En un nuevo capítulo de ‘deportista se casa con modelo’ (después del enlace entre Rudy Fernández y Helen Lindes hace apenas unas semanas), llegó, por fin, la boda de Alba Carrillo y Feliciano López. Hacía ya unos meses que sabíamos la fecha (y la teníamos marcada en rojo en el calendario) y no son pocos los motivos de expectación que los novios fueron dejado poco a poco. ¿El primero? Alba luciría ¡no uno! sino tres vestidos blancos, uno para cada momento de la celebración y todos ellos diseñados por Rosa Clará, una de las firmas nupciales más relevantes de nuestro país.

La pareja no dudó en salir a saludar a los medios antes del convite. © Cordon Press
La pareja no dudó en salir a saludar a los medios antes del convite. © Cordon Press

La fiesta comenzó la noche antes en Toledo, ciudad natal del tenista, con una cena en clave más relajada celebrada en el restaurante Adolfo, donde pudieron disfrutar junto a sus invitados de las vistas a la catedral de la ciudad. El enlace finalmente tuvo lugar en el Alcázar de la ciudad, a pesar de que en un principio se pensaba que sería, como anunciaron los novios, en la iglesia de San Juan de los Reyes. Para dar el ‘Sí, quiero’, Alba lució un vestido de corte clásico con detalles de flores en brocado; el cuerpo, ajustado, dejaba el escote en cuadrado y de él salían las mangas, cortas y en encaje. La falda caía natural hasta el suelo y se extendía (más allá de sus zapatos de Ursula Mascaró) a lo largo 2,5 metros de cola.

Los novios llegaron al Alcázar por separado en coches clásicos blancos. Después, se desplazaron juntos hasta el Cigarral. © Cordon Press
Los novios llegaron al Alcázar por separado en coches clásicos blancos. Después, se desplazaron juntos hasta el Cigarral. © Cordon Press

Como anécdota de la ceremonia, según compartieron los allí presentes en redes sociales, a Feliciano le pudieron los nervios y, a la hora de ponerle el anillo a su chica y decir «Yo, Feliciano…», se confundió y acabó diciendo: «Yo, Alba…». ¡Que nunca viene mal un toque de humor entre tanta emoción!

La salida de los novios entre raquetas de tenis, Ana Boyer vestida de Elie Saab junto a Verdasco, las hamburguesas de McDonalds personalizadas... algunas de las instantáneas que pudimos ver en Instagram.
La salida de los novios entre raquetas de tenis, Ana Boyer vestida de Elie Saab junto a Verdasco, las hamburguesas de McDonalds personalizadas… algunas de las instantáneas que pudimos ver en Instagram.

Tras la misa, los recién casados y sus invitados (entre los que vimos a Fernando Verdasco y Ana Boyer, y Martina Klein y Alex Cortetja, entre otros) se trasladaron hasta El Cigarral de Ángel Custodio, uno de los más importantes de la ciudad manchega. Allí, los novios salieron a brindar ante los medios, copa de Moët en mano y sin dejar de sonreír ni un momento. Alba lució ante las cámaras el segundo vestido de la noche. Cargado de significado, quiso que Rosa Clará se inspirara en las vestimentas de las tenistas de los años 40 y 50, como guiño y homenaje a la profesión de su ahora marido. Acompañó el traje con una corona de flores en tela que adornaba su segundo peinado, una trenza semi-deshecha que caía al lado.

© Cordon Press
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Para la fiesta, según hemos podido ver en perfiles de sus invitados como el de Gabriel Llano, su maquillador y peluquero de confianza desde hace ya ocho años, la modelo eligió un diseño ajustado de corte sirena repleto de pedrería, y acomodó su melena en un recogido completo. Por la cara de Alba queda bien claro que el clásico «Vivieron felices y comieron perdices» se hizo más que realidad para ella ahora que ya es, además de madre feliz de su hijo Lucas, mujer del que desde 2013 es el hombre de su vida.

A la izquierda, Alba llegando al Alcázar con el primer vestido; a la derecha, la novia junto a Gabriel Llano en la fiesta. © Instagram
A la izquierda, Alba llegando al Alcázar con el primer vestido; a la derecha, la novia junto a Gabriel Llano en la fiesta. © Instagram

¡Enhorabuena, pareja!