Entonamos el mea culpa. Decenas de veces hemos pensado que todo en la vida de nuestras celebrities favoritas era perfecto y funcionaba a las mil maravillas. En especial si se trataba de Blake Lively… A simple vista, la vida real de Serena van der Woodsen era incluso mejor que la ficticia. Un marido ideal (¡oh,Ryan!), una exitosa carrera como actriz, una belleza de escándalo, un vestidor que volvería loca a cualquiera y, además, unas hijas preciosas. Y puedes admitirlo tú también: sabemos que nosotras no hemos sido las únicas.

Pero (qué sabio es el refranero popular) no es oro todo lo que reluce. Si a los rostros más conocidos y admirados se les preguntara más veces sobre qué opinan acerca de lo que los demás (valga la redundancia) opinamos sobre ellos, otro gallo cantaría. Y, por fin, alguien le ha hecho LA pregunta a Blake Lively: «Los medios siempre hablan sobre la vida perfecta que tienes: el cuerpo perfecto, el marido perfecto, la familia perfecta, la carrera perfecta. ¿Cómo te sientes cuando lees estas cosas?». Ha sido en una entrevista para el número de septiembre de Glamour USA y la actriz ha respondido poniendo los puntos sobre las íes.

De nuevo Blake hablando CLA-RI-TO.© Getty Images

“Es un sinsentido. Pensar así simplifica a las personas… No todos los hombres, pero sí una parte, quieren entender y controlar a las mujeres. Para hacerlo, tienen que encajarlas en un concepto, pero somos complejas, lo que ves en los medios no es la vida real».

La actriz confiesa, además, que le molesta que los medios representen a ella y a Reynolds como personajes más que como una pareja normal con problemas reales: “Mi marido y yo somos personas muy tímidas que se expresan mejor cuando actúan, a través de un personaje. Así que compartir tu vida con el mundo entero a veces te hiere y es muy raro emocionalmente”.

Ellos también son una pareja normal. © Getty Images

Si ya llevábamos años intentando andar el camino para comprender que los cuerpos de las tops no son fruto de una genética afortunada, sino de un montón de horas de gimnasio y dietas más que estrictas… Si estábamos comenzando a entender que el trabajo de actores y actrices tiene también sus contras… Si hemos visto en cientos de ocasiones cómo el éxito puede ser efímero y cómo las parejas que parecían eternas también terminan… Ha llegado el turno de enterarnos de que las sesiones de fotos y las apariciones sobre la alfombra roja no son toda la vida, ni siquiera una parte sustancial de ella, de los famosos. Que hay mucho más detrás y que en sus casas, detrás de las cámaras -o sea, cuando no están trabajando- son personas reales como todo hijo de vecino.

«Lo que se ve en los medios no es nuestra vida real. La noche anterior a una entrevista sufro ansiedad… Me pregunto cómo va a representarme la persona con la que me encuentre. Porque cuando lees “Tiene una vida perfecta” o «Su vida se está desmoronando», es solo porque cada uno elige una narrativa para mí. Y esas narrativas permanecen».

Hale, gracias Blake por una verdad más: pasito a pasito se hace el caminito.