Cuando se trata de sus vídeos o sus presentaciones en directo, Miley Cyrus es sinónimo de controversia. No necesitamos recordarte Wrecking Ball y la presentación en los premios MTV del 2013. Esa noche le dijimos adiós a la inocente Hannah Montana.

Después de un periodo de ausencia, lanzó su vídeo Nothing Breaks Like a Heart. Una colaboración con Mark Ronson, lo cual es algo bueno para la industria de la música. Él fue el que hizo que Bruno Mars nos hiciera bailar con Uptown Funk y que tuviéramos en nuestras manos uno de los mejores discos de la historia, Back to Black, de Amy Winehouse. Pero volvamos a Miley.

Todo grita controversia y provocación en este vídeo. Hay escenas en un club de striptease, padres disfrutando de un lapdance, adolescentes con armas y jugadores de fútbol americano de rodillas (haciendo referencia a Colin Kaepernick). Si eso fuera poco, termina con Miley posando frente a un coche como Jesús en la cruz. Si ya no puedes con la curiosidad aquí está:

 

¿Cuál es el mensaje aquí? Los niños con armas por todo lo que sucede en Estados Unidos sobre el control de uso de armas. Si es para hacer conciencia, lo entendemos. ¿La persecución en coche? Es algo muy al estilo Hollywood o un recuerdo del escándalo de O.J. Simpson. Miley dentro de un club de striptease en un coche. ¿Cuál es el sentido?

Adolescentes con carteles que dicen “Miley for President”, ¿de verdad querríamos a Miley en la presidencia? Puede que sí.

Digamos que Miley siguió los pasos de Childish Gambino en This is America y retratar lo que está sucediendo en Estados Unidos post Trump. ¿Lo mejor del vídeo? La aparición de Mark Ronson y quizá aceptar que Miley está oficialmente de vuelta y tiene mucho —o demasiado— que decir.

Fotos: Getty Images