Cuando esté en funcionamiento dentro de un par de años, será lo más cerca que podamos estar de ser huéspedes en casa de uno de los actores más deseados del planeta. Y es que se espera que sea en 2018 cuando Blackadore Caye, el hotel que Leonardo DiCaprio está levantando en una isla caribeña de Belice, abra sus puertas. Se cumplirá así un sueño para el artista, cuyo compromiso con el respeto al medio ambiente fue determinante para un hotel de vacaciones que busca precisamente el desarrollo sostenible de la isla y la restauración de su flora y fauna endémica.

El anuncio de la construcción de este megacomplejo hotelero ecosostenible se hizo hace apenas un año. DiCaprio y su socio, el empresario Paul Scialla, compraron una isla deshabitada a pocos kilómetros de la costa continental de Belice, en América Central, para desarrollar en sus 42 hectáreas un proyecto en el que el lujo clásico de los hoteles de diseño (piscinas infinitas, cabañas sobre el océano, terrazas privadas junto al mar, spa y embarcadero…) se une a acciones de envergadura para restaurar la selva de la isla, así como los arrecifes y fauna marina de la zona.

42 hectáreas de isla para desarrollar un resort ecosostenible.
42 hectáreas de isla para desarrollar un resort ecosostenible.

El actor contrató para Blackadore Caye a toda una corte de diseñadores, científicos, ingenieros y paisajistas para que fijaran el modo de acometer el trabajo, creando refugios para peces, corales artificiales y un área de conservación de manatíes, entre otros santuarios animales. El resultado, un resort que bien podrá considerarse un paraíso en la tierra (o más bien sobre el Caribe, en una zona de increíbles aguas turquesas). Además, sobre el mismo solo funcionarán vehículos eléctricos (carritos de golf), la energía será siempre de fuentes limpias y renovables y el tratamiento de las aguas, entre otros sistemas, también perseguirá el objetivo de contaminación cero.

La isla se ubica a pocos kilómetros de la costa continental de Belice.
La isla se ubica a pocos kilómetros de la costa continental de Belice.

Sin embargo, como todo lo que rodea a Leonardo DiCaprio, el megaresort no se ha librado de las críticas. Si bien por todo el planeta no ha hecho más que recibir aplausos, justo en Belice han surgido algunos recelos. Los pescadores de las zonas cercanas fueron los primeros en mostrar sus receles, ya que temen que afecte a los caladeros actuales. También se ha criticado el diseño en forma de media luna de las cabañas, cuyas estructuras de fijación sobre el lecho marino podría perjudicar a la Reserva marina de Hol Chan; así como que el actor y su socio no hayan querido contar con los expertos del propio Belice en materia medioambiental para el desarrollo del hotel.

El actor se defiende mostrando la solidez del proyecto. Blackadore Caye fue en su día un gran hábitat marino, que la pesca esquilmó, y sobre la isla había una gran y frondosa selva que fue arrasada por la tala indiscriminada, así como el arrecife de coral; a los que hay que sumar los daños provocados por el calentamiento global y los huracanes. “El objetivo principal es hacer algo que va a cambiar a mejor el mundo. No podría ir a Belice y construir algo así si no estuviera convencido de que va a significar una mejora palpable en el desarrollo medioambiental de la zona”, explicó el actor.

“El objetivo principal es hacer algo que va a cambiar a mejor el mundo".
“El objetivo principal es hacer algo que va a cambiar a mejor el mundo».

DiCaprio se enamoró de Belice en 2005, cuando fue por primera vez a bucear a su barrera de coral. “Me enamoré al primer momento”, confiesa al alabar el segundo arrecife de coral más grande del planeta. No tardó en comprar la isla por 1.750.000 dólares, una inversión en la que participó como socio Jeff Gram, dueño del que será su competencia: el resort de la isla privada Cayo Espanto, donde pasar la noche no baja de los 1.800 € y que está a pocas millas náuticas de Blackadore.

A ver, Leo, después de aquello con la tabla y Kate, entendemos que solo quieras sumergirte en aguas caribeñas.
A ver, Leo, después de aquello con la tabla y Kate, entendemos que solo quieras sumergirte en aguas caribeñas.

El estudio que ha desarrollado la imagen del proyecto para Restorative Islands, la empresa que ha creado DiCaprio para el desarrollo del resort, no podía haber diseñado un lugar más idílico. Dos decenas de villas independientes se extienden a lo largo de un gran arco-pasarela de madera en el que uno de los extremos está reservado para el pequeño puerto que será el único modo de entrada a la isla. En su centro, un espacio común con el restaurante principal y el spa, que será además la vía de conexión con la isla.

En tierra firme, pocos edificios y prácticamente todos enfocados al desarrollo medioambiental de los proyectos que allí se lleven a cabo, además de las playas paradisíacas donde palmeras meciéndose junto al agua cristalina y arenas finas y blancas formando pequeñas calas crearán un marco de postal. Además, no faltarán actividades acuáticas, siendo el buceo y la vela los que seguro tendrán más éxito.

Aun falta para que Blackadore Caye vea la luz, y el precio para disfrutarlo seguro que está bastante alejado de las posibilidades de cualquiera, pero ya soñamos con poder ir hasta allí y, quién sabe, compartir una cena con DiCaprio frente al Caribe y felicitarle por lo bonita que ha quedado su isla caribeña.

© Blackadore Caye
© Blackadore Caye
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© Blackadore Caye
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© Blackadore Caye
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Bien, Leo. © Getty Images