Moda

Madrid tiene esa magia de mezclar lo cotidiano con lo extraordinario. Y en esta ocasión, la capital se prepara para recibir uno de los desfiles más esperados: el próximo 18 de septiembre, Carolina Herrera presentará su colección primavera/verano 2026 en la Plaza Mayor. Al frente estará Wes Gordon, director creativo de la firma, que antes de sacar la moda a la calle ha querido recorrer los rincones más íntimos de la ciudad de la mano de quien mejor la conoce: Carolina Adriana Herrera.
Carolina Adriana Herrera vive en Madrid desde el año 2000, y fue en la capital donde compró su primera casa, donde decidió echar raíces. No es de extrañar que Gordon quisiera rendir homenaje a esa ciudad que ella ha aprendido a querer con los años.
Un refugio de cine en Lavapiés
El primer alto en el camino está en el barrio de Lavapiés, donde Carolina Adriana vive desde hace años. Allí se encuentra su lugar de evasión favorito: los Cines Doré, esa joya modernista de fachada roja que respira historia y cine a partes iguales. Para ella fue un salvavidas cuando aterrizó en Madrid desde Los Ángeles; para Wes Gordon, una ventana a la autenticidad de la ciudad.
El Prado y la belleza de lo intangible
El tour continuó en el Museo del Prado, ese clásico que nunca pasa de moda. Gordon se dejó impresionar por algo que a veces olvidamos: el simple hecho de no poder sacar fotos. Ese detalle convierte la visita en un ejercicio de atención plena, de mirar de verdad. Para Carolina Adriana, el Prado es mucho más que un museo: es parte de su vida cotidiana y un recordatorio de que Madrid sabe combinar grandeza y cercanía como ninguna otra capital.
Casa Sorolla: un remanso escondido
La última parada fue la Casa Sorolla, en Chamberí. Un museo íntimo, casi secreto, con jardines que parecen detener el tiempo. Entre pinceladas luminosas y aromas de buganvillas, Gordon descubrió un Madrid más pausado, ese que te invita a contemplar sin prisa. Para Carolina Adriana es un rincón de calma, un espacio que conecta con la belleza más personal y doméstica.
Más que un mapa, un retrato personal
En este recorrido no solo se desvelaron lugares, sino memorias. Carolina Adriana llegó a Madrid en el año 2000, y desde entonces la ciudad forma parte de su identidad. No sorprende que el desfile de Carolina Herrera se celebre en la Plaza Mayor: es un guiño a esa conexión emocional con la capital y un homenaje a la vida que aquí construyó.