El universo de la perfumería y el cine se encuentran en un nuevo y fascinante cortometraje de 90 segundos para la fragancia masculina Bleu de Chanel.

Dirigido por el legendario Martin Scorsese y protagonizado por el carismático Timothée Chalamet, este corto llega más de un año después de que Chanel anunciara al actor como el rostro de la fragancia.

El director nominado a 10 premios Oscar, ha creado una pieza visualmente cautivadora que explora la vida de Chalamet de una manera que solo Scorsese podría realizar.

La aparición de Havana Rose Liu añade una dimensión intrigante al cortometraje, que se desenvuelve en una serie de secuencias trepidantes y en trance.

Según el comunicado de prensa de Chanel, la película explora “la delicada ambivalencia entre la sobreexposición que acompaña a la fama y el profundo deseo del actor de buscar autenticidad en su oficio”.

Chalamet se mueve entre un lujoso apartamento en Manhattan, estaciones de tren y una multiplicidad de televisores, creando una narrativa que imita el cine negro pero con un toque moderno y azul característico de la fragancia.

Scorsese ha capturado perfectamente el sentimiento de nuestra era moderna. “El mundo ha cambiado. Hay otro aspecto de la celebridad en cierto modo. Que es incluso más extremo que hace 10 o 15 años”, comentó Scorsese en un comunicado. Este cambio se refleja en la película, mostrando a Chalamet en una vida hiperrealizada, casi como una caricatura de su propia existencia.

Para Chalamet, trabajar con Scorsese ha sido un hito en su carrera. “Estoy interpretando una especie de caricatura de lo que podría ser vista mi vida, una especie de entorno hiperrealizado y una especie de requisitos publicitarios que conlleva la actuación”, dijo a Harper’s Bazaar.

“Uno de los mayores honores, si no el mayor honor, de mi carrera: poder trabajar con Martin Scorsese en Nueva York. Soy un chico de Nueva York, soy un actor de Nueva York. Marcar algo enorme [de] la lista de deseos personales”.

El cortometraje no solo es una pieza publicitaria, sino una obra de arte que combina la maestría cinematográfica de Scorsese con la elegancia y el estilo de Chanel.

La utilización de tonos azules y una escena final en color añaden profundidad y riqueza visual a la narrativa. Cada marco está meticulosamente diseñado para atraer al espectador y sumergirlo en el mundo de Bleu de Chanel.

La colaboración entre el actor y Martin Scorsese no solo destaca por sus nombres, sino por la profundidad y autenticidad que ambos traen al proyecto.

Este cortometraje redefine cómo las marcas pueden contar historias complejas y significativas a través de campañas publicitarias. La perfecta fusión de cine y publicidad en esta pieza es un testimonio del poder de la narración visual.