¿Acaso existe en el mundo cosa más cursi que CR7? Tan Hulk él, tan macho-macho-men sobre el terreno de juego… pero tan, tan, TAN (excesivamente) coqueto en cuanto sale de él. Y eso que en una ocasión aseguro a The Sun que él apenas dedicaba un minuto (“lo juro”) a arreglarse porque “cuando tu pelo es de buena calidad, como el mío, es fácil arreglarlo”. Ya, sí, claro… Nosotras tampoco le dedicamos más que eso, Cris, no te creas (modo ‘ironía’: off).

Pues debe ser que la melena de su réplica en cera, la que se estrenó a finales de 2013 en el Museo madrileño, no es de TAN buena calidad como la suya, porque el portugués manda a su propio peluquero a que le arregle la cabellera mucho más frecuentemente de lo que tú y que yo vamos a la peluquería. Así lo ha confirmado Gonzalo Presa, Director de Comunicación del Museo, al programa de la SER Què t’hi jugues: “Nos encargó desde el principio que su figura estuviese impecable”, y claro, Cris no se anda con tonterías a la hora de hablar de su belleza.

Cris y su (mimado) muñeco en el Museo de Cera de Madrid. © Cordon Press
Cris y su (mimado) muñeco en el Museo de Cera de Madrid. © Cordon Press

Por si os preguntáis si es el único que tiene tanto mimo a su estatua, la respuesta es un no. Sara Montiel, encariñada también con su ‘yo’ cerístico, envió durante unos años a su maquilladora a hacer lo propio con la figura… Vaya, que aquí quien más, quien menos, acaba como las maracas de Machín.

Volviendo a Cristiano, conste en acta que la melena no es la suya (aunque no nos sorprendería que lo hubiese hecho, la verdad) pero tampoco es artificial ¡Qué artificial ni qué ocho cuartos! “Es un pelo natural que viene de la India”, confiesa Presa. Obviamente, eso no se puede cortar porque no vuelve a crecer… pero peinarse se peina my a conciencia, concretamente, una vez al mes. Y se pasa dándole a la faena sus 30 minutos, fácilmente… Casi nada.