ACTO PRIMERO. EXTERIOR NOCHE.

Berlín, los brillos de los flashes iluminan la alfombra roja: a lo lejos se intuye un vestido largo de escote corazón. Muy chic. Es Natalie Portman, protagonista de la Berlinale con la película Knight of cups, de Terrence Malick. Pasa a mi lado, a escasos centímetros. Será la única ocasión de verla tan cerca. Pero, ¿y la entrevista? Esperad al tercer acto.

 

ACTO SEGUNDO. EXTERIOR DÍA.

Vuelvo a ver a Natalie a plena luz del sol, lleva un espléndido vestido que se alarga a la espalda en una coqueta cola. Camina entre hombres de esmoquin y mujeres elegantes hacia un hombre de espaldas, su futuro esposo. De repente se quita los zapatos, tira al aire el bouquet de flores que llevaba y sale corriendo. Hacia un helicóptero que la espera y que pilota ella misma. Sucede en el nuevo spot del perfume Miss Dior [desde hace un par de semanas se emite en televisión], que yo he visto antes que nadie.

https://www.youtube.com/watch?v=ELNVV1oKNtA

 

ACTO TERCERO. INTERIOR DÍA.

Estoy en casa, despierta desde las seis y media de la mañana con el móvil en la mano esperando a que Natalie Portman me llame para la entrevista. He recibido una llamada ya del asistente, del agente y de la secretaria.

Famosa desde siempre –superstar con solo 13 años gracias a la película León, de Luc Besson-, nacida en Jerusalén, creció en Long Island (Nueva York), es una activista humanitaria, defiende la paz en Oriente Medio, los derechos de los animales y la tutela del medio ambiente. Se mudó a París por amor, por el bailarín y coreógrafo Benjamin Millepied al que conoció en el set de rodaje de Cisne Negro y con el que se casó hace dos años. Con él ha tenido un niño, Aleph. Stop. Madame Portman, me dicen, no responde a preguntas sobre su vida privada. Veremos. Las nueve en punto. El iPhone vibra. Es ella, puntual: “Hi, Simona. Are you ready?”. Preparadísima.

En la Berlinale Natalie Portman pasa a mi lado, a pocos centímetros. Será la única ocasión de verla tan cerca. © Cordon Press
En la Berlinale Natalie Portman pasa a mi lado, a pocos centímetros. Será la única ocasión de verla tan cerca. © Cordon Press

Dejar al prometido en el altar, darse la vuelta y echar a correr. ¿También tú, como el spot de Miss Dior, antepones la libertad?

Seguramente sea uno de los valores más importantes. Junto al amor y el coraje.

 

Casarse, vivir en pareja… ¿tener a un hombre al lado no significa, en el fondo, renunciar a una parte de esa libertad?

Rotundamente no. Se puede ser libre también en pareja.

 

Eres el rostro de Miss Dior, ¿cómo te sientes al representar a un símbolo?

Monsieur Christian Dior creó este perfume inspirándose en su hermana, Catherine, que luchó con los aliados. Condecorada con la medalla de honor, era una mujer libre, peleona, independiente, que decía la verdad incluso cuando le podía costar muy caro. Yo estoy feliz por poder recoger un poco de esta herencia.

En el último spot de Miss Dior.
En el último spot de Miss Dior.

Tú también eres una mujer fuerte y peleona. ¿Cuándo y por qué decidiste bajar al campo para ayudar a otros?

Cuando estaba en Harvard tuve la suerte de encontrarme a Rania de Jordania, la mujer que más admiro. Hablamos y ella sostenía que es la economía la que mueve a las personas, la política, el mundo. He viajado y he visto la extrema pobreza en la que vive la mayor parte de la humanidad y ha sido un shock. Desde entonces colaboro con FINCA International [de la que la actriz ha pasado a ser embajadora], una asociación que promueve el microcrédito para ayudar a  mujeres emprendedoras en países del Tercer Mundo.

 

Trasmites una imagen dulce, romántica y femenina al 100%. ¿Cómo es tu lado más masculino?

Un hombre también puede ser dulce y romántico. De hecho, todos los hombres deberían serlo. Creo que en todos nosotros conviven una parte masculina y otra femenina; y yo no soy una excepción.

"Un hombre también puede ser dulce y romántico. De hecho, todos los hombres deberían serlo", dice Portman. Y no podemos hacer más que suscribirlo palabra por palabra. © Cordon Press
«Un hombre también puede ser dulce y romántico. De hecho, todos los hombres deberían serlo», dice Portman. Y no podemos hacer más que suscribirlo palabra por palabra. © Cordon Press

Desde hace algunos años vives en París. ¿Qué es lo que más te gusta de la ciudad?

El respeto y el amor por la cultura: en cada esquina hay una librería, a veces hay hasta cinco en una misma calle. Adoro a los vendedores de libros, revistas y postales a orillas del Sena. Ya no existen en ninguna otra parte, solo los parisinos han conseguido que sobreviva esta tradición.

 

¿Cuál es el perfume de París?

En la ciudad se mezclan muchos olores, que además cambian con las estaciones. El que más me gusta es el que se percibe en otoño: a castañas.

Sonríe, en el pase de prensa de Knight of cups, durante el Festival de Berlín. © Cordon Press
Sonríe, en el pase de prensa de Knight of cups, durante el Festival de Berlín. © Cordon Press

¿Existe algún olor particular que te lleve a un momento especial de tu vida?

El jazmín. Me transporta muchos años atrás, a Túnez, al set de La Guerra de las Galaxias. Nosotros los actores siempre tenemos niños alrededor, pero un día vi a muchísimos venir hacia mí, cada uno con un ramo de jazmines en la mano. Las flores coloreaban el aire con su perfume intenso. De vez en cuando me parece volver a sentirlo y por un instante me traslado a aquella calle, al sol.

 

Empezaste a actuar muy joven. ¿Volverías a hacerlo?

Creo que sí. Este trabajo me ha permitido vivir experiencias increíbles. Me ha dado la posibilidad de viajar por todo el mundo y de conocer a artistas muy interesantes. Aunque sí, lo admito, ser actriz siendo una niña no es fácil.

Una joven Natalie Portman protagonizando el rapado más famoso de la historia reciente (con permiso de Demi), por exigencias del guión. © Cordon Press
Una joven Natalie Portman protagonizando el rapado más famoso de la historia reciente (con permiso de Demi), por exigencias del guión. © Getty Images

¿Sientes haber perdido una parte de tu infancia?

No, he seguido jugando, pero a un nivel mayor. Al fin y al cabo, fingir ser otro es un juego apasionante. Además, siempre he tenido amigos estupendos.

 

Eres una de las nuevas musas de Terrence Malick, que te ha dirigido en Knight of Cups y te ha requerido para otra cinta, todavía sin título, con un reparto estelar: Ryan Gosling, Michael Fassbender, Cate Blanchett. ¿Nos cuentas algo de él?

Adoro a Terry. He sido su fan toda la vida. Es una persona maravillosa y un gran artista. Tener la oportunidad de verle trabajar ha sido un privilegio. Invierte todas las normas: lo que en el rodaje es siempre visto como un problema, con Malick se convierte en un recurso, la ocasión para probar algo nuevo.

Junto a Christian Bale en un fotograma de Knight of Cups, la cinta de Malick que protagoniza. © Cordon Press
Junto a Christian Bale en un fotograma de Knight of Cups, la cinta de Malick que protagoniza. © Cordon Press

¿Cuánto tiempo necesitaste para meterte en este papel?

Diez días, pero muy intensos. Era la primera película que rodaba en dos años: me tomé una larga pausa cuando nació mi hijo [Aleph, nacido en junio 2011, junto a su marido Benjamin Millepied].

 

Como judía, les has dedicado tu primer film como directora, A tale of love and darkness (que veremos próximamente) al célebre escritor israelí Amos Oz.

Así es. La película es una adaptación cinematográfica de la novela autobiográfica de Amos Oz. Uno de los libros más bellos que jamás he leído. Mientras lo leía, las palabras se transformaban en imágenes en mi mente: su infancia en Jerusalén, el kibutz, Tel Aviv en los años 40… Era ya una película.

Prepara el estreno de 'A tale of love and darkness', la primera película que dirige. © Cordon Press
Prepara el estreno de ‘A tale of love and darkness’, la primera película que dirige. © Cordon Press

Además de dirigirlo, actúas.

Sí, interpreto el papel de la madre de Amos Oz, una mujer emigrante de Europa a Palestina que debe hacer frente a los mil problemas que traen un cambio de vida y esperanza.

 

¿Te veremos envejecida en la pantalla?

No, tendré más o menos mi edad.

 

Activista, actriz, directora y también estudiante modelo. ¿La Licenciatura en Psicología que obtuviste en Harvard te resulta útil en tu vida diaria?

Absolutamente. He estudiado y he aprendido a comprender a las personas, a interpretar detalles que a otros les pasan desapercibidos.

"Mi vida privada es muy aburrida", dice la actriz. Aquí, junto a su marido en el último desfile HC de Christian Dior. © Cordon Press
«Mi vida privada es muy aburrida», dice la actriz. Aquí, junto a su marido en el último desfile HC de Christian Dior. © Cordon Press

¿Natalie frecuenta Facebook, Twitter, Instagram?

Nada de nada.

 

Lo imaginaba.

¿Por qué?

 

Das la sensación de preferir otras cosas antes que internet.

Tienes razón. Tengo muchos intereses y la web no está entre los primeros. Aunque no descarto, en el futuro, participar algo más en las redes sociales y la vida virtual.

"Solo quiero ser perfecta", repetía Natalie Portman en Cisne Negro, la cinta que le valió un Oscar.
«Solo quiero ser perfecta», repetía Natalie Portman en Cisne Negro, la cinta que le valió un Oscar.

¿Sales a menudo con tu marido?

Sí, a la ópera, al teatro, al ballet, al cine… siempre hay una buena excusa para salir.

 

¿Cómo has conseguido en todos estos años bajo los focos mantener tu vida privada a un lado?

Supongo que será porque no soy nada ruidosa y mi vida personal no le interesa a nadie.

 

Pero en cada entrevista especificas que no se te pregunte por ello.

Precisamente por esa razón: no hay nada que decir.

© Getty Images
© Getty Images

Nos interrumpe una voz masculina que dice que el tiempo de la entrevista ha terminado. Empieza entonces el ritual de las gracias y las despedidas, pero antes de colgar le pregunto: “Te has casado con un bailarín, ¿te gusta la danza?”. Se ríe, por fin relajada y responde: “Me encanta bailar. Pero también observar al que baila”.