Moda
Ya lo decía el tatuaje del brazo derecho de Johnny Depp: “Winona forever”; o al menos hasta que tras su ruptura lo modificó por ‘wino forever’: borracho para siempre. Y es que por muchas vueltas que diese el mundo hollywoodiense, con robos incluidos, Winona estaba predestinada a perdurar en el tiempo, y en nuestra memoria, como el icono de la generación X que un día fue.
Niña rarita y grunge, con un inevitable puntito gótico debido a algunos de sus papeles (Beetlejuice, Eduardo manostijeras o Drácula de Bram Stoker), Winona se ganó el corazón de los también raritos adolescentes de los noventa que veían en ella a la chica que realmente molaba sobre la plaga de rubias capitanas de los equipos de animadoras en los institutos estadounidenses.
¿Quién podía resistirse a los encantos de ese rostro aniñado de enormes ojos, de un metro sesenta con el corte Pixie más popular del mundo (con permiso de Audrey Hepburn)? Por sus brazos pasaron Matt Damon, Dave Pitner, Johnny Depp o Christian Slater; y en la pantalla se enamoró de Ethan Hawke (Bocados de realidad) e incluso del mismísimo Richard Gere (Otoño en Nueva York). Entonces, ¿qué pudo pasar para que Winona cayese en el olvido de Hollywood y pasase al recuerdo de los mitómanos de la Generación X?
En 2001 la actriz entró en Saks Fifth Avenue en Los Ángeles y movida (según la versión que defendió después) por las pastillas que tomaba para calmar el dolor de la rotura de un brazo, robó ropa por valor de 3.000 dólares. Nadie daba crédito. Los medios de comunicación seguían cada uno de sus movimientos (repitiendo una y otra vez las imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial) y sus fans pedían su liberación a través de unas camisetas con el mensaje: “Free Winona”.
Todo acabó con un juicio, condena a trabajos sociales de por medio, y una carrera empañada y estancada (después de dos nominaciones a los Oscar) por un suéter de Marc Jacobs que la actriz quiso llevarse a casa gratis.
Este verano, 15 años después de aquel fatídico incidente, Ryder regresa con la misma imagen de adolescente frágil a la que nos tenía acostumbrados (por ella parecen no haber pasado los años), pero con más fuerza que nunca. Y aunque no ha sido una vuelta repentina –sus fans han recibido pequeñas dosis de Winona a lo largo de este tiempo con papeles en Cisne Negro, The Iceman o Experimenter– lo cierto es que han sido dos series de culto las que la han vuelto a meter en el partido: Show me a Hero (HBO), la esperada vuelta del creador de The Wire y Treme; y Stranger Things (Netflix), una mezcla entre ET y Los Goonies de la que todo el mundo habla este verano.
Por estas dos obras maestras de la tele y porque Winona está (otra vez) de moda, te damos 15 razones para enamorarte (o volver a hacerlo) del icono de los 90 por excelencia:
1. Porque todo el mundo merece una segunda oportunidad. Y todas alguna vez habríamos hecho alguna locura por un Marc Jacobs, un Gucci, un Tom Ford… ¡Cada una tiene sus debilidades!
2. Porque fue el propio Marc Jacobs quien la relanzó a la fama (y la perdonó públicamente de su hurto), convirtiéndola en imagen de su línea de belleza a finales del año pasado.
3. Porque hemos perdido la cuenta de las veces que hemos visto Sirenas.
4. Porque si es difícil seguir con la cabeza alta tras un robo siendo la eterna inadaptada de la Meca del Cine, lo es aún más cuando empiezas a odiar a tu best friend forever… y esta es Gwyneth Paltrow.
5. Porque nos enseñó a llevar un vestido camisero, zapatos masculinos, cardigans oversize, un corte Pixie, un ojo ahumado, unos mom jeans… ¡con estilazo!
6. Porque su papel de Joyce Byers en Stranger Things te hará saltar del sofá.
7. Porque se llevó primero a Johnny Depp.
8. Y también a Matt Damon.
9. Porque casi nos dio a nosotras el infarto al corazón cuando Richard Gere no pudo salvarla.
10. Porque sus papeles siempre han tenido un punto neuróticos, desde Inocencia Interrumpida hasta su aparición en Friends como la amiga algo desequilibrada de Rachel.
11. Porque llevó diademas mucho ante de que Blair Waldorf las pusiese de moda.
12. Porque ha confirmado que muy pronto veremos la segunda parte de Beetlejuice.
13. Porque mucha de la ropa con la que rodó la primera parte salió de su armario. A gótica cool no la gana nadie.
14. Por su imperfección en un mundo de mujeres perfectas en el que Winona es una incomprendida.
15. Y porque Winona nos provoca muchísima nostalgia.