Sobre Las Chicas del Cable ya se ha dicho de todo. No en vano es la primera serie original de Netflix producida en España (esto es: rodada en nuestro país, con elenco español y estrenada simultáneamente en más de 190 países de todo el mundo), y una de las apuestas más fuertes de la temporada que trata temas tan candentes como el empoderamiento femenino.

Tras su estreno el pasado 28 de abril (del que ya te contamos nuestras impresiones), la serie ha demostrado ser lo que prometía: un despliegue increíble de medios y un triunfo de grandes magnitudes (ir de la mano de Netflix es lo que tiene). Tan enorme ha sido su éxito que la compañía acaba de anunciar que ya ha encargado una tercera temporada. ¡Cuando todavía ni se ha estrenado la segunda! Precisamente al respecto ya tenemos fecha a marcar en el calendario: los nuevos episodios llegarán el próximo mes de diciembre, mientras que para el estreno de la tercera habrá que esperar a 2018.

Y tú mientras, ya has devorado sus ocho primeros capítulos y hayas creído saberlo todo sobre sus protagonistas… pero hay muchos detalles detrás de una gran producción como esta que quedan tras las cámaras. Por eso, porque sabemos que estás ávida de noticias sobre la serie, y para que se te haga un poco más corta la espera hasta diciembre, nos hemos colado en su set de rodaje para enterarnos de todo.

© Netflix

1. Las localizaciones

Tan solo el 10% de la serie se rueda en plató… y hemos estado en él. En los estudios de Bambú Producciones está construido al completo el edificio de la compañía telefónica donde trabajan las chicas y ocurre la mayor parte de la trama; y también el hostal de Doña Lola y El Café de Enfrente, en el que siempre se reúnen al salir del trabajo. Y, en serio, el nivel de detalle con el que todo está fabricado es espectacular: los ceniceros contienen decenas de colillas (algunas incluso con marca de barra de labios…), los sobres que se reparten en las oficinas contienen cartas y objetos y están manuscritos, ¡y los tentempiés que sirven en el café son reales!

Y esto, además, quiere decir que el 90% restante se rueda en localizaciones naturales. O sea, lugares que ya existen en Madrid y que se alquilan para el tiempo que se necesite rodar cada escena. Exacto, la casa de los Cifuentes existe y la buhardilla en la que vive Miguel y en la que él, Carlota y Sara dan rienda suelta a su historia de amor… también. ¿A que te habías fijado en lo preciosa que es? También ruedan en muchos exteriores en las calles de Madrid (principalmente escenas nocturnas, cuando la ciudad se vacía): por ejemplo, la entrada de la pensión de Doña Lola está en la calle Lope de Vega y la casa de Carlota está en la calle de la Escalinata, en pleno Madrid de los Austrias.

¡Las centralitas también son reales y están en plató! © Netflix

2. El vestuario

Helena Sanchís, la diseñadora del vestuario de la serie lo confirma: “Para crear el vestuario de cada personaje nos basamos en las indicaciones del guión y el director y también en el físico de la actriz”. Por eso cada una de las protagonistas tiene un look tan definido y diferente. El vestuario de la serie es, en su gran mayoría, confeccionado para la ocasión y complementado con elementos originales de la época que el equipo ha recuperado o alquilado. Así es cómo se crea:

“Para Lidia -Blanca Suárez- hicimos prendas enigmáticas, con colores indefinidos y pasionales; para Ángeles -Maggie Civantos- vestidos alegres y vaporosos con estampados coloridos; para Carlota -Ana Fernández- diseños mas modernos con contrastes de color y tejidos satinados; y para Marga -Nadia de Santiago- utilizamos tejidos más pobres con más textura, y colores tímidos”, cuenta Helena.

Cada chica viste de acuerdo a su personalidad. © Netflix

3. La ropa interior de Las Chicas del Cable

En los años 20 la moda había dicho adiós al corsé y a la ropa interior demasiado opresora, y algunas mujeres incluso se vendaban el pecho para aplanarlo… Pero Las Chicas del Cable son femeninas y están orgullosas de ello: así que llevan sujetador y lo llevan a la moda.

“Las chicas llevan de hecho sujetadores originales de los años 20 que hemos encontrado en anticuarios. Son preciosos, delicados y muy finos… en aquel momento el sujetador aún era un elemento de liberación y ellas así lo llevan”.

4. La favorita del equipo de vestuario

Preguntamos al equipo cómo es vestir a tantos (y tan guapos) actores… Sí, también visten a Martín Rivas. Y nos lo confiesan: entre el elenco, tienen a una favorita: “La actriz a la que más nos gusta vestir es Ángela Cremonte, que da vida a Elisa Cifuentes. Su personaje es sofisticado, delicado y vaporoso, y las prendas que lleva son las más especiales”.

Ángela Cremonte es Elisa (y la favorita del equipo de vestuario). © Netflix

5. El cóctel de Lidia, Carlota, Ángeles y Marga

En El Café de Enfrente o en sus casas, o cuando Lidia tiene una cita con Carlos o Marga con Pablo, las chicas tienen una bebida favorita: el White Lady. Un cóctel con mucha historia que tú también puedes tomar en los bares más antiguos de la capital.

¿Pero qué es un White Lady? 60 ml de ginebra, 15 ml de zumo de limón, 15 ml de Cointreau y clara de huevo batida. Su elaboración: Agitado todo en una coctelera y servido en copa cóctel para terminar con un pulverizado de cáscara de limón.

Así se toman las chicas el White Lady. © Netflix