Visitamos este recinto ubicado en Treviso que promueve la creatividad de una forma no tradicional.

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Por Grace Miramontes

 

Uno de los sueños de todo estudiante es vivir parte de esta etapa fuera del país. Ideas frescas, ciudad nueva y amigos que mañana podrán convertirse en colegas o socios, son motivos suficientes para dar un brinco al otro lado del mundo.

En el pequeño pueblo de Treviso –a 45 minutos de Venecia– se encuentra Fabrica Research Centre, una incubadora de talentos bastante peculiar, que nace como iniciativa de United Colors of Benetton en los años noventas. Durante nuestra visita a la región, tuvimos oportunidad de visitarla y conocer toda la labor que hacen y que hemos de admitir, no teníamos ni idea.

Luciano Benetton compró la casa de campo cuando estaba en ruinas y fue renovada por el arquitecto japonés Tadao Ando. ¿Su propósito? Ser plataforma para que estudiantes de diferentes disciplinas, puedan desarrollar sus proyectos durante un año y con ayuda de una beca otorgada por la firma italiana.

 

 

Si bien, esta institución –que de estricta no tiene nada– tiene departamentos bien definidos, promueve la idea de que no hay nada mejor que combinar ideas, mentes y talentos. “Fabrica no es una escuela ni es una agencia de publicidad”, aseguró nuestra guía quien además, nos llevó a conocer a las cabezas del departamento de comunicación, diseño –ambas mujeres, la primera mexicana y la segunda portuguesa– y nos mostró lo que sucede en el de editorial.

Firmas como AirBnB, Moleskin e incluso la ONU, han sido clientes de Fabrica y ellos mismos son los responsables de toda la comunicación publicitaria de Benetton. Incluída la polémica de los retratos de gobernantes dándose besos.

El proceso de admisión comienza a través del sitio oficial y el primer paso, es proponer un proyecto a desarrollar. Una vez que se elige al candidato, se integra para un periodo de adaptación en el que ambas partes se aseguran de compaginar intereses y formas de trabajo.

 

Los estudiantes tienen un límite de edad de 25 años y llegan a residencias ubicadas en el centro de Treviso. ¿Lo mejor de todo? Tienen acceso total a la cartera de clientes y contactos –durante y después de su estancia– que incluye importantes marcas y ONGs, además de poder ejecutar proyectos personales y colaborar con otros “fabricanti” sin importar rango, departamento o disciplina.

 

Lo único que nos pone mal es no habernos enterado antes de esto. Pero ahora que te contamos, esperamos que no te pierdas la oportunidad.

¡Con intentar no pasa nada!