Cuidarse, por dentro y por fuera, es tendencia. Cada vez nos preocupamos más por lo que comemos, y descubrimos más súperalimentos que prometen mejorar nuestra piel, quitarnos unos kilos o hacer que nuestro pelo brille como nunca. Pero, ¿qué pasa con los alimentos de siempre? ¿Hace falta ir de herbolario en herbolario buscando semillas exóticas? No tendría por qué ser así. Tenemos muchos productos delante de nuestras narices a los que podríamos prestar más atención, antes de buscar remedios de los que no habíamos oído hablar hasta ahora (hola, quinoa).

Este es el caso de la avena, un cereal que nuestras abuelas conocen muy bien, pero al que nosotras todavía no le hemos sacado todo el partido de forma atractiva para nuestro paladar. La avena es rica en fósforo, fibra y zinc, y su efecto saciante es mucho mayor que el de otros cereales que conocemos. Y si no prueba a desayunar un buen bol de avena, leche y fruta. Te prometemos que no llegarás con hambre a la comida.

Emma sabe lo que es bueno…

Pero, ¿qué tiene la avena para que se haya ganado el privilegio de formar parte del top ten de súperalimentos? Según un estudio realizado por Quaker, la avena ayuda a reducir el colesterol, el riesgo de enfermedades cardíacas (gracias a los beta-glucanos), previene el estreñimiento y la diabetes debido a su alto contenido en fibra, y mantiene el correcto funcionamiento de los sistemas nervioso, cognitivo, inmunológico y reproductor gracias a la tiamina, vitamina B6, ácido fólico, hierro, magnesio y zinc.

Combinación perfecta: con yogurt, frutos rojos y miel. ¡Yummy! © Cortesía de Quaker

El Dr. Pros, autor del libro Cómo cura la avena nos da la clave: “La avena es un alimento completo, natural, poco manipulado, energético y saciante. Facilita la digestión, nos equilibra psíquicamente y sosiega la inquietud, lo que la hace muy adecuada para la vida ajetreada que llevamos. Es el cereal más completo por sus cualidades energéticas y nutritivas, contiene 3,5 veces más lípidos que el trigo, el mijo o el centeno; un 70% de ácidos grasos poliinsaturados beneficiosos para el organismo; un 69% de hidratos de carbono de absorción lenta y de fácil asimilación y también es el cereal con niveles más altos de vitaminas, minerales y oligoelementos. Además nos aporta silicio, un mineral imprescindible para la piel, el tejido conjuntivo, huesos, cartílagos y la salud del tejido vascular. Si a todo ello le añadimos que es muy fácil de cocinar, ya tenemos la respuesta”.

«¡Un brindis por el desayuno de los campeones!»

Cuando hablamos de súperalimentos siempre nos surge la misma duda… seguro que es buenísimo y le hará mucho bien a nuestro organismo, pero, ¿cuánto hay que tomarlo para que tenga realmente efecto? “Si estás sano, basta con incorporar un plato de avena cuatro o cinco días a la semana, sea muesli, porridge o crema de verduras. En estos casos con tres o cuatro cucharadas soperas de copos de avena por plato es suficiente. En caso de enfermedad recomiendo hacer unos días de mi Monodieta de Avena Dr. Pros, que supone tomar un plato de avena en cada comida, complementado con ensaladas, frutos secos, leche de avena, yogur y fruta fresca”.

Y es que por increíble que parezca, la avena puede incluso curar. “Desde el punto de vista terapéutico la avena contribuye a mejorar procesos inflamatorios, reumáticos, digestivos y dermatológicos. Yo la utilizo a menudo como complemento en mis tratamientos médicos puesto que, para un médico naturista, una correcta alimentación es la base de todo proceso curativo. Me satisface mucho ver cómo la mayoría de mis pacientes, una vez acabado el tratamiento, la incorporan para siempre en su dieta y en la de toda su familia, ya sea en crudo en el desayuno (muesli) o cocinada en la cena (crema de verduras con avena)”.

Instagram… ¿a la altura del recetario de tu abuela? © Instagram / @naturally.jo, @dani_boshkova, @annamayeveryday, @selforganics, @jernejkitchen, @vraeulein_vroni_lutz

La mala prensa de la avena (respecto a su sabor) puede deberse a que a alguna vez hemos intentado mezclarla con leche, consiguiendo una pasta sin ningún atractivo. Nada más lejos. Las opciones que existen para consumirlas son tan variadas como exquisitas. Gracias en parte a las redes sociales hemos abierto nuestra mente cocinera y encontrado un sinfín de recetas mucho más apetecibles para desayunos y meriendas. Por ejemplo, una de las gurús de la alimentación sana, Delicious Ella, nos enseña a cocinarlo en tartas, postres con mango o incluso en barritas llenas de energía. Así la cosa cambia, ¿no?

¿No nos crees? Te lo demostramos…

Esta cara se te va a quedar cuando las pruebes

CARROT CAKE DE AVENA

Ingredientes:

  • ½ taza de copos de avena
  • ½ taza de leche desnatada
  • ¼ de taza de zanahoria rallada
  • 1 cucharada de sirope de arce
  • ½ cucharada de canela

Preparación:

Añade los copos de avena, la leche, la zanahoria rallada y el sirope de arce en un recipiente alargado y mézclalo bien hasta formar una masa homogénea. Espolvorea la superficie con avena y guarda el pastel en el frigorífico. Déjalo reposar durante más de una hora ¡y listo para disfrutar!

Delicioso y esponjoso © Cortesía de Quaker

BOMBONES DE AVENA, CHOCOLATE Y COCO

Ingredientes:

  • 2 tazas de copos de avena
  • 5 cucharadas de dulce de leche
  • 6 cucharadas de cacao
  • 3 o 4 cucharadas de leche
  • ½ taza de margarina
  • Coco rallado

Preparación:

En un bol grande vierte dos tazas de avena. Añade el dulce de leche, el cacao, la leche y la margarina (deshecha pero no líquida). Mézclalo con una cuchara de madera o espátula y, una vez se haya formado una masa homogénea, haz bolitas y rebózalas en coco. Para acabar, deja que los bombones reposen en la nevera unos 20 ó 30 minutos, y sírvelos cuando estén semiblandos.

Para saciar tu mono de chocolate… © Cortesía de Quaker

PORRIDGE AL TOQUE DE CANELA

Ingredientes (para una persona):

  • 4 cucharadas de copos de avena.
  • 1 vaso de leche desnatada o vegetal
  • Canela en polvo

Preparación:

Ponemos un vaso de leche en un cazo a calentar. Cuando comience a hervir, añadimos los copos de avena y removemos a fuego muy lento durante unos minutos. Una vez que el líquido se haya evaporado y quede una mezcla grumosa, apagamos el fuego y dejamos reposar. Añadimos un toque de canela al gusto y listo para degustar. También ese puede preparar en el microondas, mezclando los copos de la avena con la leche en un bol y calentando a máxima potencia durante 2 minutos. Retiramos y dejamos reposar.

O sea, las gachas de toda la vida © Quaker