 

En fin. Esta serie no está hecha para ser ignorada, sino para ser vista como humanos, con todos los defectos.

Alek Keshishian trabajó por primera vez con Selena Gomez en el video musical de Can’t Keep My Hands to Myself, pero probablemente sea mejor conocido por el innovador e íntimo documental de Madonna entre bastidores Truth or Dare (1991), que fue el documental más taquillero de todo el tiempo hasta que Bowling for Columbine lo superó. 

 

Sin embargo, Selena dice que hubo momentos en los que quería llorar mientras miraba el corte final, no por lo expuesta que la dejó, sino porque odiaba sentir la incomodidad o la inseguridad que la película capturaba tan claramente.

 

Este documental es para conocer el lado más humano, más sensible y más vulnerable de Selena Gomez, momento en el que todos nos hemos sentido así en algún episodio de nuestras vidas, sin considerar la presión que ella ha tenido que adoptar como persona famosa, para complacernos.