Moda
La fiebre por las camisetas de turista empezó hace unos meses, cuando Chanel (con sus inolvidables ¡viva Coco libre!), Dolce&Gabbana y Vetements presentaron sus propios diseños de esta prenda considerada originalmente algo cutre, casi como los calcetines con sandalias que tanto hemos visto los últimos años en los pies de influencers y fashionistas.
Pero claro está, la tendencia como siempre evoluciona y ahora, además de poder comprarte el típico modelo que venden en las tiendas del paseo marítimo de la ciudad de turno, las grandes firmas han creado sus propias versiones. De hecho, con ellas han conseguido catapultar este tipo de camisetas a lo más alto (para que dejes de usarlas como pijama).
En el caso de la firma italiana, la prenda se convertía en protagonista en la última edición de la semana de la Alta Moda italiana, en Nápoles. En las inmediaciones del desfile cientos de vendedores ambulantes hacían su agosto ofreciendo a los invitados camisetas falsas que decían «Io c’ero» (yo estuve allí); para que los afortunados asistentes al front row pudieran presumir después de no haberse perdido la prestigiosa cita.
Y, como ya hizo Alessandro Michele con el colectivo GucciGhost, Domenico y Stefano prefirieron no luchar contra el enemigo y unirse a él o algo así: cerraban el desfile primavera-verano 2017 del pasado mes de septiembre en Milán con un ejército de camisetas turísticas. Las modelos tomaron la pasarela enfundadas en faldas pareos que combinaron con camisetas en varios idiomas, una colección cápsula que han bautizado como #DGTheRealFake.
Eso sí, aquí no esperes encontrar ni rastro de la típica camiseta de guiri que te trajeron tus tíos de sus vacaciones en Tenerife, pero sí piedras preciosas, bordados, el logotipo de la firma… Los precios (rondando los 900 euros) tampoco son aptos para el puesto de souvenirs de la esquina. Peeeeeero, nadie dijo que ser una fashionista fuera sencillo ni barato.