Por Mario Suárez.

Desde hace unos 10 años, las empresas dedicadas a la organización de bodas han crecido en España, creando una amplísima oferta de profesionales que se encargan de todos los detalles en ese gran día. Muchos de estos wedding planners comenzaron organizando sus propios enlaces, y hoy sus tarifas van desde los 1.000 a los 10.000 euros por encargarse del menú, el transporte, la música e, incluso, de los trajes de la damas de honor.

En Bodas de Cuento saben que los protagonistas del gran día son los novios. Pero los invitados deben sentirse también partícipes de una experiencia y un escenario únicos. © Raquel de Benito
En Bodas de Cuento saben que los protagonistas del gran día son los novios. Pero los invitados deben sentirse también partícipes de una experiencia y un escenario únicos. © Raquel de Benito

Bodas de cuento: enlaces dorados

Han organizado más de 300 bodas desde 2009. La historia de la empresa Bodas de Cuento es parecida a la de otros muchos wedding planners: fue el enlace de Wendy Vidal y José de Domingo lo que provocó que, tras el éxito del evento y el interesante proceso de organización, dejaran sus trabajos –ella en el ámbito del turismo y él como topógrafo– para diseñar ceremonias para otros. Después se unieron Marina Martín y Ricky Romero, y ahora tienen dos sedes, en Barcelona y Zaragoza. “La contratación de un organizador de bodas brinda una serie de beneficios que no solo se dejan notar a nivel visual con la decoración o ambientación, sino que también están presentes a nivel organizativo y logístico. Cuando hay una o varias personas encargadas de coordinar todo el evento, todo fluye de forma más natural, y los invitados lo notan”, cuenta Ricky, que recuerda cómo se atrevieron a organizar una boda en una nave industrial de la capital maña al poco tiempo de asociarse: “No había absolutamente nada y tuvimos que acondicionarlo todo para la ocasión. El resultado fue una boda industrial que tuvo muchísima repercusión”, añade.

Ellos decoran, coordinan u organizan el enlace de principio a fin con unos honorarios desde los 1.000 a los 3.900 euros. En 2013, publicaron el libro ¡Sí, quiero! Ideas geniales para diseñar tu boda (Editorial Planeta), que sigue siendo referencia en el sector. En cuanto a las tendencias en bodas, hablan de una corriente por “alargar al máximo el enlace, y no limitarse al día de la boda”; es decir, encontrar un lugar donde alojar de viernes a domingo a todos los invitados y crear experiencias con ellos que van desde un brunch a una fiesta nocturna.

Como organizadores de bodas, Ricky y Marina apuestan por ceremonias donde hasta el más mínimo detalle cobra importancia. © Xavi Torres Bacchetta
Como organizadores de bodas, Ricky y Marina apuestan por ceremonias donde hasta el más mínimo detalle cobra importancia. © Xavi Torres Bacchetta

¿Lo más curioso que han vivido como wedding planners? En una ocasión, se tuvieron que enfrentar a un elopement, un evento poco conocido en España que consiste en que los novios se casen sin decir nada a nadie: “Una pareja de Boulder (Colorado, EE UU) nos contactó para organizar su boda en Barcelona; pero lo hicieron escapándose de su país y casándose en secreto y en solitario”. También han organizado bodas únicamente en tonos dorados y fucsias; con perros como invitados; con foodtrucks (camiones de comida rápida) y, por supuesto, las míticas frente al mar o nocturnas. Son las cuentibodas, como ellos llaman a esas bodas de cuento en las que no falta ni un detalle porque, como añaden, “lo importante es que los novios se atrevan a tener la ceremonia que quieren: es su boda y la de nadie más”. 

 

Macarena Gea: tras el boom de Internet

Un blog de moda y estilo fue el comienzo de esta empresa liderada por Macarena Gea y Pilar Roca. La primera se dedicaba a escribir sobre tendencias en Internet desde 2007, hasta que un día tuvo que organizar su propia boda y, además de su estado civil, algo más cambió: comenzó a recibir peticiones de numerosas lectoras que pedían asesoramiento para sus enlaces, y en poco tiempo estaba profesionalizando la empresa con su nombre, Macarena Gea. En 2012, se sumaría su socia Pilar: “Nosotras nos casamos antes de que estallase el boom nupcial que vivimos desde hace unos años en España y antes de que se entendiese la importancia de la figura de un wedding planner a la hora de diseñar un enlace. Preparamos nuestras respectivas bodas con mucho mimo, pero ni por asomo pudimos llegar al nivel de detalle que alcanzamos ahora con nuestros clientes”, cuentan.

Pilar Roca (izda.) y Macarena Gea: ambas tienen muy en cuenta el instinto de los novios a la hora de diseñar la ceremonia © Tania Castro
Pilar Roca (izda.) y Macarena Gea: ambas tienen muy en cuenta el instinto de los novios a la hora de diseñar la ceremonia © Tania Castro

Lo importante en una boda son los novios, pero también los invitados, por eso aconsejan “pensar en las necesidades concretas, desde su alojamiento al transporte, para que todo el mundo pueda sentirse cómodo y disfrutar juntos de un día inolvidable”.

Han organizado bodas incluso en una sala de juegos recreativos vintage: “Fue toda una sorpresa para los invitados y el escenario en sí se convirtió en uno de los grandes éxitos de la ceremonia”. Aún así, las bodas campestres con un toque vintage siguen siendo las más solicitadas en los últimos años, “aunque también las urbanas o las celebradas en espacios con cierto toque industrial tienen un puesto destacado en nuestros enlaces”, añaden. Y para finalizar, ambas dan un consejo a todos los contrayentes: “Más que tematizar totalmente una boda, que incorporen una serie de pinceladas que la hagan diferente y se identifique con los protagonistas, con los novios. Es un día único y muy suyo, deben seguir su instinto”.

La decoración, los regalos para los invitados, los adornos florales… Macarena Gea pone su particular toque de buen gusto.
La decoración, los regalos para los invitados, los adornos florales… Macarena Gea pone su particular toque de buen gusto.

A-tipica: el efecto wow!

Claudia Aguirre quería una boda especial, y acudió a dos organizadoras de bodas para que le ayudaran a que todo saliera como deseaba. Paola y Marina de Herrera, responsables de A-tipica, dieron forma al que fue uno de los días más felices de su vida. Ninguna pensaba entonces que, tiempo después, esa experiencia en primera persona le llevaría a unirse a esta joven empresa de Madrid que lleva desde 2002 preparando ceremonias y eventos nupciales. Hoy organizan una media de 25 a 30 bodas al año, con un precio que va de los 3.000 a los 8.000 euros. “Las parejas que nos piden que organicemos su boda son gente que vive en el extranjero y no está en España el tiempo suficiente, así como personas a las que les gusta cuidar hasta el último detalle para que no se pueda escapar nada”, cuenta Claudia.

Claudia Aguirre acabó siendo socia de las wedding planners que organizaron su boda, Paola y Marina de Herrera. ¡Un auténtico flechazo profesional! © Luis Rubio
Claudia Aguirre acabó siendo socia de las wedding planners que organizaron su boda, Paola y Marina de Herrera. ¡Un auténtico flechazo profesional! © Luis Rubio

Para ellas, las claves que debe tener una boda para sea absolutamente inolvidable son tres: “Buena comida; diversión, que se consigue con un buen entretenimiento, y una decoración que consiga el efecto wow!”. Para que una boda resulte de sobresaliente, además, hay que marcar bien los tiempos de espera de los invitados y conseguir una temperatura agradable.

En A-tipica han organizado ceremonias de todo tipo, desde una en La Carolina, un polígono industrial entre placas solares –“tuvimos que crear todo de manera efímera»–, hasta una boda temática sobre el circo con muchos cambios de escena. Una wedding planner trabaja incluso desde un año antes del evento para preparar todo con mimo. Las reuniones periódicas con los contrayentes son fundamentales, ya que les informan sobre la variedad que hay en el mercado de invitaciones, música, menús, regalos para invitados, decoración de las mesas, tartas, trajes de ceremonia… Todo tipo de detalles y asesoramiento profesional que a Claudia, cuando fue clienta de su futura empresa en 2006, le resultó de ensueño: “La verdad es que no tenía mucho tiempo para preparar mi boda ya que estaba estudiando por entonces. Nos casamos en el campo, cerca de Trujillo (Cáceres). Fue una boda de unos 500 invitados, con una cena servida en una carpa inspirada en un lodge africano de madera y flores. Resultó muy divertida”. Tanto es así que, ahora que cumple su décimo aniversario de nupcias, confiesa que, probablemente, volverían a celebrarla de la misma manera.

La decoración del banquete nupcial debe dejar a los invitados con la boca abierta. A-tipica lo consigue siempre.
La decoración del banquete nupcial debe dejar a los invitados con la boca abierta. A-tipica lo consigue siempre.

Este artículo se publicó originalmente en el número de junio 2016 de ‘Shopping&Style’, el suplemento del último jueves del mes de ‘El País’.