Hablar de Karl Lagerfeld, significa hablar del diseñador que estuvo activo durante siete décadas. Diseñaba colecciones para dos casas, era fotógrafo, tenía su propia marca. Lo hacia todo.

Su historia comenzó a la par de la de otro grande: Yves Saint Laurent, quien ganó el primer lugar de un concurso de dibujo en 1953 en el que ambos participaron. Para Yves, esa victoria lo puso rápidamente en el camino de Christian Dior. Para Karl, esa derrota lo llevó a una serie de circunstancias que más tarde lo apuntarían hacia una de las casas más grandes, la de Coco Chanel. Este momento también sería el inicio de una rivalidad que años después se intensificaría por la disputa del amor del gígolo Jacques de Bascher.

Nacido en Hamburgo, Alemania un 10 de septiembre de 1933 bajo el nombre de Karl Otto Lagerfeldt, en su juventud abandonó la “t” de su nombre para que su apellido fuera “más comercial”. Desde muy temprana edad estuvo interesado en la moda y su forma de consumirla era a través de revistas. Luego de ser objeto de burlas en la escuela, a los 14 años, le pidió a sus padres que lo dejaran mudarse a París.

Después del concurso de dibujo en el que perdió ante Saint Laurent, obtuvo un trabajo de tiempo completo en el atelier del diseñador Pierre Balmain, puesto donde permaneció por tres años. Luego llegó una oportunidad en la casa de Jean Patou y en 1963 comenzó a trabajar con Gaby Aghion de Chloé a la que le propuso el easy look que continúa hasta ahora. Finalmente en 1974 obtuvo el puesto de director creativo de la casa de pieles romana, Fendi.

En 1983, Alain Wertheimer, el dueño de Chanel, le pidió que le inyectara nueva energía a la firma fundada por Gabrielle. “Todos me decían que no lo aceptara, que esa marca ya estaba muerta”, aseguró en entrevista para el New York Times. A pesar de eso, su decisión fue acertada. A partir de ese momento Lagerfeld nos dió muestras de moda espectaculares, haciendo una reinterpretación de los clásicos de Coco: el tweed, los trajes con falda lápiz, el little black dress y los bolsos. Fue en esta década cuando la moda y la cultura pop lo adoptaron por igual para no soltarlo hasta su muerte.

 

Chanel

 

Stella Tennant, Chanel

Su visión de la moda involucraba desde celebridades hasta el arte. Y gracias a él fue que la industria empezó a aceptar la irreverencia y lo absurdo como parte de la escena creativa. ¡Y después estaban las modelos! El Chanel de los 80s y 90s nos mostró a Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Linda Evangelista, Helena Christensen y Kate Moss, a las que llamaba “choupettes” como su amado gato.

 

Claudia Schiffer, Chanel

Lagerfeld fue también uno de los primeros diseñadores en crear espectáculos en cada desfile. En los últimos años, los conceptos detrás de las colecciones daban de que hablar al igual que la ropa. Supermercados, una nave espacial, un aeropuerto, ir a Cuba, conseguir el MET de Nueva York, presentar en Versalles, hacer que Florence Welch cantara en vivo, eran algunos de sus ideas. Algo que definitivamente extrañaremos.

Es difícil pensar en Chanel como marca sin pensar en Karl Lagerfeld. Muchos han sido los rumores de quien podría sucederlo. En alguna ocasión declaró que Haider Ackermann sería un buen sucesor, luego lo desmintió y salió a la luz el nombre de Heidi Slimane e incluso el de Phoebe Philo. Hasta ahora, de acuerdo al comunicado de la marca, sabemos que Virgine Viard su mano derecha y la que apareció en el último desfile de Alta Costura en enero—, estará a cargo de la casa.

Karl fue un personaje atípico en esta industria deja un legado tan rico y variado para cualquiera interesado en moda. Su lugar siempre será irremplazable. Long live the King!