Las cosas no se iban a quedar ahí. Luego de las fuertes confesiones que Meghan Markle y el príncipe Harry hicieron en televisión a Oprah Winfrey, el Palacio de Buckingham ha respondido en solo cuatro renglones diciendo que las acusaciones de racismo y falta de apoyo de la pareja se tomarán “muy en serio” y serán abordadas por la familia real “en privado”. Al parecer no pinta para nada bueno. 

La respuesta, emitida en nombre de la reina Elizabeth II, tardó dos días en publicarse, pues seguramente estuvieron pensando detenidamente en cada palabra que iban a responder. “Toda la familia se entristece al saber el alcance de lo desafiante que han sido los últimos años para Harry y Meghan. Los problemas planteados, en particular el de raza, son preocupantes. Si bien, algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y la familia los abordará en privado. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros  muy queridos de la familia”, se lee en la breve respuesta.

La entrevista de dos horas, que se transmitió el domingo en Estados Unidos, se vio el lunes por la noche en el Reino Unido y se volvió el tema de conversación y de cobertura mediática en todo el país europeo. Aún no queda claro si la reina u otros miembros de la realeza como el príncipe Charles, la vieron, pero al menos alguien la vio por ellos y les comentó de la información a tomar en cuenta.

Entre las confesiones más sorprendentes que Meghan hizo, fue que la carga de ser parte de la familia real británica al no ser de piel blanca, la hizo tener pensamientos suicidas. El “racismo vivido dentro de la casa real y por parte de los medios de comunicación” influyó en su sentimiento de que “ya no quería estar viva”, dijo la duquesa de Sussex.

Durante los cuatro años que Meghan Markle realizó su rol dentro de la monarquía estuvo preocupada por su salud mental. Varias veces le pidió ayuda a la institución, pero aseguró que le negaron la solicitud de internarse en un centro de recuperación por la imagen negativa que podría proyectarse. Harry añadió: “La familia tiene una mentalidad de ‘esto es lo que es, no se puede cambiar’. No tenía en quién apoyarme. Para ambos, hubo “falta de entendimiento y apoyo por parte de la familia real y de los medios. Tenía miedo de que se repitiera la historia de mi madre”, dijo, en relación a Diana de Gales, quien sufrió depresión y murió perseguida por la prensa amarillista. 

Otra de las revelaciones importantes que hizo Meghan fue, que dentro de la casa real, existieron “preocupaciones y conversaciones sobre lo oscura que podría ser la piel cuando nazca”, refiriéndose al primogénito de la pareja, Archie, afirmación que Harry respaldó. 

¿Cómo resolverán esta situación en privado, cuando todo el mundo tiene la atención puesta en estas graves acusaciones? 

*IMAGEN: Getty Images