¡Por fin! Tom Hiddleston ha hablado. Y no, no lo ha hecho precisamente del tiempo y eso que el complicado clima de su país da para mucho… El actor se ha abierto en canal en una entrevista para la edición americana de la revista GQ y ha contado muchas, muchas cosas sobre Taylor Swift y la breve pero mediática relación que mantuvieron el pasado verano.

¡Cómo eran de monos! © Cordon Press

Cinco meses han tenido que pasar para que el actor se sienta preparado y recuperado para poder hablar del tema, un tanto exagerado teniendo en cuenta lo que duró lo suyo con Tay. Estuvieron juntos solo tres meses pero fueron 90 días que dieron para mucho. Como un amor de verano en Benidorm (o casi), la pareja acaparó titulares día sí y día también, e incluso, se rumoreó que eran los candidatos con más papeletas para suceder (o desbancar) del trono de las it couples a los Brangelina. De hecho ya tenían su propio nombre: Hiddleswift. Solo tendrían que haber aguantado dos meses más y lo habrían conseguido pero… no pudo ser.

Eran buena pareja hasta en la pista de baile.

Las ganas de él por hacerlo público y las ganas de ella por todo lo contrario provocaron la ruptura: «Todavía estoy aprendiendo a tener una vida personal y protegerla pero, a la vez, hacerlo sin tener que esconderme. No voy a vivir mi vida escondido. No puedes vivir con miedo a lo que la gente podría decir», ha confesado ahora el actor.

A los ojos del común de los mortales eran la pareja perfecta, o al menos, lo parecían. Todo iba sobre ruedas, quizá (si tenemos que ponerle alguna pega) un pelín rápido: visitas a sus casas para conocer a las respectivas familias políticas, escapada romántica a Roma, atardeceres en la playa, celebraciones junto a las amigas de la cantante… Tan idílico era todo que se llegó a hablar de montaje, algo que ahora Hiddleston niega rotundamente: «Por supuesto que era real».

No te enerves Tom, tranquilo…

Pero no solo de rumores ha querido explayarse Tom, también se ha visto en la necesidad de aclarar lo de la camiseta del ‘I (corazón) T. S.‘ con la que se le vio el pasado mes de julio: «La verdad es que era el 4 de julio, fiesta nacional, y estábamos jugando: yo me resbalé y me hice daño en la espalda. No quería que me diera el sol en la herida, así que pregunté si alguien tenía una camiseta. Una de sus amigas me dijo: ‘Yo solo tengo esta…’. Todos nos reímos. Era una broma, una broma entre amigos», explica pacientemente ahora, seis meses después.

La camiseta de la discordia era, cuanto menos, un pelín cursi. © Cordon Press

Pero aunque esto no fuera un acto de romanticismo y la relación no llegó lo lejos que esperábamos, parece que por las palabras del actor, la ruptura fue amistosa: «Taylor es una mujer maravillosa. Es generosa, amable y encantadora, y nos lo pasamos muy bien. Y por supuesto que fue algo real. Decidimos salir juntos a cenar y viajar por el mundo. Es increíble. Pero fue una relación expuesta a la atención mediática… una relación siempre conlleva trabajo, no solo una expuesta al público». Vamos, igualito que el final de los Brangelina. ¿Es esto una muestra de que ‘Lo bueno si breve, dos veces bueno’? Una vez más, el refranero español no se equivoca…

Hasta pronto, Tom.