Otra más de Kanye West para agregar a su lista de escándalos y dramas. Esta vez fue la disputa entre él y Coachella por un escenario digno de un “Dios”.

Por Marina Soto

El excéntrico rapero Kanye West es conocido mundialmente por la controversia y el escándalo que provoca siempre, desde su incondicional apoyo hacia Donald Trump, hasta sus exorbitantes escenarios que lo ponen “encima” de la multitud como un Dios. En esta ocasión, el rapero se pasó de la raya cuando exigió, en el último momento, a los organizadores de Coachella que le hicieran un domo gigante como parte de su escenario, diciendo que el escenario no era lo suficientemente grande para su show. Cuando los organizadores negaron su petición porque decían que era imposible construirlo en cuatro meses y que además tendrían que quitar muchos baños y cambiar toda la estructura del lugar, West se retiró del lineup. En vez de él tendremos a la mediática cantante, Ariana Grande.

Por supuesto el rapero se quejó diciendo que él es un artista con una visión y que no debería preocuparse por unos simples baños portátiles —como siempre, el rey de la prepotencia—. Esta, sin embargo, no ha sido la primera vez que Kanye abandona un festival por creer que merece el trono con sus “ideas visionarias”. Tal y como lo escribe Vanity Fair, Yeezy también estará ausente del Governors Ball de Nueva York pues su visión de 360 grados  que lo pondría al centro de la estructura con una “producción de alta tecnología y video inmersivo” tampoco pudo ser llevada a cabo.

Las quejas de Kanye West ya son cosa de todos los días. Twitter le ha valido amistades e incluso colaboraciones. La pregunta está en si las marcas y artistas con los que aún colabora están dispuestos a aguantar las exigentes demandas del rapero en un futuro. Después de todo, eso es lo que lo eleva y lo hace sentir tan “grande”.

*IMAGEN: Getty Images