Por Rafa Pontes.

Cada año, el Festival de Cine de Málaga abre sus puertas para sorprender. Las apuestas más esperadas del cine español encuentran su salida comercial en grandes estrenos, apoyos de la televisión o estrellas internacionales. Pero cada edición del certamen andaluz esconde joyas que, desde el Teatro Cervantes, llaman la atención de distribuidores y espectadores, como el año pasado ocurrió con A cambio de nada, de Daniel Guzmán, o Techo y comida (protagonizada por Natalia de Molina), que después sumaron nueve candidaturas a los Goya y lograron ganar tres. Eso sin contar que la ciudad se lanza a la calle y se baten los récords de asistencia de los años anteriores, tanto en las sesiones de cine como en las actividades paralelas, conciertos y exposiciones.

Esta 19 edición ofrece un cartel potente ya desde la propia inauguración, con la presentación de Toro, el esperado regreso de Kike Maíllo a la dirección, con un reparto de lujo: Luis Tosar, Mario Casas, José Sacristán e Ingrid García-Jonsson, entre otros. A partir de ahí, una bacanal de cine se repartirá por las distintas pantallas, estrenos que harán que se paseen por Málaga estrellas como Belén Rueda, Pilar López de Ayala, Emma Suárez, Dani Rovira, Carmen Maura o Maribel Verdú, entre otras, que presentarán sus nuevos trabajos.

Ahora bien, al margen de las secciones dedicadas al cine más alternativo o el procedente de Latinoamérica, siempre queda un espacio para la nostalgia: en esta ocasión, el Festival de Málaga ofrecerá la oportunidad de volver a ver en pantalla grande Amantes, el clásico de Vicente Aranda protagonizado por Victoria Abril y Jorge Sanz. También los títulos más representativos de la actriz Paz Vega, el actor Emilio Gutiérrez Caba o la directora Gracia Querejeta, ya que todos recibirán un premio por su trayectoria. Como cantaba Luis Eduardo Aute, “Cine, cine, cine… más cine, por favor”.

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* Artículo publicado originalmente en el número de abril de la revista Shopping & Style, suplemento de El País.