Moda
Cuando se trata de amor y rebeldía, Harry y Meghan, aka los duques de Sussex, son expertos en el tema y esto solo lo reafirma.
Por Raquel Rivas
La familia real británica es conocida por poseer toda una larga lista de tradiciones familiares. De hecho, en verano son asiduos a la cacería y este año no han sido pocas las protestas que ha recibido Prince William por haber permitido que su hijo pequeño, George, se fuera con la reina Elizabeth II de cacería.
El gran ausente ha sido el Prince Harry y todo apunta que no volverá a cazar porque Meghan Markle es una fiel defensora de los derechos de los animales y le horroriza que su hoy marido practique un deporte tan sangriento como es la cacería de urogallos.
Eso sí, los duques de Sussex sí estuvieron en el palacio de Balmoral durante todo el fin de semana acompañando a la familia, pero prefirieron abstenerse de todo aquello que tuviera algo que ver con la muerte de un animal.
Cuando se trata de amor y de rebeldía, Meghan es embajadora. No solo ha logrado conquistar al reino de su abuela política con sus múltiples apariciones, donde solo desborda dulzura, sino que también ha puesto fin a diversos “protocolos”.