La cocina coreana sigue siendo la gran desconocida del continente asiático. Hemos sido conquistados por sus coches y sus televisores, por sus teléfonos móviles y su industria química (¿sabías que allí se elabora el ácido hialurónico y una gran cantidad de los ingredientes que luego se usan para elaborar las cremas de los principales cosméticos europeos y norteamericanos?); de hecho, cada vez son más los que utilizan cosmética coreana o escuchan grupos de KPop más allá del Gagnam Style. Pero, ¿y la comida?

En los últimos años han abierto numerosos restaurantes coreanos en las grandes ciudades españolas. Esto ha permitido una diversificación importante, en tanto que, al principio, solo había establecimientos pensados para los que podían permitirse pagar mucho por una cena. Ahora, sin llegar al grado de comida rápida, es posible organizarse una cena coreana por menos de 10€ por persona, ¡y sin salir del centro!

¿Te atreves a iniciarte en la comida coreana?  © Cordon Press
¿Te atreves a iniciarte en la comida coreana? © Cordon Press

Se equivocan quienes piensen que, por estar entre Japón y China en el mapa, la coreana es una mezcla de ambas. Tiene algunas similitudes, claro, pero no más que la nuestra con la griega o la italiana. Con recetas propias y usos únicos en el mundo, la de Corea es toda una gastronomía en sí misma. Para aquellos que aún no hayan decidido hacer una inmersión en su cocina, bastan estas 15 lecciones previas. Nadie notará que es tu bautismo de fuego o, mejor dicho, ‘de kimchi’. ¡Coge los palillos!

1. Kimchi. Y es que estas hojas de col fermentada con pimentón son, nada más y nada menos, el plato nacional. Aunque darle el rango de plato es exagerado, porque en Corea esto es como el pan. Acompaña todas las comidas, se puede mezclar con todo y no falta desde en la tortilla hasta en el desayuno. Sí, es todo un salto cultural, y es que cuesta creer que prefieran comer algo tan picante antes que una tostada con aceite… Por cierto, tanto el kimchi como el aceite de oliva virgen se encuentran entre los alimentos más saludables del mundo.

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2. Palillos. Al igual que sus vecinos, los coreanos también comen con palillos. Pero no se trata de unos de madera, ni están lacados. Los suyos son de metal, más estrechos y finos, y exigen una destreza diferente a la hora de cogerlos para comer (aunque si sabes comer con los chinos, no habrá problema con estos). Las cucharas también cambian: no son pequeñas y gruesas, sino alargadas y finas, más parecidas a las nuestras. Si te ponen palillos de madera en un restaurante coreano, pide el libro de reclamaciones. No podrás vivir la experiencia completa si no es con cubiertos 100% K.

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3. Ying y yang. Si hasta su bandera refleja el interés del país por el equilibrio, cómo no lo iba a hacer su gastronomía. La sopa nunca falta como acompañamiento de cualquier plato. No se come arroz si no hay una rica sopa cerca. La combinación sólido-líquido se traslada incluso a los dulces: el pastel de arroz se suele acompañar por un poco de ponche de caqui.

4. Arroz cocido. En coreano, bap, tres letras que se repiten en infinidad de nombres de platos y que no son más que la traducción literal de lo que se va a servir (vamos, como nuestro ‘Arroz con pollo’ o el ‘Arroz con bogavante’, pero en alfabeto coreano). Es el ingrediente principal, pero no tiene por qué estar siempre presente. Eso sí, si lo ves escrito en el menú, no dudes de que será a granel.

5. Mesas y mosqueteros. Lo normal en Corea es que los restaurantes tengan mesas con huecos en el centro donde colocar diferentes parrillas o platos de metal donde se termina de cocinar la comida, especialmente si se trata de carne. Es habitual que se pida una única comida a compartir, de ahí que no sean necesarias varias parrillas, y estas se subdividen en secciones, por lo que siempre se puede eludir algún ingrediente.

6. Bulgogi. La parrillada coreana por antonomasia y el plato más popular fuera de Corea. Y es que no hay nada más sencillo que poner una buena parrilla y tiras de carne cruda que se irán friendo poco a poco sobre ella. Luego, se coge una hoja de lechuga, algunas verduras que nos habrán puesto en pequeños platillos sobre la mesa, y se crean pequeños hatillos de carne con la verdura. Delicioso.

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7. Bibimbap. Recuerda, bap es arroz y, en este caso, arroz con verduras. Es uno de los platos más queridos y completos, perfecto si no se quiere compartir porque se puede preparar para una persona. Eso sí, siempre en cuenco de loza o metal en el que se terminará de cocinar aprovechando el propio calor. Arroz cocido y tiras de numerosas verduras, rematada con un huevo frito y luego todo revuelto con pasta de pimentón, el picante coreano por excelencia.

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8. Kimbap. Es como el maki japonés, o más bien como el California Roll, por su gran tamaño, pero estos bocados de arroz hervido envueltos en algas no los acompañan trozos de pescado crudo, sino, especialmente, vegetales.  En algunas regiones del país sí añaden pequeñas tiras de carne, pero no en todas. Perfectos para compartir como entrantes o como plato principal si vamos solos.

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9. Pajeon. La tortilla más clásica de Corea y que, como la nuestra, basta trocearla para que todo el mundo se abalance a por su trocito. En este caso, suelen ser cuadrados, pues se trata de una tortilla fina de huevo, harina de trigo y cebolleta fresca que, además de riquísima, es perfecta para empezar una buena comilona coreana. Si se quiere, se puede mojar en salsa de soja.

10. Postres. Los coreanos no tienen una gran tradición de postres. Si exceptuamos el pastel de arroz y sus derivados, poco más encontraremos que no sea adaptación cultural tardía de clásicos como el helado (es fácil ver bolas de hielo con sirope) o la pastelería americana. Esto se debe a que se reservaban para ocasiones especiales. Eso sí, nunca hay que decir que no a unas galletas de arroz con nueces y dátiles… No son de este mundo.

11. ¡Viva el vino! ¿Una copita de vino de crisantemo? En Corea es posible. También el de ciruelas. Se trata de recetas de licor de arroz fermentado al que se añaden flores o frutas. El vino de arroz más famoso es el de Gjeongju, que mezcla dos tipos de arroz y con un grado alcohólico de 15%. Este licor se toma en todo momento y suele ser poco educado pedirlo y no acompañarlo de un mínimo para picar. Ya sabéis, el ying y el yang…

12. Bebidas. Si tenéis la suerte de ir a Corea, comprobaréis cómo, por cada cuatro jarras de agua que tú pidas, ellos beberán medio vaso. No, no es exagerado. Suelen beber poco durante las comidas y en los restaurantes los vasos son pequeños, como de máquina de café, porque no necesitan más. De hecho, cuando pides la tercera jarra de agua te miran con cara de Obélix diciendo “están locos estos romanos”…

Restaurante coreano Hanin Jun (Barcelona).  © Facebook
Restaurante coreano Hanin Jun (Barcelona). © Facebook

13. Rarezas. La cocina coreana tiene surrealismo como todas, y especialmente para las papilas gustativas de un occidental. No debería ser lo elegido para una primera vez, pero si somos los más temerarios del lugar, qué mejor que un Gosari-namul, brotes de helecho sazonados y levemente fritos; o la Daegutang, una picantísima y espesa sopa de bacalao y ternera con verduras y pasta de pimentón o ají.

14. ¿Perro? La leyenda negra de Corea. Su consumo está prohibido actualmente por ley, pero fue una tradición bastante extendida hasta la celebración de los Juegos Olímpicos de 1988, cuando se restringió para no dar una mala imagen del país. Hoy es una costumbre minoritaria y la amplia mayoría de los jóvenes nunca lo ha comido.

15. Kamsahamnida. O lo que es lo mismo: ‘gracias’. En Corea se es educado, tanto como en España. Si de aquí no nos vamos sin dar las gracias y saludar, ellos tampoco. Y no hay nada que le guste más a un coreano, sobre todo si regenta un restaurante fuera de su país, que el que el cliente le hable en su idioma.

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Algunas recomendaciones para iniciarse…

Coreanos a buen precio:
– Barcelona: Hanin Jun. Aribau, 32.
– Madrid: Mashita. Calle de la Bola, 12.
– Valencia: Yuk Mi. Salabert, 24.

A precio normal:
– Madrid: Han Gang. Atocha, 94.
– Barcelona: San Kil. C/ Legalitat, 22.
– Madrid: Jeonju. San Antonio, 6.
– Valencia: Jalasan. Císcar, 43.
– Las Palmas: Kang Nam. C/ Sargento Llagas, 9.

Para darse un capricho:
– Alcobendas (Madrid): Silk & Soya. Av. Olímpica, 9.
– Madrid: Korea. Cristóbal Bordiú, 59.
– Barcelona: Seoul. Av. Gaudí, 70